Es necesario formar a los funcionarios de instituciones penitenciarias para controlar a los detenidos por terrorismo islámico.
Esta circunstancia preocupa enormemente a los funcionarios de las prisiones españolas, que tratan de conocer el problema para poder atajarlo.
2023: el año con más detenciones por terrorismo yihadista desde el 11M
De los 74 detenidos que eran mayores de edad 14 ciudadanos pakistaníes fueron expulsados del territorio nacional. Del resto, 37 ingresaron en prisión, de los cuales tres eran reincidentes, y los otros 23 quedaron en libertad. Sin embargo, el riesgo de radicalización podría ser más preocupante en prisión que en el exterior. Es relevante destacar que en la mitad de los atentados ocurridos desde 2008 participaron terroristas radicalizados durante su estancia en prisión.
Nacionalidad y características de los yihadistas detenidos
Los datos obtenidos de fuentes abiertas por los investigadores de este estudio han permitido conocer la nacionalidad de 18 de los 37 individuos que ingresaron en prisión. De estos 18 individuos, el 42 por ciento eran marroquíes, el 28,5 por ciento eran españoles y el 9,5 por ciento eran brasileños. Los ecuatorianos, dominicanos, argelinos y búlgaros representan respectivamente un 4,7 por ciento del total. Es de destacar también que cinco de las personas enviadas a prisión eran mujeres.
En cuanto a las modalidades delictivas de los 37 individuos que ingresaron en prisión preventiva por yihadismo, el 83.3% lo fue por conductas relativas al adoctrinamiento yihadista, un 38.8% por actividades relativas al enaltecimiento del terrorismo, un 19.4% ingresó por estar inmerso en un proceso de autoadoctrinamiento o autorradicalización y un 11,1% de los nuevos ingresos estaba implicado en actividades de financiación. Es de destacar que, de las mujeres encarceladas en este periodo, dos de ellas lo fueron por desplazarse a un territorio controlado por organización terrorista, lo que representa el 5.5% del total de los individuos.
Necesidad de formación para los funcionarios
En esta presentación se ha insistido en la necesidad de una formación en términos de yihadismo para que los funcionarios puedan tratar de evitar la radicalización. ACAIP es el único sindicato de prisiones que ha realizado programas relacionados con esta problemática, formando básicamente a un total de 250 funcionarios.
”Los programas existen pero no se llevan a cabo. Tampoco hay interés en que los trabajadores de prisiones se formen en este ámbito. Existe un programa que se llama Help al que no se le da visibilidad pese a que es un curso gratuito. La administración penitenciaria debería ser la que diga que eso existe por el bien de sus funcionarios”, reclaman los expertos.
El sindicato defiende esta formación específica para el personal penitenciario porque “nuestro trabajo es la observación y si alguien nos guía, a lo mejor podemos observar y cortar el proceso de radicalización. La formación es fundamental, cuanta más gente mire lo mismo, más apreciaciones hay y más fácil será llegar a una conclusión». Y solicitan a la cadena de mando compromiso para afrontar este problema, «porque quizá no es clave hoy pero puede explotar mañana. Se deben preocupar de elaborar programas serios, completos e interesados en atajar el problema”.
Los yihadistas en prisión
También se ha hablado en el acto de la realidad que viven los internos por yihadismo y el perfil de los mismos. ACAIP afirma que “localizar a los yihadistas en prisión es muy difícil porque ellos buscan pasar desapercibidos. Tampoco están relacionados con el trato violento hacia un funcionario o hacia el sistema.
También se ha observado que los individuos que entran en prisión por yihadismo son “muy heterogéneos entre ellos” y “no suelen estar vinculados a una estructura”. Y coinciden en pensar que estos presos «entran radicalizados en cierta manera y salen de prisión más radicalizados». Según sus datos, la estancia media en prisión de este tipo de presos no llega a cinco años”.
(Con información de Alejandro de Santiago/El Cierre Digital)