Gota a gota se erosiona la roca

Gota a gota se erosiona la roca

El otro día presencié una conversación entre dos muy buenos amigos con larga trayectoria en la vida cívica. Hablaban de Pedro Sánchez, y que el gran objetivo actual era echarle del gobierno, y de lo difícil que resultaba conseguirlo. Uno preguntaba: “¿Cómo puede ser un objetivo algo que no está en tus manos?”. El otro respondió: “Gota a gota se erosiona la roca… y gota sí que somos”.

Esa frase resume la esencia de la resistencia cívica frente al poder corrupto y antinacional. No hace falta ser mayoría para cambiar el rumbo de la historia. Hace falta fe, constancia, compromiso y verdad. Cada manifestación, cada artículo, cada intervención en redes sociales, cada gesto público que defienda la vida, la libertad y la unidad de España es una gota. Y esas gotas, aunque pequeñas, golpean con fuerza milenaria.

Gota a gota se erosiona la roca: el valor de estar presentes

Este sábado, a las 12.30 horas, se celebra una manifestación ante el Tribunal Supremo en defensa de la justicia independiente. Una cita crucial para quienes creemos en el Estado de Derecho y en la igualdad ante la ley. Durante más de un año y medio un grupo de fieles de católicos se han reunido diariamente para rezar el Santo Rosario en el Santuario del Inmaculado Corazón de María. Hoy toca ante el Tribunal Supremo.

La convocatoria, abierta a toda la ciudadanía, ha sido promovida por casi todas las asociaciones judiciales y fiscales. El lema lo dice todo: «En defensa de la justicia independiente». Una causa que trasciende partidos y colores.

Ahí está la clave. Saber que ir hoy a la manifestación ante el Tribunal Supremo no derribará el Gobierno. Pero sí hará mella. Seremos gota. Y si no somos gota, jamás erosionaremos la roca.

Al reunirnos frente al Tribunal Supremo, sabemos que no derrocaremos a Sánchez en un día, pero sí debilitaremos su mentira. Porque si no somos gota, jamás erosionaremos la roca; pero si lo somos, su muro de engaños caerá. Y caerá.

Esta acción no será en vano. Será un paso más hacia la recuperación de un país secuestrado por una élite socialista corrupta, sin principios y decidida a mantenerse en el poder a costa de las instituciones.

Sánchez y el golpe institucional permanente

Desde que Pedro Sánchez ocupa La Moncloa, España vive un golpe institucional prolongado. Lo advertimos durante la pandemia, pero se ha acelerado con el nuevo mandato tras las elecciones de 2023.

El balance es escandaloso: un fiscal general del Estado al borde del banquillo, un ministro de Justicia rozando la imputación, un delegado del Gobierno investigado, la esposa y familiares directos del presidente bajo la lupa, y un puñado de exministros reconvertidos en diputados para esquivar a la Justicia.

La manifestación ante el Tribunal Supremo se alza como una respuesta ciudadana frente a este estado de cosas. Una forma legítima de alzar la voz y decir: basta ya.

¿O acaso no es evidente que lo único que se pretende el Gobierno es controlar al máximo las causas penales que interesan, creando marcos de impunidad y, en fin, la abolición del principio de igualdad ante la ley?

La manifestación ante el Tribunal Supremo de hoy responde a esta amenaza: defender la división de poderes y la dignidad de los jueces frente al rodillo gubernamental.

Si no somos gota, nunca erosionaremos la roca

Hoy, más que nunca, debemos acudir a la manifestación ante el Tribunal Supremo. No se trata solo de un acto simbólico. Se trata de mantener vivo el pulso de la libertad, la justicia y la igualdad ante la ley.

La erosión de la roca lleva tiempo. Pero sin gotas, la roca no cambia. Somos gota. Y juntos, sí, erosionamos la roca. La gota rompe la piedra no por la fuerza, sino por su constancia. Gota a gota se erosiona la roca

Nos vemos a las 12.30 en la plaza de la Villa de París, en Madrid. La patria, la justicia y la libertad nos convocan.

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