Las fundaciones del globalista George Soros financian las protestas contra Trump en todo Estados Unidos

George Soros financia las protestas contra Trump

Las protestas “No Kings”, presentadas como “espontáneas”, son en realidad una operación política orquestada.

George Soros financia las protestas contra Trump en Estados Unidos

Las fundaciones del globalista de extrema izquierda George Soros están financiando las protestas contra Donald Trump en Estados Unidos. Soros, a través de su red de organizaciones, impulsa el movimiento “No Kings” para debilitar a Trump y mantener viva la narrativa del miedo al supuesto autoritarismo de Trump.

La red de Soros detrás de las protestas “No Kings”

Según una investigación de Fox News, las fundaciones de George Soros destinan millones de dólares al activismo de extrema izquierda. En 2023, el Open Society Action Fund concedió tres millones de dólares a la organización Indivisible, encargada de coordinar las comunicaciones y la logística de las protestas nacionales “No Kings”. Desde 2017, Soros ha transferido más de 7,6 millones de dólares a este grupo, dirigido por Ezra Levin y Leah Greenberg, ambos ex asesores demócratas.

Leah Greenberg trabajó directamente con Tom Perriello, exdirector ejecutivo de la Open Society, consolidando los lazos entre las estructuras globalistas y el activismo político radical estadounidense. Estas conexiones demuestran cómo George Soros financia las protestas contra Trump mediante una red bien organizada de fundaciones y grupos de presión.

Las conexiones de Indivisible alcanzan también a la Tides Foundation, una plataforma acusada de canalizar fondos hacia movimientos radicales de ultraizquierda y disturbios en campus universitarios. Aunque los portavoces de la Open Society afirman promover únicamente la “participación cívica pacífica”, los registros públicos demuestran que las mismas organizaciones financiadas por Soros son las que convocan las protestas “No Kings”.

Una operación globalista bajo máscara de sociedad civil

George Soros ha destinado más de 32.000 millones de dólares de su fortuna personal a financiar causas de izquierda en todo el mundo. Las protestas “No Kings”, presentadas como “espontáneas”, son en realidad una operación política orquestada. El objetivo es mantener la narrativa del miedo a Trump y fortalecer la agenda globalista tanto dentro como fuera de Estados Unidos.

Las manifestaciones comenzaron en Washington y se extendieron a más de 2.600 ciudades estadounidenses. Los organizadores describen las protestas como “pacíficas”, pero las autoridades locales han reforzado la seguridad ante el riesgo de disturbios. El gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, activó la Guardia Nacional para proteger a los ciudadanos, mientras que el gobernador de Texas, Greg Abbott, envió refuerzos policiales a Austin por la posible implicación de grupos vinculados con los terroristas de Antifa.

Activismo radical y manipulación juvenil

En varias ciudades, especialmente en Maryland, los Jóvenes Socialistas Demócratas de América movilizan estudiantes universitarios bajo el paraguas del movimiento “No Kings”. Estas tácticas recuerdan a las revoluciones de color – promovidas por Soros y por agencias de inteligencia occidentales en el extranjero. Se utilizan ONG con “dinero oscuro” para incitar a los jóvenes, difundir propaganda y generar confrontación social.

El Baltimore Banner reveló que la Universidad de Towson pidió una lista de oradores para verificar posibles antecedentes penales debido a la creciente violencia política de la izquierda. Los organizadores se negaron, alegando persecución por parte de la administración Trump. Paradójicamente, en nombre de la libertad, estos movimientos actúan como instrumentos de censura y radicalización, reforzando cómo George Soros financia las protestas contra Trump para desestabilizar el entorno político.

El complejo industrial de la protesta

La investigación del Government Accountability Institute, dirigida por Peter Schweizer y Seamus Bruner, confirma la existencia de un “complejo industrial de protesta permanente” financiado por multimillonarios globalistas de ideología izquierdistas. Estos fondos sostienen a grupos que utilizan una retórica peligrosa – causa terrorista-, legitimando la violencia política.

Incluso medios progresistas como The Atlantic han reconocido el aumento del terrorismo de izquierda, evidenciado por el asesinato del activista Charlie Kirk y el ataque armado de un militante transgénero en una iglesia de Minneapolis. Este clima de odio no surge espontáneamente: responde a una estrategia ideológica global, impulsada por George Soros y su red internacional, para debilitar las democracias nacionales y favorecer un modelo de poder supranacional.

La maquinaria globalista contra el conservadurismo

El Partido Demócrata y sus aliados mediáticos presentan las protestas “No Kings” como un ejercicio democrático, cuando en realidad son operaciones políticas encubiertas. Estas manifestaciones sirven para radicalizar a jóvenes, intimidar a conservadores y reforzar el control cultural de la izquierda más radical.

George Soros financia las protestas contra Trump como parte de un entramado global que busca imponer la Agenda 2030, socavar la soberanía nacional y destruir los valores cristianos y conservadores sobre los que se fundó Occidente.

Desenmascarar la red de Soros

La evidencia es abrumadora: el globalista izquierdista George Soros está financiando las protestas contra Trump para manipular la opinión pública, debilitar al movimiento conservador y consolidar un proyecto político globalista. Bajo la apariencia de “participación cívica”, se esconde una estructura de poder que usa el activismo y los medios como armas ideológicas.

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