¿Dónde estás Europa? Europa ignora el genocidio islamista de cristianos

genocidio islamista contra cristianos

Esto es un genocidio que está ocurriendo en silencio. Ni siquiera la comunidad internacional dice nada al respecto. Miran para otro lado. Son cómplices

Se trata de una persecución religiosa estructural. No es sólo terror. es una masacre dirigida contra cristianos, y no parará aquí.

El genocidio islamista contra cristianos en África sigue avanzando en silencio. Más de 52 personas han sido asesinadas y 100 secuestradas por el ISIS en el Congo.

Una nueva masacre del ISIS en el Congo

La barbarie islamista no se detiene en África. Entre el 9 y el 16 de agosto, el grupo terrorista islamista ADF (Fuerzas Democráticas Aliadas), filial del Estado Islámico en África Central, arrasó aldeas cristianas en las provincias congoleñas de Beni y Lubero.

El saldo es devastador: al menos 52 cristianos asesinados y más de 100 secuestrados, en uno de los episodios más sangrientos del año. La aldea de Bapere fue el epicentro de la masacre. Los islamistas irrumpieron de madrugada, armados con machetes y rifles. Degollaron familias enteras, incendiaron viviendas y se llevaron a mujeres y niños como botín de guerra.

Las imágenes muestran cuerpos esparcidos en caminos y casas calcinadas. Incluso quienes llevan más de una década conviviendo con la violencia reconocen que esta matanza ha superado los horrores vividos hasta ahora. Sólo en Bapere fueron asesinados 30 cristianos.

Voces de dolor desde el Congo

En declaraciones recogidas por la prensa local, Elie Mbafumoja, funcionario congoleño, lanzó un grito de desesperación:

«Esto es un genocidio que está ocurriendo en silencio. Ni siquiera la comunidad internacional dice nada al respecto. Hace ya once años que la población es víctima de estas masacres. Debemos dialogar con las autoridades a todos los niveles, internacionales, nacionales, provinciales y locales, con el fin de restaurar la paz. Estamos cansados de masacres de todo tipo. Estamos cansados de enterrar a nuestros hermanos. Estamos cansados de estas matanzas».

Su denuncia no es aislada. Refleja el clamor de comunidades enteras que ven cómo el genocidio islamista contra cristianos destruye su fe, sus familias y su tierra.

Un patrón sistemático de exterminio

Las cifras confirman lo que muchos temían: no se trata de ataques aislados, sino de un patrón de exterminio religioso. En julio, en Komanda, la filial del ISIS asesinó a 50 cristianos durante una vigilia nocturna en la iglesia católica Saint Anuarite.

En febrero, en Kasanga, 70 cristianos fueron decapitados dentro de un templo protestante. El patrón es claro: aldeas cristianas arrasadas, iglesias destruidas, familias secuestradas.

Illia Djadi, analista de la ONG Open Doors, lo describió con contundencia:

«No fue sólo terror: fue una masacre dirigida contra cristianos, y no parará aquí».

Esto es más que terrorismo. Es una persecución religiosa estructural y sistemática. Es un genocidio dirigido contra comunidades cristianas indefensas, con el silencio cómplice de la comunidad internacional.

Europa y Occidente, cómplices por silencio

La gran pregunta es inevitable: ¿Dónde está Europa? ¿Dónde están las instituciones que presumen de derechos humanos? ¿Dónde está Bruselas? ¿Y la ONU? Mientras el genocidio islamista contra cristianos arrasa aldeas enteras, Bruselas y otros organismo supranacionales miran hacia otro lado.

La pasividad internacional convierte a los organismos supranacionales en cómplices. Cada silencio, cada declaración tibia, fortalece a los verdugos. No hay sanciones, no hay condenas, no hay operaciones internacionales que protejan a las comunidades cristianas.

El silencio de Europa y de organismos como la ONU se transforma en una vergonzosa connivencia y complicidad. Defender la vida y la libertad religiosa no puede depender de cálculos diplomáticos.

El drama global de los cristianos perseguidos

El caso del Congo no es un hecho aislado. Según los últimos reportes, más de 380 millones de cristianos sufren persecución por su fe en todo el mundo. Uno de cada siete creyentes vive hostilidad por confesar a Cristo.

Los países que encabezan esta represión son Corea del Norte, Somalia, Yemen, Libia y Sudán. Sin embargo, el avance del islamismo radical en África convierte a naciones enteras en campos de exterminio cristiano.

Lo que sucede en Bapere, Komanda o Kasanga es sólo una muestra de un drama mucho más amplio. Y el genocidio islamista contra cristianos no se detendrá si las potencias occidentales siguen negándose a nombrarlo y enfrentarlo.

Un genocidio que exige respuesta inmediata

Estas masacres de cristianos -verdadero genocidio- no pueden quedar en el olvido. Europa no puede permitirse seguir actuando como si nada ocurriera.

Organizaciones cristianas en España y en toda Europa deben alzar la voz. Los medios de comunicación tienen el deber de denunciar y difundir la verdad. Las autoridades nacionales e internacionales deben dejar de mirar hacia otro lado.

El futuro de millones de cristianos depende de que se reconozca lo evidente: se trata de un genocidio religioso. Y todo genocidio exige justicia y respuesta firme.

Romper el silencio ante el genocidio islamista contra cristianos

El genocidio islamista contra cristianos avanza con el silencio cómplice de la comunidad internacional. Europa no puede seguir callando. La defensa de la vida y de la libertad religiosa exige valor y compromiso.

Los cristianos del Congo, como los de tantos otros países perseguidos, necesitan que Occidente despierte. Callar es rendirse, es cobardía, es complicidad. Hablar y actuar es defender la verdad y la justicia.

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