Gana fuerza la opción de una líder para el PSOE

la opción de una líder para el PSOE

El «MeToo» del PSOE cruza fronteras: la prensa mundial muestra a Pedro Sánchez como un líder desacreditado y acorralado por los escándalos sexuales.

Los casos de corrupción, tráfico de influencias y acoso sexual que afectan a miembros del Gobierno y del PSOE están pasando factura a Pedro Sánchez, no ya a nivel nacional, sino que está desacreditando aún más su ya deteriorada imagen internacional. De hecho, la prensa europea, pero también la intercontinental, se viene haciendo eco en las últimas semanas del «Annus horribilis» que viene sufriendo el presidente del Gobierno y que ahora termina. Es el final de Sánchez. Así lo afirman.

Y esto lo saben en el PSOE. Por eso, y tal como hemos señalado en Adelante España, se está produciendo el asalto interno y controlado de las feministas del PSOE al poder. Tal como señala un analista experto en el PSOE, «es una maniobra política interna desde el mismo aparato socialista, diseñada para preparar la salida de un líder agotado y corrupto «. Y prosigue su análisis, «el que sean periódico de izquierdas como EsDiario y El País, los que sacaron y están amplificando los casos de acoso sexual lo evidencia». «No es un asalto únicamente de las feministas. Es del aparato socialista que usa de palanca de cambio a las feministas.»

En este contexto, gana fuerza la opción de una líder para el PSOE porque el partido necesita una operación de sustitución urgente. Sánchez que «es el jefe de los puteros, corruptos y de los acosadores sexuales», está acorralado y ya no se puede ocultar. Y esta alternativa feminista sería muy bien recibida por amplios sectores del PSOE,.. pero además podría tener repercusiones positivas para el resto de España prosigue el analista.

El mensaje que transmiten los sectores feministas del PSOE resulta claro y coordinado. El partido necesita una regeneración completa. El PSOE ha perdido credibilidad. Sánchez representa el lastre. Ha llegado la hora de su sustitución.

En este contexto, gana fuerza la opción de una líder para el PSOE como herramienta para forzar una transición interna sin reconocer el fracaso del proyecto socialista. Lo que falló es el sanchismo, no el socialismo.

Sánchez, atrapado en el escándalo y sin salida política

El partido necesita un rostro nuevo para sobrevivir electoralmente. La respuesta dentro del PSOE resulta evidente. La opción de una líder para el PSOE permite una ruptura controlada.

Sin embargo, no cualquier mujer sirve. María Jesús Montero, por ejemplo, no representa una solución. Su cercanía a Sánchez, junto a los casos que rodean a su número dos y número tres, la invalidan como opción regeneradora. Está quemada, simboliza continuidad, posible corrupción, y no ruptura.

Cristina Narbona tampoco ofrece un cambio real. Como presidenta del PSOE y figura histórica del aparato, encarna el pasado. Su perfil no ilusiona ni limpia la imagen de un partido hundido.

Por eso, gana fuerza la opción de una líder para el PSOE joven, sin pasado sanchista y sin vínculos con clanes internos.

¿Qué perfil necesita el PSOE para sobrevivir?

El debate interno ya apunta a nombres como Pilar Alegría o Rebeca Torró, o socialistas citadas en análisis previos. Aun así, el partido busca algo más concreto. Gana fuerza la opción de una líder para el PSOE que encarne una transición moderada.

Esa figura debe carecer de una carga ideológica extremista. Debe mantenerse lejos del feminismo radical y del sectarismo identitario. «No es el momento para radicalismo de izquierda que tanto daño han hecho», señala el experto. «Además, sería visto como una continuación de la política socialista-comunista de Sánchez. El objetivo es buscar el centro izquierda de nuevo».

El PSOE necesita una mujer joven, sin manchas del sanchismo, sin discursos incendiarios y con capacidad para reconstruir una mínima credibilidad institucional. Esa líder serviría como puente para expulsar a Sánchez sin provocar una implosión interna.

Desde una perspectiva crítica, esta operación no limpia el daño causado al país. Sin embargo, gana fuerza la opción de una líder para el PSOE porque el partido prioriza su supervivencia frente al interés general.

Una maniobra interna del aparato, no una regeneración real

La posible llegada de una mujer al liderazgo socialista no responde a un despertar ético, pero sería una buena opción porque el partido necesita quitarse de encima a Pedro Sánchez. Y eso sería ganancia para todos

Esta maniobra no garantiza un cambio real para España. El daño institucional, económico y moral ya está hecho. Aun así, el relevo femenino puede servir para cerrar una etapa marcada por la corrupción, el sectarismo y la degradación democrática.

Sería buena esta opción en tanto en cuanto serviría para que Sánchez abandone el gobierno y rinda cuentas ante la Justicia. Pero la regeneración que España necesita no vendrá del PSOE. Vendrá del fin de sus políticas ideológicas, del respeto a la unidad nacional, de la defensa de la familia y de la libertad.

Gana fuerza la opción de una líder para el PSOE, pero el país necesita algo mucho más profundo: un cambio de rumbo completo. Es un parche… pero necesario. Y sobre todo, Sánchez caerá.

Comparte con tus contactos:

Deja un comentario