Tras permitir las lenguas regionales en el Congreso, negocian amnistía y referéndum de autodeterminación. ¿Cabe más indignidad?
Soplar y sorber no puede ser. Lo decían nuestras abuelas en una tradición oral del sentido de sensatez que parece haberse quedado en almoneda. Porque ahora se puede garantizar la gobernabilidad de España para trocearla. Se puede jurar cumplir la Constitución en nombre de la republica catalana o vasca. ¿Círculos cuadrados? Si el asunto llegara al Constitucional apuesto doble contra sencillo a que Pumpido lo ‘bendice’ en pro de la libertad de expresión.
Y como la autoridad que no se ejerce se desprestigia, la nación que no se toma en serio se asegura el ninguneo, el troceo y la destrucción. Hacia eso caminamos. Los culpables no son los nacionalistas centrifugadores de la unidad nacional sino la irresponsabilidad de un partido socialista y de su secretario general, Pedro Sánchez, de poner la nación en solfa con tal de permanecer en la Moncloa.
El primer peaje parece pequeño, pero es significativo: las lenguas regionales serán admitidas en el Congreso de los Diputados. Argumentan que el Congreso debe de ser la cámara que representa la pluralidad de los territorios de España. ¿Y dónde queda eso de que el español es la lengua común de todos los españoles? Y por cierto, ¿quién pagará la fiesta?, ¿habrá servicio de traducción simultánea?
Pero hay más. Porque Sánchez ha encargado a los juristas que estudien la amnistía, el blanqueamiento del 1 de octubre. Se trata de “desjudicializar” el separatismo. Un paso más tras la eliminación del delito de sedición. Desmontamos el andamiaje de la nación y tras romper los lazos culturales, morales, familiares y religiosos, podemos jurar la unidad por la desunión. Voilá. Súmale el referéndum de autodeterminación con todas las bendiciones legales. Bienvenidos a la republica independiente de mi casa…
Todo se produce después que desde Junts y ERC insultaran y amanazaran al PSOE. Son como Page pero a la inversa. Y al final, todos a una. Porque tanto Junts como ERC han tenido el peor resultado en años y saben que repetir elecciones es retroceder aún más. También saben que si Feijóo llegara a la Moncloa con el apoyo directo o indirecto de Vox se les acabaría el chollo. Y por último saben que Sánchez es el mayor activo con el que pueden contar los que pretenden destruir la nación desde dentro. El ‘cambiacolchones’ es el caballo de Troya que les abre sus tripas para entrar en el corazón de una de naciones más antiguas del mundo. ¿Cabe más indignidad?
Enfrente un Feijóo noqueado, un Vox con ataque de cuernos tras haber sido ninguneado en la Mesa del Congreso y una derecha dividida. El mejor de los mundos para el Frankestein 2.0. ¿Qué pecado cometimos para merecer semejante penitencia?
Luis Losada Pescador | Periodista