La Comisión de Medio Ambiente también ha rechazado la ley a pesar de las presiones de los glabalistas de la agenda 2030, los ecologistas radicales, y la extrema izquierda.
La agenda 2030 y su nefasta Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE se han topado este martes con un nuevo y estrepitoso fracaso. Después del voto en contra de las comisiones de Pesca y de Agricultura, en esta ocasión ha sido la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo (ENVI) la que también ha rechazado esta propuesta de la Comisión Europea que afectará gravemente a ganaderos, pescadores y agricultores obligando a los estados miembros a restaurar todos los ecosistemas dañados antes de 2050 y a reducir a la mitad el uso de plaguicidas químicos antes de 2030.
La votación final ha sido de 44 votos a favor, 44 en contra y 0 abstenciones, por debajo de la mayoría a favor.
La batalla no está ganada
Ahora la responsabilidad recae en el pleno del Europarlamento que debe decidir si, en coherencia con las decisiones de las comisiones de Pesca, Agricultura y Medio Ambiente, tumban definitivamente la Ley de Restauración de la Naturaleza, o si siguiendo las presiones de las élites globalistas se pliegan a sus exigencias.
Existen numerosas presiones desde los globalistas, el frente izquierdista y los lobbies «ecologistas radicales» para que la ley salga adelante. Incluso el pasado martes, el Consejo europeo formado por los ministros de Agricultura de los estados miembros acordó apoyar la norma con el voto en contra de Polonia, Italia, Finlandia y Suecia y la abstención de Austria, Bélgica y Países Bajos. También decidieron excluir de los objetivos a los molinos eólicos y las placas fotovoltaicas, lo que supone todo un golpe bajo para agricultores, ganaderos y pescadores, que tendrán que pagar de su propio bolsillo (con los fondos de la PAC) las reformas y podrían perder hasta un 40% de la superficie productiva en España, según Asaja.
«Deberían retirar la ley por vergüenza torera»
El responsable de Asaja en Bruselas, José María Castilla, califica el rechazo de la Comisión de Medio Ambiente como «una victoria importantísima» después de «doce meses de arduo trabajo contando a los eurodiputados y al Ministerio de Transición Ecológica todos los efectos negativos que tendría esta reforma».
En opinión de José María Castilla, el mundo rural está en contra de cómo se ha redactado la ley, cómo se les ha excluido del proceso y cómo a día de hoy sería imposible de implementar. Por ese motivo, considera que «se ha hecho justicia» y ahora mismo «está clarísimo que el Parlamento Europeo no quiere esta ley tal y como la ha presentado la Comisión Europea, que, por vergüenza torera, debería retirarla y volverla a rehacer».
«Suponía la ruina para el mundo rural»
Y es que la propuesta rechazada suponía la ruina para el mundo rural, ya que obligaba a los agricultores a abandonar un 10% de las tierras cultivables, y ponía en riesgo la seguridad alimentaria, ya que limita en exceso el uso de fertilizantes químicos sin que existan alternativas viables.
Además, encarecería aún más los alimentos para todos los ciudadanos, ya que supone menos fondos de la Política Agraria Común, con la que se pretende financiar estas medidas, más gastos de producción y menos tierras cultivables.
Pero no cantemos victoria aún. Si no hay sorpresas de última hora, todo apunta a que el Parlamento Europeo rechazará la Ley de Restauración de la Naturaleza en la sesión plenaria de julio en Estrasburgo, a falta de que la Conferencia de Presidentes fije la fecha concreta en la agenda. Pero los globalistas de la agenda 2030 no han dicho su última palabra.
(Con información de Libertad Digital)