Por petición expresa de su familia, los restos mortales de José Antonio Primo de Rivera han sido exhumados este 24 de abril de 2023 del Valle de los Caídos, donde reposaban bajo una sencilla lápida desde el 1 de abril de 1959
José Antonio era un personaje incómodo para el Gobierno de la República, odiado por el estalinismo y el partido comunista.
Los seguidores del político asesinado en 1936 por los comunistas del Frente Popular le dedicarán un responso por su alma y para reparar el «agravio» al que, aseguran, fueron sometidos
Traslado al cementerio de San Isidro
Los restos de José Antonio fueron trasladados al cementerio madrileño de San Isidro 86 años después de su asesinato tras un acuerdo entre el Gobierno y su familia. Para eso debieron ser exhumados del Valle de los Caídos, donde permanecían desde 1959. Es la quinta ubicación desde que fue fusilado en Alicante. En su testamento, José Antonio Primo de Rivera dejó clara su voluntad de ser enterrado «en tierra bendita y bajo el amparo de la Santa Cruz».
A los seguidores de José Antonio se les impidió por la fuerza acceder al cementerio de San Isidro, con fuertes medidas de seguridad que desaparecieron al día siguiente. Los falangistas quieren resarcirse de este «agravio» celebrando un acto «solemne» para rezar por su fundador.
José Antonio está enterrado en una de las dos sepulturas «discretas» donde reposan otros familiares, pero por el momento no se ha incluido el nombre de José Antonio.
La memoria de Primo de Rivera
Los promotores (La Falange y Falange Española de las JONS) señalan que el lugar donde reposan los restos de Primo de Rivera es público y cualquier persona puede acceder en su horario de apertura para rezar.
Piden a los asistentes que no lleven banderas ni pancartas, que guarden «una actitud de respeto y silencio» por tratarse de un lugar sagrado y que respeten las indicaciones de la organización. «El acto es un desagravio y servirá para honrar su memoria».
El asesinato de José Antonio
José Antonio era un hombre inocente, que fue condenado de antemano en una pantomima de juicio. José Antonio fue asesinado porque era un hombre enormemente carismático y representaba una seria amenaza para la República y para los intereses.
A las diez horas del día 14 de marzo de 1936, José Antonio Primo de Rivera fue arrestado en Madrid, bajo la acusación de posesión ilícita de armas – cosa que es mentira porque están las licencias de armas en regla-, e ingresó al día siguiente, de noche, en la antigua celda de Largo Caballero en la cárcel Modelo de la misma ciudad.
El 5 de junio fue trasladado a la prisión de Alicante, donde permaneció hasta su ejecución el 20 de noviembre.
El arma que usaron para matar a José Antonio alcanzaba 2 mil metros de distancia, y a él lo colocaron a 3 metros de distancia. Y hubo más de 80 disparos. Tenemos el testimonio de Guillermo Toscano y de otros miembros del pelotón de ejecución.
En el fusilamiento de José Antonio no hubo orden de fuego, y los disparos, textualmente, se efectuaron a capricho. Es tremendo pensar esto.