El Parlamento Europeo está podrido: La corrupción sistémica tanto del PPE como del Partido Socialista

El caso Manfred Weber expone las redes de poder y favoritismo en el PPE

El Parlamento Europeo, supuestamente un bastión de valores democráticos, enfrenta una profunda crisis de corrupción que afecta a sus dos principales grupos parlamentarios transnacionales como son el Partido Popular Europeo (PPE) y el Partido Socialista.

Estos escándalos de corrupción, que han sacudido a las instituciones europeas, apunta ahora directamente a Manfred Weber, presidente del grupo PPE, y pone de manifiesto prácticas de favoritismo y manipulación de fondos públicos que parecen haber estado ocurriendo durante años.

Según The European Conservative, la investigación sobre Weber y su círculo cercano ha destapado una red de influencias, manipulación y control político que opera en el PPE desde hace años. Entre los implicados se encuentran personas clave como Ouarda Bensouag, secretaria general del PPE, y Udo Zolleis, asesor político de alto rango y jefe de Estrategia, quienes están siendo investigados por la Fiscalía Europea en colaboración con la policía belga.

Corrupción en el PPE: Una red de lealtades y poder

De acuerdo con la publicación, el problema no se limita a supuestos pagos irregulares. La investigación revela un entramado de corrupción en el que Weber habría colocado a individuos de confianza en posiciones estratégicas, otorgándoles contratos ventajosos y beneficios adicionales a cambio de su lealtad. Fuentes anónimas cercanas al PPE afirman que Weber ha estado utilizando estas prácticas para consolidar su poder, silenciando cualquier disidencia y erosionando los principios de transparencia y democracia que debería defender el Parlamento Europeo.

Además, La Gaceta y Politico informaron que los investigadores han hallado indicios de prácticas fraudulentas, incluyendo falsificación de documentos públicos y abuso de confianza. Estos delitos están relacionados con la percepción de salarios simultáneos del PPE y del Parlamento Europeo, lo que es contrario a la normativa de la UE. Estos cargos penales, actualmente en proceso de investigación, ponen en cuestión la integridad del PPE y si realmente representa los intereses europeos.

El círculo de Weber: Control de personal y autocracia

La estructura de poder que ha tejido Weber se basa en lealtades bien pagadas y posiciones claves. Según empleados actuales y anteriores del PPE, aquellos que cuestionan sus prácticas suelen perder su posición rápidamente. Esta cultura del miedo ha mantenido silenciados a muchos empleados, quienes no se atreven a expresar sus críticas por temor a represalias. Además, la promoción de Bensouag, su jefa de gabinete, al puesto de secretaria general se interpreta como otro paso de Weber para consolidar su influencia sobre el partido.

Un aspecto inquietante de este escándalo es que el favoritismo y la manipulación de Weber y del PPE no es un caso aislado en el Parlamento Europeo, y algunas fuentes dentro del PPE afirman que esta cultura corrupta se extiende también al Partido Socialista, que enfrenta problemas similares de favoritismo y doble moral.

Implicaciones para la transparencia y credibilidad de la UE

Este caso de corrupción tiene importantes implicaciones para la credibilidad del Parlamento Europeo y su capacidad de representar a los ciudadanos. Si bien Weber y otros altos cargos del PPE continúan percibiendo salarios elevados, los escándalos de corrupción han erosionado la confianza pública en las instituciones europeas. Además, la falta de transparencia en las investigaciones y la negativa del PPE a confirmar los detalles aumentan la percepción de que la corrupción y el favoritismo son un problema sistémico.

Los ciudadanos europeos esperan que el Parlamento actúe con responsabilidad y transparencia, pero la falta de acción decisiva por parte del PPE y del Partido Socialista para abordar estos problemas plantea dudas sobre la efectividad de los mecanismos internos para combatir la corrupción.

La investigación en curso podría llevar a consecuencias impredecibles, ya que, si los cargos contra Weber y su círculo cercano se confirman, otras figuras de alto nivel en el PPE y el Partido Socialista podrían verse implicadas. Este caso expone la necesidad urgente de reformar las instituciones europeas para garantizar la transparencia y combatir la corrupción.