Evidencia muestra que Catholic Relief Services promueve el aborto y la anticoncepción en África | Carlos Polo

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CRS trabaja en Camerún con la asociación RENATA cuyo logotipo muestra claramente su opción pro aborto, y de hecho, es una de la organizaciones más activas para que se legalice el aborto en ese país.

Lepanto Institute y Population Research Institute – PRI presentaron los resultados de una investigación de campo sobre Catholic Relief Services (CRS) que confirma que sus proyectos en 3 países africanos promueven contenidos y prácticas totalmente contrarias a la doctrina y enseñanzas de la Iglesia Católica en temas tan importantes como el aborto y la anticoncepción. En conferencia de prensa ofrecida el 6 de febrero, Michael Hichborn y Steven Mosher, presidentes de Lepanto Institute y PRI respectivamente, compartieron el informe de 130 páginas que recoge la evidencia encontrada por el equipo de investigación que enviaron a Camerún, Zimbabue y Lesoto. Dicha investigación fue llevada a cabo durante todo el año pasado.

La investigación comenzó tras obtener y analizar los documentos oficiales de los proyectos de CRS en Camerún, Zimbabue y Lesoto. Estos proyectos son de interés público, pues son financiados en su mayor parte por dinero de los contribuyentes de Estados Unidos a través de la Agencia de Cooperación Internacional de Estados Unidos – USAID y del Plan Presidencial de Emergencia para Alivio del SIDA – PEPFAR, por sus siglas en inglés.

Con una trayectoria muy larga y exitosa de investigar y detectar abusos a los derechos humanos y uso indebido de fondos federales de Estados Unidos en este tipo de programas, PRI y Lepanto Institute organizaron un equipo de investigación de campo para verificar lo que se suele esconder bajo eufemismos como “servicios de salud sexual y reproductiva” y “educación sexual integral”. En este caso particular, era importante constatar además si la cooperación internacional estadounidense estaba imponiendo contenidos contrarios a la identidad católica de CRS.

En un informe muy detallado de 130 páginas presentado en la conferencia de prensa, mostraron la evidencia documentaria y fotográfica que constata que los proyectos de CRS:

  • Implementaron un programa de educación sexual, con el logotipo de CRS en la portada, que promueve la masturbación como forma de «sexo seguro.»
  • Proporcionaron cientos de miles de dólares a una organización que llevaba a niñas a abortar y actuaba a favor de la aprobación de leyes para que se practiquen abortos. El logotipo de esta organización es una mujer con un embarazo avanzado con una «X» sobre el lugar donde se encuentra el bebé antes de nacer. Esta información ha abierto una línea de investigación posterior para confirmar si las contribuciones de CRS a esta organización pro aborto entre 2017 y 2021 podrían haber violado la Política de la Ciudad de México (restituída y ampliada por el presidente Donald Trump) y la Enmienda Siljander que entonces estaban vigentes.
  • Condujeron la aplicación de programas gubernamentales diseñados específicamente para la difusión de la anticoncepción.
  • Pusieron en contacto a niñas de 10 años o más con organizaciones que sabían que eran proveedoras de anticonceptivos para que pudieran recibir «servicios» de salud sexual y reproductiva” como aspectos integrales de estos proyectos.
  • Permitieron que al menos una organización promocionara y distribuyera preservativos en las escuelas a su cargo.

«Durante más de una década, CRS ha negado que sus proyectos incluyeran la promoción de la anticoncepción y preservativos, pero este informe demuestra lo contrario», dijo Michael Hichborn, presidente del Instituto Lepanto. «En todas las zonas de proyectos de CRS que visitó nuestro equipo, quedó claro que CRS estaba mucho más interesada en trabajar con otras ONG para poner en marcha programas de difusión de la anticoncepción financiados con fondos estadounidenses que con la jerarquía local de la Iglesia Católica».

«Esto debe terminar», señaló Steven Mosher, presidente del PRI. “En primer lugar, CRS debió haber solicitado primero el permiso de todos y cada uno de los obispos locales, de todas y cada una de las diócesis en las que pretende operar, revelando todos y cada uno de los aspectos del proyecto y comprometiéndose a la plena cooperación con la diócesis. Los obispos son, después de todo, los encargados de proteger y promover el bienestar espiritual de su rebaño. Ellos son y siempre deberían ser los primeros y mejores jueces para decidir si un determinado proyecto podría ayudar o perjudicar a las almas que Dios les ha confiado».

En la conclusión del informe, Lepanto Institute y PRI piden a los obispos que obliguen a la CRS a seguir el motu proprio del Papa Benedicto XVI sobre el servicio de la caridad, que ordena que los obispos responsables rechacen la recepción de fondos de cualquier organización caritativa «que persigan fines contrarios a la doctrina de la Iglesia». El documento del Papa también exige a los obispos que se aseguren de que «las agencias caritativas no acepten contribuciones para iniciativas cuyos fines, o los medios utilizados para perseguirlas, no estén en conformidad con la enseñanza de la Iglesia Católica».

«USAID y PEPFAR -que representan la mayor parte del presupuesto anual de la CRS- hacen de la difusión de anticonceptivos y preservativos una prioridad absoluta. Y el proyecto DREAMS, que CRS ayudó a implementar, hizo del aumento del uso de anticonceptivos un objetivo primordial», dijo Hichborn. «La adicción de CRS a la financiación federal ha corrompido completamente su base moral, su credibilidad y su identidad católica».

«En nuestra opinión», dijo Mosher, «los obispos que sirven en el Consejo de Administración de CRS tienen una grave responsabilidad moral, así como una suficiente responsabilidad legal sobre el manejo de los fondos como para asegurar que CRS se retire de tales programas».

De hecho, como señaló hace una década Germain Grisez, uno de los teólogos más destacados de Estados Unidos, «los fieles católicos que han hecho donaciones a CRS en los últimos años para la lucha contra el SIDA, lo hicieron porque esperaban que el programa se llevara a cabo de una forma claramente católica. Si hubieran esperado algo diferente, podrían haber donado a una organización laica de lucha contra el SIDA. Si los responsables de CRS han utilizado las donaciones de forma distinta a la que hacían esperar a los donantes, los responsables de CRS se han apropiado indebidamente de esos fondos».

La rueda de prensa completa puede verse en el canal de YouTube del Instituto Lepanto. El informe de Population Research Institute y Lepanto Institute puede consultarse en el sitio web de PRI: https://www.pop.org/crs/.

Carlos Polo | director de Population Research Institute para Iberoamérica 

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