España supera los 103.000 abortos anuales, esto es, 1 aborto cada 5 minutos y 282 al día

Algo pasa en la sociedad

Cada niño que es abortado, cada madre que se ve abocada al aborto es un fracaso no sólo de la administración que no ha sabido o querido ayudarla, sino también de una sociedad que, siguiendo la política del avestruz, se ha inhibido ante este verdadero drama del siglo xxi.

¿Por qué el Estado no asume una verdadera política a favor de la mujer y no apoya la maternidad? Más aún, por contra, no sólo no realiza una política de protección y ayuda, sino que desarrolla leyes que aumentan aún más estos índices dramáticos, lo que constituye una verdadera violencia contra la mujer. Seguir insistiendo en ocultar la realidad, en fomentar políticas anticonceptivas fracasadas o en aprobar leyes regresivas no es, por tanto, la solución. Es necesario realizar una apuesta decidida por la vida. Es necesario realizar una verdadera política preventiva y que ayude a las madres embarazadas a que puedan tener a sus hijos, quitando los obstáculos que lo impidan.

Estas políticas abortistas evidencian que al gobierno de Sánchez no le importa las personas – ya lo ha constatado muchas veces- sino que sobre todo, su sectarismo ideológico le hace promover políticas de destrucción y muerte.

Reacciones de las asociaciones familiares

María Menéndez, presidente de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid es contundente: «Cada vez es más claro que la causa del incremento del número de abortos es la falta de valor que se le da a la familia, al matrimonio, a tener hijos. Y que las excusas que pone la gente son justo las promesas vacías que nos anuncian los políticos.

Y prosigue la presidente de Familias Numerosas  «La práctica del aborto, además de ser moralmente reprobable, es contraria al fomento o promoción de la natalidad. Y a pesar de todo, a las familias que tienen más hijos de los necesarios para el relevo generacional, nos penalizan por ser más, cuando contrarrestamos la falta de niños. Esos niños que nos quita el aborto.»

Y concluye, ¿Medidas para fomentar la natalidad y la familia o para fomentar los derechos reproductivos de la mujer? Continua la presidente de Familias Numerosas «Las prioridades son otras. Por eso no está la familia y tener hijos como prioridad en la agenda política y legislativa. Lo que no se tiene en cuenta es que las decisiones personales tienen proyección social y afectan a todos. Así que la decisión de la mayoría de las personas de no tener hijos afecta muy negativamente a todos.»

Para Mariano Martínez- Aedo, presidente del Instituto de Política Familiar (IPF) el panorama es crítico. «En 2013 acabó en aborto casi uno de cada 4 embarazos (103.097 abortos/ 322.075 nacimientos). Prácticamente el decrecimiento demográfico de 2013 (111.088) se debió al aborto.
Las frías cifras muestran un panorama terrorífico. Nuestra sociedad mata alegremente a los niños, incluso proclamándolo un «derecho», mientras camina a la quiebra y la desaparición física.
Esto supone una auténtica eutanasia social, donde todos somos responsables, por acción o por omisión.»