El Gobierno acelera su dependencia energética sobre Marruecos y que tiene una hoja de ruta de invasión sobre ciudades españolas.
España entregada a Marruecos: el Gobierno de Pedro Sánchez ha multiplicado por 671.000 toneladas las compras de hidrocarburos a Rabat desde 2018, reduciendo la soberanía energética nacional.
Sánchez impulsa la dependencia energética de Marruecos
Desde la llegada de Pedro Sánchez al poder en 2018, las compras de hidrocarburos a Marruecos han pasado de cero a 671.000 toneladas. Esta cifra revela una tendencia clara: España se ha entregado también a Marruecos en materia energética.
Según datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), en lo que va de 2025 España ha comprado ya 206.000 toneladas de productos petrolíferos al régimen de Mohamed VI, superando ampliamente las 39.000 toneladas importadas en todo 2024. Esto implica un aumento del 428 % en solo cinco meses.
El dato no es menor: España ha abandonado a Argelia como socio energético prioritario y ha entregado esa función al país que aspira abiertamente a invadir Ceuta, Melilla y las Islas Canarias.
¿Quién refina el petróleo? ¿Marruecos o Rusia?
Este incremento en la compra de crudo a Marruecos coincide con un hecho curioso: la única refinería del país africano, Samir, está cerrada desde 2016 por una deuda de 4.000 millones de dólares. Entonces, ¿de dónde viene el petróleo que España compra?
La refinería de Mohammédia, a 63 kilómetros de Rabat, no puede justificar el volumen exportado. Por tanto, muchos analistas coinciden: el régimen marroquí podría estar reciclando petróleo ruso sancionado, actuando como intermediario para evitar las restricciones impuestas por la Unión Europea.
Marruecos no aplica sanciones al gasóleo ruso. Esto permite que el crudo se refine o se rebote desde puertos africanos antes de ingresar a Europa disfrazado de origen «marroquí».
Todo apunta a una conclusión: España entregada a Marruecos no solo cede soberanía, también podría estar financiando al Kremlin por vías indirectas.
La traición energética: Argelia cae, Marruecos sube
En paralelo al crecimiento de Marruecos, se ha producido una caída drástica en las importaciones desde Argelia. España ha comprado 417.000 toneladas de hidrocarburos al país vecino este 2025, . En 2024 fueron 701.000 toneladas. La tendencia es clara: bajan las importaciones de países neutrales, suben las de regímenes hostiles.
Mientras Italia sigue comprando petróleo a Argelia, con una factura de 345 millones de euros en 2024, España reduce su consumo desde ese origen y gasta 237 millones en productos adquiridos a Rabat.
La decisión no responde a lógica económica ni geoestratégica. Responde al entreguismo político de un presidente que ha cedido el Sáhara Occidental a Marruecos, ha roto con Argelia y ahora. además, se arrodilla ante Mohamed VI como su proveedor de energía.
El coste de la entrega: política exterior y soberanía nacional
Esta entrega energética a Marruecos no es un hecho aislado. Forma parte de una política exterior deliberada del Gobierno de Pedro Sánchez, que ha virado la diplomacia española hacia la sumisión y el entreguismo a Rabat.
Primero fue la cesión del Sáhara, sin consulta ni aprobación parlamentaria. Luego vinieron las llamadas “reuniones de alto nivel” donde el Gobierno español aceptó sin réplica la hoja de ruta marroquí sobre Ceuta y Melilla.
Ahora, la dependencia energética completa el cuadro: España entregada a Marruecos en lo territorial, en lo diplomático y en lo energético. Una rendición completa ante un país que no oculta su plan expansivo hacia el sur de Europa.
Los datos no mienten. Marruecos ha pasado de cero a convertirse en uno de los mayores proveedores de petróleo de España en solo cinco años. Esta relación no responde a intereses energéticos, sino políticos.
