El sistema energético se cae en toda la península. Tras el shock inicial, el caos posterior. Sin electricidad no hay semáforos, ni neveras, ni vitrocerámicas, ni teléfonos ni internet. Nada. La vida se paraliza. ¿Cuándo regresará? No hay respuesta. ¿Por qué se ha producido? Tampoco hay respuesta.
España vivió el lunes el mayor apagón de su historia reciente. Desde las 12:33 del mediodía, millones de ciudadanos se quedaron sin electricidad, atrapados en calles, hogares, transportes y lugares de trabajo. Fue un caos eléctrico sin precedentes, que afectó a prácticamente todo el territorio peninsular y que se extendió a Portugal y partes de Francia.
Sin embargo, más allá del desconcierto técnico y del colapso logístico, el hecho más grave ha sido la respuesta gubernamental: la inacción, la parálisis del gobierno, el ocultamiento y la falta de transparencia. Sale Sánchez por la tarde. No dice nada. Mientras las calles se sumían en la oscuridad, desde La Moncloa reinaba un silencio sepulcral. Vuelve a salir por la noche y vuelve a no decir casi nada. Solo comparece para declarar que «15 gigabatios se han perdido súbitamente del sistema», pero no ofrecía ningún detalle y sin explicar las causas del colapso. Ni una palabra sobre qué originó ese cero energético. Apagón informativo. Parálisis de un gobierno. Y Sánchez desaparecido. Sánchez descolocado. Pero como han resumido muchos ciudadanos en redes sociales: «Quizás sea mejor, porque no nos van a contar la verdad.»
Al momento de escribir estas líneas – hoy martes por la tarde-, Sánchez ha cambiado de estrategia. Y aunque no ha dado una explicación clara ni convincente de lo ocurrido, ha empezado a lanzar balones fueras, insultos y amenazar: «Vamos a llegar hasta el final y se van a exigir responsabilidades a los operadores privados si existieran». Sánchez en estado puro. Sánchez déspota. Como un matón de barrio, Todos tienen la culpa menos él.
Esta ausencia de información no es gratuita. Muchos ciudadanos y analistas ya sospechan que este apagón informativo es deliberado, y que el Ejecutivo está aprovechando la situación con fines políticos o para ocultar negligencias inaceptables o ciberataques extranjeros.
En efecto, desde fuentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) se ha filtrado a Servimedia que días antes del apagón se detectó una “gran actividad inusual procedente del Norte de África” contra la red eléctrica de España y Portugal, coincidiendo con “un riesgo alto de ciberamenaza”. ¿Estaba Marruecos detrás de un posible ciberataque?
Aunque desde el CNI insisten en que aún es temprano para confirmar nada, se baraja un “fallo multicausal” entre España y Francia, incluso mencionando “una denegación de servicio combinada con comandos maliciosos en protocolos industriales”.
Pero también hay otra línea de análisis factible: el modelo energético fallido que impone el Gobierno. A la hora del colapso, las renovables copaban más del 70% del mix eléctrico. La energía solar representaba un 58% y la eólica un 13%. Mientras tanto, la nuclear y el gas estaban prácticamente apagados: un 12% y 3,8% respectivamente. Y si además tenemos en cuenta que la red eléctrica lleva mucho tiempo sobresaturada por el creciente consumo de los coches eléctricos, la creación de bitcoin, la IA, etc. esto no ha hecho más que empezar.
Un experto energético fue claro: “En momentos de tensión o de fallo se produce un fallo de frecuencia y se producen desconexiones de equipos de red, con las tecnologías de gas prácticamente a cero, se tarda un tiempo considerable en poder volver a arrancar todo el sistema.”
El gran culpable técnico que surge del análisis energético es claro: la sobreexposición a las renovables. No se trata de demonizar estas fuentes, sino de denunciar la obsesión ideológica y sectaria del Gobierno por imponerlas como únicas, eliminando alternativas como la nuclear o el gas que aseguran estabilidad.
Los expertos energético continúan: “Es hora de debatir sobre la complejidad de cuadrar una sobreexposición de renovables con la necesidad de disponer de generación de otras fuentes para protegernos de los cortes.” Una verdad incómoda que desde la Moncloa se ignora deliberadamente. Incluso la CNMC y Redeia han advertido en informes recientes que este modelo puede provocar apagones. Pero la ideología de la agenda 2030, obsesionada con cifras verdes, sigue mandando
Este diario no busca especular. No vamos a inclinarnos -aunque tengamos nuestra opinión- sobre el posible origen de este caos energético. Lo que está claro es que ya sea por ineptitud, por sectarismo o por mala fe, el Gobierno de Pedro Sánchez ha demostrado una vez más su absoluta indignidad para gobernar. No se puede gestionar una nación sin previsión, sin transparencia y sin respeto por los ciudadanos.
El caso de la reciente DANA en Valencia, también mal gestionada o, como señalan algunos, deliberadamente provocado, ya dejó entrever la incapacidad crónica y la soberbia del Ejecutivo socialista para afrontar emergencias. Y este nuevo episodio lo confirma: demagogia, ocultación y abandono institucional.
Lo sucedido el lunes es una advertencia. No sólo sobre la fragilidad de nuestro sistema energético, sino sobre la fragilidad democrática de un país gobernado por un Ejecutivo que oculta, manipula y no da la cara. Si no nos defienden de ciberamenazas ni aseguran nuestra soberanía energética, ¿qué clase de gobierno tenemos?
No podemos seguir bajo las sombras de un proyecto ideológico que pone en riesgo la vida de millones de ciudadanos. Hoy, más que nunca, España necesita volver a la luz.
2 comentarios en «El gobierno del apagón histórico y de un silencio informativo aún más escandaloso»
Evidentemente este hecho ha sido provocado y como mínimo conocido por el sanchez. ¿Y si empezamos a considerar que las falsas democracias que nos gobiernan son siervos de un poder satánico que gobierna el mundo de una forma cada vez mas clara? Los innombrables inyectables del Covid con su tóxico grafeno, que se ve al microscopio, y a nivel mundial, puede aclarar la verdad para el que la busque.
Os voy a decir lo mismo que les dije a mis vecinos: A las 20 horas vino la luz para que pudieran ver el telediario; se lo dije y se sentían ofendid@s por el mensaje subliminal que llevaba mi afirmación y, efectivamente, a las 20 horas vino la luz (qué casualidad más oportuna). Otra cuestión que quiero comentar es que estuve mirando el apagón de Chile del 25.02.2025. Este apagón tiene cierta analogía con el ocurrido recientemente en España. ¿Cuál es mi sorpresa al comprobar en la compañía gestora estatal chilena, en su apartado: informes y estudios > operación? En ese apartado aparecen todas las incidencias de la red de alta tensión de Chile y cuál es mi sorpresa al comprobar que no se ha reportado el enorme apagón del día 25 de febrero. Como ocurrió en la panta_dana ocurrida en Valencia, se omiten deliberadamente los datos de las incidencias más críticas y eso indica, en el caso concreto de Chile, que no pueden justificar técnicamente el apagón. Estoy siguiendo con mucho interés el apagón de Chile y estoy viendo que tiene el mismo patrón que el nuestro; es decir, cómo comunican la incidencia a la población, cómo se gestiona.
Por último: Cuando venga el próximo apagón recordar que a las 20 horas siempre viene la luz, para que podáis ver el telediario, pero no os pongáis a ver la tele; tenéis que aprovechar para hacer lo que más os urge. No vaya a ser que, pasado el telediario, a eso de las 22 horas la vuelvan a cortar y os quedéis a dos velas.
Vos dejo el enlace de la pagina chilena:
https://www.coordinador.cl/operacion/documentos/estudios-operacionales/estudios-de-analisis-de-falla/2025-estudios-de-analisis-de-falla/?page=4