No se trata de ser autárquico, debemos responder en todo momento a las necesidades de los españoles. Estamos con el “plan de ahorro energético”, es necesario seguir un camino equivocado. ¿Nos imaginamos en los años 30-50 dependiendo sólo de las eólicas y solares -que en el resto del mundo tienen cada vez menos influencia- lo que podría suceder en las UCIs españolas o en los hogares con 30 millones de coches enchufados para cargarse?
Debemos hacer nuestros planes a corto, medio y largo plazo para conseguir lo esencial del bienestar. Pongámonos a trabajar todos: Gobierno, oposición, partidos políticos, CC.AA., Ayuntamientos, asociaciones de vecinos o de cualquier otro objetivo, para poder dejar a nuestros descendientes una España habitable, con el bienestar por el que tantos siglos hemos luchado.
La energía nuclear, por la que están apostando todas las grandes naciones e incluso las emergentes, como la India, se puede utilizar sin miedo ninguno. Jacob DeWitt Co-Founder y CEO at Oklo dice: “Los reactores rápidos de próxima generación permiten nuevos paradigmas económicos en la generación de energía económica respaldada por el reciclaje de combustible usado”. Se pueden construir más rápido, y no precisan estar al lado del agua. Son refrigerados por sales minerales, como la del plomo que absorbe todas las radiaciones. Esta debe ser una parte importante de nuestro mix energético. Lo mismo que la hidráulica. Hace décadas se producían 2,68 mil millones de kW/h. Por decisiones que se han tomado, ahora es la que menos aporta. Se vaciaron sin prever la sequía. Debemos limpiar nuestra masa forestal, evitaríamos los enormes incendios que están produciéndose, y construir centrales de biomasa que consuman lo que se obtiene de la limpieza. La emisión de CO2 es menor que los incendios. Usemos las reservas de gas y uranio para la energía.
Que la industria no sea sólo el turismo. Hay que potenciar nuevas industrias, tenemos personas preparadas para actuar en vanguardia y ser competitivos, lo necesitamos para nuestro consumo, lo mismo que los productos del mar, y del campo: Cereales, horticultura, fruta, carne, leche. Utilicemos el campo abandonado, invertir por supuesto, para que nuestros descendientes tengan una vida mejor.
Jacinto Seara | Escritor
