Morodo, aliado de Bono desde la Transición y el PSP y después embajador con Zapatero, fue el principal nexo del exministro con Caracas
El triángulo oculto Bono-Morodo-Zapatero en Venezuela vuelve al centro del debate tras el interés de Estados Unidos por las relaciones del socialismo español, en particular Zapatero, con el chavismo.
Orígenes de una relación política forjada en la Transición
El interés internacional ha reactivado un viejo asunto. José Bono vuelve al foco por las solicitudes de información de Estados Unidos sobre Venezuela. Aunque Bono aún no figura como investigado aún, Washington analiza el origen de los vínculos políticos entre España y el chavismo.
El triángulo Bono-Morodo-Zapatero no surge de forma improvisada. Tal como lo señala El Cierre Digital, se construyó durante décadas mediante afinidades ideológicas y personales.
José Bono y Raúl Morodo se conocieron a comienzos de los años setenta. Bono inició su carrera como abogado bajo la órbita profesional de Morodo. Ambos militaron en el Partido Socialista Popular de Enrique Tierno Galván. Bono llegó a secretario de organización. Morodo ejercía como secretario general.
Tras la disolución del PSP en 1977, Bono dio el salto al PSOE. Inició una carrera institucional fulgurante en Castilla-La Mancha y en el Gobierno.
Morodo siguió otro camino. Mantuvo perfil intelectual, actividad académica y proyección internacional. La relación entre ambos nunca se rompió.
Zapatero reactiva alianzas y abre la puerta a Caracas
La llegada de Zapatero al poder en 2004 reactivó viejas alianzas socialistas. Bono asumió el Ministerio de Defensa. Desde esa posición, Bono recuperó influencia interna. Impulsó el nombramiento de Raúl Morodo como embajador en Venezuela.
El triángulo Bono-Morodo-Zapatero en Venezuela tomó forma institucional en ese momento. La designación no fue técnica, sino política.
Morodo no pertenecía a la carrera diplomática. Su perfil respondía a otra lógica. Conocía IberoAmérica y mantenía contactos con dirigentes venezolanos. Bono defendió su idoneidad pese a las reticencias de Exteriores. Caracas se había convertido en un destino estratégico y delicado.
Hugo Chávez consolidaba su poder tras el golpe fallido de 2002. Venezuela lideraba el nuevo eje bolivariano en la región. Morodo logró acceso directo a Chávez. Esa cercanía resultó poco habitual en la práctica diplomática española.
Operaciones sensibles y tensión con Estados Unidos
La interlocución fluida facilitó operaciones delicadas. La más relevante fue la venta de material militar español a Venezuela. En 2005, España acordó la venta de patrulleras y aviones de transporte por unos 1.700 millones de euros.
Bono defendió la operación como legal y defensiva. Washington mostró incomodidad inmediata ante el acuerdo.
El triángulo Bono-Morodo-Zapatero generó fricciones con Estados Unidos. El Pentágono bloqueó componentes tecnológicos.
Morodo desempeñó un papel clave desde Caracas. Facilitó contactos, gestionó tensiones y garantizó implicación directa del entorno chavista. De hecho, Chávez mencionó públicamente a Morodo y a Bono como interlocutores de confianza. Subrayó la sintonía política con el socialismo español.
Incluso tras dejar Defensa, Bono mantuvo contactos con Venezuela. Algunas visitas fueron discretas. Otras se produjeron sin carácter oficial.
En todas ellas, Morodo aparece como facilitador constante. Su acceso al poder venezolano resultó decisivo.
El caso Morodo y el interés de Washington
Años después, el foco cambió de dirección. La Audiencia Nacional investigó y condenó a Raúl Morodo por blanqueo de capitales.
La trama se vinculó a pagos millonarios procedentes de PDVSA tras su etapa como embajador. Aunque esos hechos se produjeron fuera del Gobierno de Bono, el caso reactivó el interés sobre las redes políticas tejidas en Caracas.
Ahora, Estados Unidos ha solicitado información sobre las relaciones de José Bono con Venezuela.
El triángulo Bono-Morodo-Zapatero en Venezuela despierta interés por su papel inicial en la aproximación al chavismo. Washington no busca solo responsabilidades penales. Analiza el origen político de la relación entre el socialismo español y el régimen bolivariano. Por ahora, las pesquisas se mantienen en un plano informativo. Bono no ha recibido imputación formal. Sin embargo, el interés estadounidense subraya la relevancia de una red construida durante décadas sobre confianza política y afinidad ideológica.
Una herencia incómoda para el socialismo español
El triángulo Bono Morodo Zapatero es una prueba más de cómo el socialismo español tejió vínculos con uno de los regímenes más corruptos de América.
La verdad siempre termina aflorando. Y esta historia aún no ha cerrado su último capítulo.





1 comentario en «El triángulo oculto Bono-Morodo-Zapatero en Venezuela»
Este Bono cada vez tiene más pelo, le crece igual que crece su patrimonio, pero será de forma antinatural como su pstrimonio. Aquí salen muchos, casos y cosas pero nadie tira de la manta en serio…