Los números no mienten. Las pensiones se han revalorizado un 2,5% en 2022; si tomamos como buena la previsión de un 8,5% del Gobierno (el último IPC se situó en el 8,9%), los pensionistas tendrían que tener una revalorización de otros 6 puntos porcentuales para igualar la subida real de los precios. Revalorización que no van a recibir al suprimirse la paguilla en que se ajustaba el importe de las pensiones anualmente.
El argumento del Gobierno es que el IPC de 2023 no va a ser del 8,5%, sino inferior, por lo que las pensiones subirán más que los precios y eso compensará la menor subida de este año. Pero eso tampoco es verdad. Porque el Banco de España prevé una inflación del 5,6% en 2023 y el FMI, del 4,9%. Es decir, muy superior en cualquier caso al 2,5% que han subido las pensiones este año.
El efecto base
Pero eso tampoco es real porque hay que tener en cuenta otro elemento: el llamado efecto base. En todos estos cálculos, estamos hablando de porcentajes, no de dinero efectivo. Y no es lo mismo aplicar el 8,5% sobre unas pensiones a las que se subiera un 6% adicional este año con la paguilla (el 8,5% en total con el 2,5% que han subido), que aplicarlo sobre una cantidad que sólo ha subido un 2,5% en realidad. La base sobre la que se calcula el 8,5% es muy inferior y, por tanto, esa subida también lo es.
¿Qué pasaría si el Gobierno hubiera mantenido la paguilla? Pues que se le habría subido un 8,5% sobre los 1.500 euros de 2021, lo que daría 1.627,5 euros al repartirlo entre 14 pagas (en realidad, era una compensación que se cobraba de golpe para todo el año). Y esa es la base sobre la que calcularía el alza del 8,5%, lo que daría 1.765,84 euros. Una diferencia sustancial, de casi 100 euros al mes, respecto a los 1.668,19 que salen con el sistema del Gobierno.
Por tanto, los pensionistas van a perder poder adquisitivo por dos vías. La primera es porque el IPC de 2023, aunque se reduzca respecto al 8,5% estimado para este año, no va a ser tan bajo como el 2,5% de 2021, con lo cual van a perder la diferencia. Y la segunda es que, al calcular el 8,5% sobre una base más baja, la subida en dinero real también va a ser inferior.
(con información de OK Diario)