Reino Unido da un paso más para ser cautos con un tema tan importante y con consecuencias tan irreversibles como es el cambio de sexo.
El sentido común empieza a prevalecer en Europa. Ya la psiquiatra infantil Caroline Eliacheff lo advirtió cuando en España se iba a aprobar la ley trans: se están usando métodos que otros países han prohibido «tras observar sus resultados perniciosos e irreversibles».
La Seguridad Social británica dejará de recetar fármacos bloqueadores de la pubertad a los menores
La Seguridad Social británica ha confirmado que las clínicas de identidad de género dejarán de recetar fármacos bloqueadores de la pubertad a los menores. La decisión se toma tras una consulta pública y un informe que la Seguridad Social inglesa encargó en 2020. Al parecer se detectó un fuerte aumento de las derivaciones al Servicio de Desarrollo de la Identidad de Género (GIDS) -un servicio especializado para jóvenes que experimentan dificultades en el desarrollo de su identidad de género- gestionado por el Tavistock and Portman NHS Foundation Trust. De acuerdo con los datos, entre 2021 y 2022 se produjeron 5.000 derivaciones, frente a poco menos de 250 registrados una década antes.
La ministra de Sanidad, Maria Caulfield, se ha mostrado contenta con la decisión: «Siempre hemos tenido claro que la seguridad y el bienestar de los niños son primordiales, por lo que acogemos con satisfacción esta decisión histórica del NHS». «Poner fin a la prescripción rutinaria de bloqueadores de la pubertad ayudará a garantizar que la atención se basa en la evidencia, la opinión clínica de expertos y está en el mejor interés del niño«.
Algo que advirtió hace pocos meses la ministra británica de Igualdad, Negocios y Comercio, Kemi Badenoch: «Estamos viendo, diría yo, casi una epidemia de niños gais a los que les dicen que son trans y les embarcan en una ruta médica de decisiones irreversibles, que luego lamentan».
Reino Unido ha dado un paso muy importante de sentido común. Hay que seguir avanzando para terminar con esta aberración, pero al menos, esto representa un avance. En España, de momento, es imposible un cambio así. Tenemos un gobierno donde predomina el sectarismo ideológico y, por tanto, se niega a admitir la evidencia y la realidad.
Fuente: Rocío Orizaola | Hispanidad
