El sectario ministro Albares completa el giro ideológico del núcleo duro de Exteriores

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Albares, en los últimos nombramientos de altos cargos ha elegido perfiles afines políticamente y ha premiado a los diplomáticos salientes con distintas embajadas

El responsable de Exteriores, José Manuel Albares, ejecutó una remodelación de la cúpula del Ministerio el pasado 19 de diciembre con un objetivo principal: rodearse de perfiles más ideológicos y próximos al Partido Socialista y, sobre todo, fieles a Sánchez y su golpismo institucional.

La renovación supuso un giro de 180 grados respecto a la anterior cúpula, donde primaban figuras más académicas, diplomáticas, al servicio del Estado y alejadas —públicamente— de cualquier adscripción política. En su sectarismo ideológico ha primado el servicio a los intereses y afinidad política socialista que el servicio a los intereses de España.

Obviamente, la nueva estructura del Ministerio ha despertado críticas dentro del cuerpo diplomático y las asociaciones a las que pertenece.

Mismas formas de ver los conflictos y la política exterior

La renovación del Ministerio busca potenciar la parte más ideológica, política y sectaria dentro de la institución. Albares ha elegido perfiles con afinidad a los socialistas. Una característica que permite formar una guardia pretoriana que comparta la visión de la situación en el exterior. Perfiles con creencias, ideología y una visión claramente de izquierdas para actuar, precisamente, en línea con dichos principios y dejar a un lado el perfil más profesional de servicio a los intereses de España de la diplomacia.

La guardia pretoriana socialista de Albares

La remodelación asciende a la dirección de Exteriores a tres cargos socialistas y la mano derecha de Albares.

Fernando Sampedro, secretario de Asuntos Exteriores del PSOE, es el nuevo director de la Secretaría de Estado para la UE tras haber formado parte del equipo de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.

Susana Sumelzo, nueva secretaria de Estado para Iberoamérica, ocupó el cargo de secretaria de Administraciones Públicas y Política Municipal en la Ejecutiva socialista y mantiene su escaño en el Congreso de los Diputados, donde ha abordado distintas cuestiones sobre política exterior relacionada con la UE.

La portavoz en el Senado entre 2021 y 2023, Eva Granados, miembro del PSC, ha pasado a dirigir la secretaría de Estado de Cooperación Internacional.

Además, Diego Martínez Belío, diplomático y jefe de Gabinete, fue nombrado secretario de Estado de Asuntos Exteriores y Globales.

Claramente personas ante todo socialistas que van a hacer primar los intereses de partido antes que los de España. Y es que con Sánchez, los intereses de España se subordinan a sus intereses e ideología.

Es claro que dentro del cuerpo diplomático no ha sentado nada bien esta apuesta unilateral por perfiles de marcado signo político socialista, a pesar de que la mayoría han trabajado en cuestiones relacionadas con en política exterior y europea.

Quejas por colocar en embajadas a personas del PSOE

Además, en las últimas semanas, ha habido una nueva protesta de las asociaciones de diplomáticos. Un malestar que han hecho público y de una forma mucho más vehemente tras el nombramiento de Héctor Gómez, exportavoz de los socialistas en el Congreso, y Miquel Iceta, líder del PSC, como nuevos embajadores de España ante la ONU —en Nueva York— y en la UNESCO —en París—, respectivamente. Dos perfiles claramente socialistas y cuya ausencia de trayectoria internacional supone una «merma para la imagen» , en opinión de la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE).

Y es que Sánchez está usando cualquier estamento no para trabajar por los intereses de nuestra nación sino para sus intereses particulares y de partido.
(Con información de El Confidencial Digital)

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