El PP y su alianza con la agenda separatista del PSOE: La imposición del «habla andaluza» en los colegios

El Gobierno del PP en Andalucía, liderado por Juanma Moreno Bonilla, ha dado un nuevo paso en la dirección globalista, alineándose con la estrategia separatista del PSOE para la fragmentación de España. Su reciente acuerdo con la Fundación andalucista Alejandro Rojas Marcos para promover el llamado «habla andaluza» en las aulas no es más que un intento de crear un sentimiento identitario diferenciado del español, con el objetivo de debilitar la unidad nacional.

El 3 de diciembre, el Gobierno del PP en Andalucía firmó este acuerdo con la mencionada fundación para promover el habla andaluza en sus distintas modalidades. Apenas unas semanas antes del 28F, la consejera de Educación del PP ha comenzado a dar los primeros pasos para implementar este proyecto en los colegios andaluces.

Este protocolo, con una vigencia de cuatro años, tiene como objetivo principal la colaboración entre el Gobierno andaluz y la fundación izquierdista para valorar el habla andaluza como una variedad lingüística de la lengua española y como seña de identidad del pueblo andaluz. Además, el acuerdo busca promover su uso en el espacio público y social, en el entorno institucional y en los medios de comunicación. Para ello, se creará una Comisión Mixta de Seguimiento, que velará por su correcta ejecución.

La educación andaluza, en crisis mientras el PP juega al andalucismo

Mientras el Gobierno del PP se enfoca en una política identitaria que solo busca diferenciar a Andalucía del resto de España, la realidad educativa de la comunidad autónoma es alarmante. Desde que Moreno Bonilla asumió la presidencia, el sistema educativo andaluz ha perdido más de 107.000 alumnos. Además, Andalucía sigue registrando cifras de abandono escolar por encima de la media nacional, así como índices educativos preocupantes en los conocimientos más básicos.

En lugar de destinar recursos y esfuerzos a mejorar la calidad educativa, reducir el fracaso escolar y fortalecer el sistema de enseñanza, el Gobierno andaluz ha decidido priorizar una agenda ideológica que no aporta nada al desarrollo educativo de los alumnos.

El PP, cada vez más alineado con la izquierda andalucista

El andalucismo político, promovido históricamente por el PSOE y sus aliados separatistas, ha fracasado en el pasado con el Partido Andalucista, y ahora es el PP quien decide recoger este testigo. El gobierno de Moreno Bonilla ha asumido cada vez más los postulados de esta ideología, lo que demuestra que el bipartidismo PP-PSOE sigue trabajando en la misma línea para desmembrar España.

La consejera de Educación del PP ha asegurado que los andaluces tienen «una cultura y una identidad propia» . .

La imposición de un acento como herramienta de ruptura

El llamado «habla andaluza» no es más que un acento, un rasgo fonético propio de la región que jamás ha sido considerado un idioma ni un dialecto diferenciado del español. Sin embargo, al elevarlo a la categoría de «variedad lingüística» y presentarlo como una seña de identidad diferenciada, el PP sigue la misma hoja de ruta que el PSOE ha impulsado en Cataluña, el País Vasco y Galicia: crear sentimientos identitarios separados para debilitar el concepto de nación española.

El PP y el PSOE vuelven a demostrar que son dos caras de la misma moneda cuando se trata de promover la fragmentación de España. Mientras el socialismo ha trabajado durante décadas en la construcción de identidades regionales separadas, ahora es el PP quien recoge ese testigo en Andalucía. Lo que debería ser un mero acento y un rasgo cultural enriquecedor se convierte en una herramienta política para fomentar un sentimiento de diferenciación, que a largo plazo solo contribuirá a la ruptura de la unidad nacional.

El régimen bipartidista PP-PSOE sigue avanzando en su plan de dividir España en identidades diferenciadas, y la imposición del «habla andaluza» en las aulas es solo una nueva muestra de ello.

En lugar de preocuparse por mejorar la enseñanza, reforzar el español como lengua vehicular y garantizar una educación de calidad, el Gobierno de Moreno Bonilla prefiere alimentar el andalucismo político, siguiendo los pasos de los separatistas catalanes y vascos. Esta estrategia, lejos de fortalecer a España, solo conduce a su fragmentación y debilitamiento.