El país mayordomo | Pío Moa

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Por la atención reverente con que viene tratando el fallecimiento de la reina inglesa  la Triple M (Medios de Manipulación de Masas o Triple Mierda) y gran parte de la casta o chusma política española  parece que fuera la reina de España, con  Felipe VI como subordinado suyo, especie de virrey. Pero era la reina, precisamente, de Gibraltar.

En alguna literatura sale la figura simpática del mayordomo, que sabe siempre cuál es su sitio,  orgulloso de su amo, a quien sirve con devoción y  fidelidad perruna. La actual casta o chusma política, inculta y corrupta, ha reducido a España al estado de país mayordomo o lacayo de Inglaterra. Su patriotismo español es nulo, pero su patriotismo inglés subalterno es intenso, casi apasionado. El propio Felipe VI preside un llamado Instituto Elcano, dirigido por un agente inglés y desde el que se quiere orientar la política exterior española según los criterios de Londres. Felipe, educado él mismo en instituciones anglas, educa a su heredera en un colegio inglés, se ha expresado en ocasiones con afecto servil hacia la corona inglesa –la de Gibraltar–, y utilizado el idioma inglés en ceremonias oficiales internacionales, en algunas actitudes da la impresión de considerarse rey de una especie de imperio austrohúngaro ibérico. Pero digamos que esto es más bien secundario, pues lo realmente importante es la actitud de los políticos, en quienes el servilismo alcanza grados sin precedentes en la historia.

La reacción española a este fallecimiento, con días de luto y demás, en Madrid y en la propia Andalucía, donde se encuentra Gibraltar, aparte de su folclorismo paleto,  es una de esas anécdotas que se convierten en categorías. Como la plaza dedicada en el centro de Madrid a Margaret Thatcher, la que –en Gibraltar– y en probable estado de embriaguez (era alcohólica)  soltó aquello de “Bombardeemos Madrid”, ante un incidente en la bahía. A Thatcher no puede hacérsele ningún reproche: expresaba a un tiempo su patriotismo inglés y su desprecio, merecido,  por un país cuyos gobiernos se declaran amigos y aliados de la potencia de invade su territorio en un punto estratégico clave, así como el déspota del sur, que aspira a quedarse con Ceuta y Melilla, dos ciudades que la casta política y la OTAN han decidido que deben entregársele antes o después. Para demasiados liberales, Inglaterra es lo que antaño era la URSS para los comunistas, el modelo cuyos intereses, aun contrarios a los españoles, estaban en todo caso por encima de estos.  

 ¿Sabremos los españoles librarnos de una casta o chusma que ha satelizado cultural, política y militarmente a España y amenaza su propia supervivencia compinchada con los separatistas?  Este es el gran tema de nuestro tiempo.

 

Pío Moa es escritor y divulgador español sobre la historia de España del siglo xx principalmente. Sus libros abordan temas como la II República Española, la Guerra Civil, o el franquismo. ​

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