“Ustedes promueven la cultura de la violación” (El País, 30/11/22) espetó Irene Montero en el Congreso, suponemos que al PP y VOX, pero fuera del Congreso, en los parques de Madrid, en los callejones, soportales y ascensores de la capital, las mujeres, en esos días, venían sufriendo en sus carnes un aumento creciente de agresiones sexuales. “Las violaciones subieron casi un 60% en 2022 en la Comunidad de Madrid” (Telemadrid.es, 17/03/23).
Con un 60% de incremento de las violaciones, lo sensato sería destinar los 530 millones de euros del Ministerio de Igual Da a reforzar los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y no a malgastarlos en crear más y más desigualdad, en teatrillos de guarras meando en la calle, en chochocharlas o en cursillos para aprender a masturbarse la maruja de turno.
Uno de los borrones a señalar en la hoja de servicios de la ministra de Igual Da es asistir a modo de síntesis y despedida de su gestión una dramática estadística de mujeres asesinadas, dado que desde que comenzó 2023 hasta el 31 de agosto, en España han sido asesinadas 40 mujeres por violencia “machista” (60% por nacionales y 40% por extranjeros), 10 más que en 2022 en el mismo periodo del año.
Sin embargo, el demérito más sonado y por el que ésta, la señora de Iglesias, pasará a la historia del daño social que está causando el feminismo español es su ley estrella -ley con la que se ha estrellado-, la del “sí es sí”, ya que a día de hoy los tribunales han acordado al menos 1.155 reducciones de penas a agresores sexuales, según el último recuento del CGPJ, como dichas resoluciones han supuesto al menos 117 excarcelaciones antes de tiempo, según publica 20minutos.es (05/07/23). Incluso se ha dado el caso de un violador reincidente que bien se sabe la lección y cuando lo han apresado anda diciendo que “es un enfermo”.
Pero lo más doloroso y repugnante de la ley del “sí es sí” es que durante meses hemos ido viendo que era una ley redactada por incompetentes para cocinar la compleja materia que es la jurisprudencia, doctrina que requiere gente cualificada y formada, nunca primerizas y menos jovencitas deformada por el rancio feminismo Made in Spain, basado el odio al varón y expresión inequívoca tanto de anormalidad mental como de corruptela del gobierno de turno con fines puramente electorales, cuando el ejercicio de la política requiere personas sensatas, justas, equilibradas, coherentes, fiables…
En esto, Irene Montero saca una ley que es un desastre, los Jueces y Magistrados le advierten anticipadamente de las nefastas consecuencias que acarreará y al poco, semana tras semana, en las noticias, vemos aumentar las cifras de agresores que se van beneficiando: 120, 230, 342, 487, 679, 806…1.155, pero ante ello, ni la ministra feminista responsable hace nada por derogar su ley, como tampoco el presidente del gobierno hace nada, porque lo que quiere es que Irene se queme y arda en su propia hoguera.
La conclusión de la actuación de una y otro se muestra en evidencia: Ni a la ministra feminista, ni al presidente femilisto le importan un bledo las mujeres, a la primera porque no da más de sí y anda metiéndose de charco en charco, siendo además testaruda -mala cosa para dedicarse a lo público-, al segundo porque sólo busca la estrategia electoral y en este caso era machacar hasta hundir a la podemita y despejar el camino a otra figura con la que ya se le ve que maneja como un títere de feria, la tal Yoli de Sumar.
Cada agresor al que se le rebaja su condena, cada violador puesto en la calle, ambos son dramas para mujeres concretas, las que agredieron o violaron en su día, también para sus familiares más directos que sufren junto a ellas.
Que el feminismo español es una trola, un cuento chino que engaña a las mujeres de las que sólo interesa su voto, cada día se muestra con más claridad. Pero lo malo no es sólo eso, la mentira que se oculta tras una Industria de Género que da trabajo a medio país, sino que desde la entrada en vigor de la infame LIVG2004 vamos camino de perder 20 años en lo que hubiese sido un país en igualdad constitucional entre hombres y mujeres, un país civilizado y europeo, nunca ilegal e inconstitucional.
José Riqueni Barrios | escritor
(Autor, entre otros, de “La industria de género al desnudo”, “Feminismo Made in Spain” e “Hijos del feminismo”).