El laboratorio de Wuhan estaba manipulando genéticamente el mortal virus Nipah, testifica un experto en una audiencia en el Senado
El hallazgo fue otra evidencia que muestra que el controvertido laboratorio de Wuhan estaba realizando una investigación de ganancia de función, experimentos que finalmente dieron como resultado la pandemia de COVID-19 a través de una fuga de la instalación, según el Dr. Steven Quay, director ejecutivo de Atossa Therapeutics. La investigación de ganancia de función implica mejorar la potencia o la transmisibilidad de un virus.
Quay dijo que él y otros científicos realizaron un examen de muestras de pacientes con COVID-19 de diciembre de 2019 secuenciadas y publicadas por el Instituto de Virología de Wuhan ( WIV ) . A través de ese análisis, publicado en un artículo preliminar que no ha sido revisado por pares, encontraron 20 contaminantes inesperados que creen que son evidencia de otra investigación realizada en el laboratorio.
«Para 19 de los 20 contaminantes inesperados, luego encontramos investigaciones publicadas de los dos años anteriores, lo que confirma que el laboratorio había estado trabajando en estos genes inesperados», dijo en un testimonio escrito antes de una audiencia sobre ganancia de investigación de funciones realizada por el subcomité del Senado sobre Amenazas Emergentes y Supervisión del Gasto.
Pero el único contaminante que no se tuvo en cuenta en los artículos publicados por WIV fue la clonación de vectores del virus Nipah, según Quay. “Esta es la investigación más peligrosa con la que me he encontrado”, dijo en el testimonio escrito.
El virus Nipah tiene una letalidad superior a la del ébola
Este tipo de biología sintética es una violación del derecho internacional, según el experto. “De hecho, va en contra del tratado de armas biológicas desarmar el virus Nipah y luego volver a armarlo”, dijo Quay en una entrevista antes de la audiencia.
El COVID-19 se originó en una fuga de laboratorio de Wuhan
En la audiencia, Quay enumeró una serie de pruebas que, según dijo, apuntaban a que el COVID-19 se originó en una fuga de laboratorio del Instituto de Virología de Wuhan (WIV).
También destacó que WIV era el centro líder mundial para el estudio de los coronavirus y señaló que antes de 2019, la instalación era responsable del 65 por ciento de todas las investigaciones publicadas en el área. “Durante casi una década, estuvieron entrando en cuevas de murciélagos en toda China y… también de regreso en África, 20 visitas al año para llevar estas muestras al laboratorio”, dijo Quay en la audiencia. “Tenían la colección más grande de materias primas de la naturaleza para luego realizar investigaciones de funciones.
“Creo que es la confluencia de esas dos actividades… recuperar cosas de las cuevas de los murciélagos y la investigación de ganancia de función lo que condujo a la pandemia”.
Negativa del régimen chino a investigar
El WIV ha negado repetidamente que fuera la fuente de la pandemia, pero el régimen chino se ha negado persistentemente a abrir el laboratorio y sus registros a autoridades externas, lo que hace que una investigación independiente de la hipótesis sea casi imposible.
Una hoja informativa del Departamento de Estado de EE. UU. de 2021 indicó que los investigadores de WIV habían comenzado a realizar experimentos con RaTG13, identificado por tener la similitud genética más cercana al virus COVID-19, desde 2016.
Además de participar en la «investigación de ‘ganancia de función’ para diseñar virus quiméricos», el WIV ha participado en experimentos con animales de laboratorio en nombre del ejército chino desde al menos 2017, según la hoja informativa.
(Con información de Epoch Times)
