La causa de esta evolución es debida, principalmente, a la subida de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas y de la electricidad y al comportamiento del vestido y calzado, cuyos precios bajan menos que el año pasado, según recoge el INE.
La tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) también aumenta seis décimas, hasta el 6,1%. De confirmarse, sería la más alta desde enero de 1993.
El mes anterior, junio, el IPC ascendió hasta el 10,2%, frente al 8,7% de mayo. Según el INE, la escalada del IPC interanual hasta el 10,2% en junio se debía, principalmente, a las subidas de los precios de los carburantes y de los alimentos y bebidas no alcohólicas. También influyó el repunte de los precios de los hoteles, cafés y restaurantes, superior al del pasado año.
Se cumplen así, de momento, las previsiones que a mediados de julio señalaba que la tasa anual de inflación se mantendrá por encima del 10%, al menos, en julio y agosto.
Las políticas de Sánchez fracasan: el IPC escala al 10,8% en julio y alcanza máximos de 38 años
El Índice de Precios del Consumo (IPC) se disparó en julio al 10,8%, seis décimas por encima de la registrada en junio, y se sitúa en su nivel más alto desde septiembre de 1984, según el indicador adelantado que ha publicado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE).