El Gobierno de Sánchez utiliza el copago farmacéutico para avanzar en su agenda 2030 y empobrecer a los ciudadanos
La filtración de un borrador del anteproyecto de Ley de Medicamentos y Productos Sanitarios ha revelado el regreso de los copagos escalonados, que supondrán un coste adicional para quienes deseen optar por ciertos medicamentos.
El Gobierno de Pedro Sánchez, comprometido con seguir la nefasta hoja de ruta de la Agenda 2030, continúa aprobando medidas que golpean directamente los bolsillos de las familias españolas. Bajo la excusa de una mayor redistribución, el borrador del nuevo anteproyecto de Ley de Medicamentos y Productos Sanitarios, según recoge la Gaceta, incluye una subida del copago farmacéutico, que afectará especialmente a los hogares de ingresos medios y a pacientes crónicos.
Esta medida, impulsada por la ministra de Sanidad, la comunista Mónica García, y el ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, el también comunista Pablo Bustinduy, no solo refuerza la estrategia gubernamental de incremento fiscal, sino que se inscribe en un contexto más amplio de empobrecimiento sistemático de la ciudadanía para financiar una agenda ideológica.
Copago escalonado: más coste para las familias de ingresos medios
La principal novedad de este anteproyecto es la introducción de un sistema de contribuciones basado en los ingresos del paciente. Según el borrador filtrado, los nuevos tramos de copago quedarán establecidos de la siguiente forma:
- 18.000 a 35.000 euros anuales: 50% del precio del medicamento.
- 35.000 a 60.000 euros anuales: 55%.
- 60.000 a 100.000 euros anuales: 60%.
- Más de 100.000 euros anuales: 65%.
Estos nuevos porcentajes abarcan a una mayor proporción de la población que el sistema actual, lo que podría incrementar significativamente el coste sanitario para familias trabajadoras y pacientes crónicos, que ya afrontan una alta carga fiscal.
Además, el borrador propone un modelo de precios seleccionados, que obliga a las farmacéuticas a presentar ofertas cada dos meses. El medicamento más barato se seleccionará como referencia, y los pacientes que deseen optar por otro producto deberán pagar la diferencia de su bolsillo. Este sistema recuerda a la polémica subasta de medicamentos de Andalucía, ampliamente criticada por su impacto en el acceso y la calidad de los tratamientos.
Impacto en la salud y la economía familiar
Las críticas no han tardado en llegar desde distintos sectores. Tanto la industria farmacéutica como los profesionales sanitarios han alertado de las posibles repercusiones de estas medidas. La patronal farmacéutica ha denunciado que el Ministerio de Sanidad no ha respetado los principios de consulta previstos en la Estrategia de la Industria Farmacéutica 2024-2028, lo que genera incertidumbre sobre cómo se implementará este sistema.
Por su parte, la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (Facme) advierte que esta reforma podría complicar la labor de los médicos al prescribir medicamentos, dado que coexistirían varias normativas contradictorias. Esto no solo afectaría a los profesionales sanitarios, sino que podría generar desigualdades entre los pacientes en función de su capacidad económica para adquirir medicamentos no cubiertos por el sistema de precios seleccionados.
Agenda 2030: empobrecimiento como estrategia
La subida del copago farmacéutico no es un hecho aislado. Es parte de una estrategia global del Gobierno de Sánchez para implementar las políticas de la Agenda 2030, cuya ejecución requiere un flujo constante de ingresos que provienen, en gran medida, del bolsillo de los ciudadanos.
Con el pretexto de construir una sociedad más justa, el Gobierno aumenta la presión fiscal y limita el acceso a recursos básicos, como la salud. Este modelo refuerza la narrativa de empobrecimiento sistemático para garantizar el financiamiento de su agenda ideológica.
En palabras de expertos del sector:
«El modelo de precios seleccionados no resolverá problemas estructurales, como la reticencia de los laboratorios a reducir precios de forma voluntaria. En cambio, aumentará la desigualdad entre los pacientes y complicará aún más el panorama regulatorio.»
La inacción de la oposición y la respuesta de la sociedad civil
Mientras los partidos de la oposición permanecen inactivos o con respuestas tibias ante estas políticas, es nuevamente la sociedad civil la que está alzando la voz. Organizaciones de pacientes, expertos sanitarios y economistas coinciden en que estas medidas no solo afectan a las familias de ingresos medios, sino que también socavan la igualdad de acceso al sistema sanitario.
En un momento en el que las políticas del Gobierno de Sánchez reprimen libertades y dificultan la vida de los ciudadanos, es imprescindible que la sociedad se movilice para exigir cambios. La subida del copago no es solo una cuestión económica; es un ataque a la dignidad y al derecho a la salud.
Un paso más hacia el control ideológico
El copago farmacéutico escalonado no es más que otro ejemplo de cómo el Gobierno de Sánchez utiliza la sanidad como un instrumento de recaudación y control. En lugar de garantizar un sistema sanitario accesible y equitativo, esta reforma prioriza el cumplimiento de su agenda ideológica sobre el bienestar de los ciudadanos.
Es fundamental que los ciudadanos sean conscientes de esta estrategia y se opongan a medidas que limitan el acceso a servicios básicos y aumentan la presión económica sobre las familias. Frente a un Gobierno que reprime, cancela y restringe derechos, la defensa de las libertades y la igualdad de oportunidades debe convertirse en una prioridad.
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