En 2025 la partida de publicidad institucional asciende a 161 millones
Subvenciones a los medios afines: Quien paga, manda
El golpe mediático de Pedro Sánchez no es una teoría. Es un hecho probado. Los grandes medios han sido domesticados a golpe de subvención. Es la máxima del poder: quien paga, manda.
Denuncia de la fundación Disenso
El Gobierno de Sánchez destinará en 2025 más de 161 millones de euros a publicidad institucional, según un informe elaborado por la Fundación Disenso. y recogido por el diario La Gaceta. Esto supone un incremento de un 16,5% respecto a los más de 138 millones de euros invertidos en 2024.
Además, desde el año 2019, el Gobierno actual se ha gastado más de 1.766 millones de euros en esta partida presupuestaria, convirtiéndose en el principal anunciante del mercado publicitario español.
Según dicho informe, la situación es tal que en 2024, por ejemplo, la publicidad institucional del Estado, es decir, sin considerar las campañas de carácter comercial financiadas por empresas del sector público, como la propia RTVE o RENFE, «alcanzó una cifra que situó a la Administración por encima de grandes firmas de cosmética, automoción y telecomunicaciones en el ranking de anunciantes».
Preferencia a los medios afines: si estás conmigo, te premio
Las principales cadenas de televisión de ámbito nacional han recibido millonarias sumas en concepto de publicidad institucional. Esto ha condicionado de manera directa su línea editorial. Han sido «comprados» por Sánchez y su gobierno
Además, un porcentaje elevado de la inversión «se concentra en grupos audiovisuales más afines al Gobierno, lo que ha provocado denuncias sobre el uso discrecional de estos fondos públicos». Así, la Cadena SER ha sido especialmente beneficiada frente a otras emisoras, en clara señal de favoritismo ideológico. El mensaje es claro: si estás conmigo, te premio; si no, te castigo.
Este control mediático de Pedro Sánchez también se ha extendido a los canales digitales. Portales independientes han sido asfixiados económicamente mientras los grandes conglomerados mediáticos gozan de impunidad y abundancia. En este contexto, el pluralismo informativo se encuentra herido de muerte.
Censura y represión: El precio de disentir
No basta con premiar a los amigos. Sánchez también reprime a los disidentes. El ahogo económico a medios no afines es solo la primera herramienta. A ello se suma la censura, la retirada de publicidad institucional y el bloqueo en plataformas oficiales. Se trata de una estrategia totalitaria para silenciar cualquier voz crítica.
Los medios disidentes han sido perseguidos mediante inspecciones, presiones fiscales y exclusión de eventos institucionales. Incluso no permitiénsoles que asisten o participen en las ruedas de prensa institucionales, Esta táctica va más allá de la propaganda; busca la desaparición del adversario. Quien no se pliega a la narrativa oficial queda excluido del sistema.
Este control mediático de Pedro Sánchez no es casual, es parte de un plan más amplio para consolidar su poder, es parte de su golpe de estado institucional. Al controlar los medios, controla la percepción de la realidad. Y quien controla el relato, controla la política. Este es el método de los regímenes autoritarios, no de una democracia sana.
El papel de los medios comprados: cómplices del relato
Los medios beneficiados por el Gobierno no son meros receptores de dinero. Se convierten en cómplices activos del relato sanchista. Han renunciado a su deber periodístico de fiscalizar al poder para convertirse en órganos de propaganda. Han silenciado escándalos, minimizado la corrupción y amplificado las mentiras oficiales.
El control mediático de Pedro Sánchez ha degradado el periodismo español. Lo ha convertido en un instrumento del poder, no en un contrapeso. Programas antes críticos han virado hacia la complacencia. Presentadores antes incómodos ahora sonríen al poder.
La manipulación es tan evidente que solo los ingenuos siguen creyendo en su independencia. La prensa libre ha sido sustituida por la prensa subvencionada.
El control mediático de Pedro Sánchez solo se mantendrá si la sociedad permanece dormida. No se trata solo de recuperar la libertad de prensa. Se trata de recuperar la libertad en su conjunto: la de expresión, la educativa, la religiosa y la política.
