La guerra en Oriente Medio pilló por sorpresa a las fuerzas de Estados Unidos y ahora tendría que tomar una decisión entre los dos grandes conflictos actuales.
La guerra que Hamás declaró a Israel el pasado 7 de octubre pilló por sorpresa a todo el mundo. En especial, a las fuerzas israelíes, que vieron cómo la Cúpula de Hierro, su sistema de defensa por excelencia, quedaba doblegado por el impacto de los miles de misiles lanzados por el grupo terrorista de Palestina. Pero también a Estados Unidos, principal socio del país israelí, que tras un gran esfuerzo en su ayuda militar a Ucrania, también en conflicto por la invasión de Rusia el pasado año, ahora se encuentra ante dos guerras y sus planes cambian drásticamente.
Desde la escalada del conflicto en Oriente Medio, la guerra entre Israel y Hamás ha dominado la cobertura de los medios estadounidenses y la atención de muchos en Washington, señala el medio, además de que el creciente desinterés mundial por el conflicto ucraniano podría significar menos apoyo militar y financiero a Kiev por parte de EEUU y sus aliados, que deberán destinar más recursos a Israel.
Además, Israel está perdiendo la guerra de la imagen
A medida que aumentan los muertos en Gaza, Israel pierde la batalla de la imagen en el mundo. Ahora ellos son los crueles y el antisemitismo se impone en Europa. Las imágenes de miles de civiles palestinos llorando, gritando y muriendo bajos los escombros –más de 9.000, según el Ministerio de Salud del enclave– han provocado un tsunami de condenas internacionales, sobre todo, en el mundo árabe y europeo.
No sólo eso: los musulmanes están imponiendo la guerra terrorista, que consiste en esconderse detrás de los civiles, detrás de sus mujeres y niños, a la que no saben contestar los israelíes.
Todos a la espera de Hezbolá
Según Aixos, los oficiales explicaron que Israel necesitaba más proyectiles de artillería, sobre todo si la situación en el norte sufría una escalada, algo que podría generar una guerra paralela con Hezbolá en Líbano.
Y es que el Líbano aguarda hoy, impaciente, el discurso del líder de Hezbolá –milicia chií libanesa–, Hasan Nasralah. El todopoderoso secretario general se ha mantenido en silencio desde el inicio de la guerra entre Hamás e Israel, a pesar de que Hezbolá protagoniza, desde entonces, un conflicto de «baja intensidad» con el país hebreo, como gesto de apoyo a la organización terrorista palestina.
Tras 27 días de completo mutismo, Nasralah se dirigirá a la nación para esclarecer el papel del Líbano, pero ante todo y más importante, la posición de Hezbolá en la guerra que se libra en la Franja de Gaza.
Nasralah se dejó ver, el pasado mes de octubre, manteniendo un encuentro con los líderes de Hamás y la Yihad Islámica. La imagen de los tres representantes puso negro sobre blanco que, efectivamente, Hezbolá mantiene una comunicación fluida con ambas facciones palestinas. Aún más clarificador, es que además de los tres líderes presentes en la sala, la sala de reuniones estaba decorada con las fotografías de los dos ayatolás de Irán, Ruhollah Jomeini y Alí Jamenei.
Armamento USA para Israel a costa de Ucrania
Tal y como explican medios israelíes, Estados Unidos tiene intención de enviar decenas de miles de proyectiles de artillería que, en un principio, tenía planeado enviar a Ucrania. Una petición que viene por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel y del ministro de Defensa israelí a Washington, que desde el estallido del conflicto, muestra su apoyo a este país.
Y es que según medios israelíes, sugieren que Washington había empezado a vaciar el arsenal de proyectiles destinados a Israel para ayudar a Ucrania antes del estallido del conflicto. Además, según explicaba CNN en julio, Estados Unidos estaba lidiando con una escasez de proyectiles de artillería, ya que el país había alcanzado la línea crítica de munición de 155 mm, la munición de artillería estándar usada por todos los países miembros de la OTAN.
Y ante la disyuntiva entre Israel o Ucrania, la respuesta es simple y fácil: EEUU no dudaría en sacrificar a Ucrania. Y si bien las cosas parecen ir mal para Ucrania, hay posibilidades de que sean peores en el futuro cercano. ¿Y quien ganaría? Claramente Rusia.
(Con información de la Razón)