Ya estamos un paso más cerca de la robotización de la sociedad, y por tanto de su deshumanización. Un tribunal de Estados Unidos celebrará por primera vez un juicio en el que la defensa será una inteligencia artificial. DoNotPay, un chatbot de servicios legales, es el primer robot inteligente que es capaz de actuar como abogado. Hará su debut en Estados Unidos el mes que viene para, dicen, ayudar a alguien a impugnar una multa de estacionamiento.

En el sector judicial son conscientes de las limitaciones y los peligros de esto ya que llevar la IA a los tribunales es un salto hacia la deshumanización de la sociedad y el control de la máquinas. Por un lado, porque la acción y el raciocinio humano queda relegado a un segundo plano, pese a que es la parte del hombre es clave en derecho. Además, surge la duda de qué ocurre si el robot falla, de dónde saca los datos, si está actualizado con las diferentes actualizaciones de ley, si tiene en cuenta otros casos anteriores…

También surgen cuestiones deontológicas sobre si debemos estar ‘regulados’ por robots, y se produce un enfrentamiento con la ley de protección de datos, pues no está regulado cómo una IA podría acceder a ellos.

Rechazo del CGPJ

Pese a la aceptación de ciertos sectores del derecho, fuentes internas del Consejo General del Poder Judicial muestra su rechazo a este intento de implantación. Desde el máximo órgano de la justicia española creen que en «esta materia debería mantenerse una posición de precaución y elaborar una regulación completa y garantista del uso de técnicas de inteligencia artificial en el ámbito del ejercicio de la función jurisdiccional, teniendo en cuenta que los artículos 24 y 117.3 de la Constitución garantizan el derecho de los ciudadanos a obtener resoluciones fundadas en Derecho y dictadas por un juez o tribunal. Es decir, a que su caso sea resuelto por un «juez-persona».

Por último, desde el CGPJ cuestionan otro de los puntos que también generan dudas entre los abogados y juristas: la materia conlleva el tratamiento e intercambio de datos personales y, por tanto, «requiere de evaluaciones y controles que eviten un eventual desvío de la finalidad del tratamiento de la información», agregan.

(Con información de VozPopuli)