e-Fuel, carburante sintético | Jacinto Seara

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El e-fuel, o carburante sintético, es líquido, similar al que conocemos en la actualidad. La procedencia es la que marca la diferencia: no procede de energías fósiles, se obtiene tras un proceso químico de hidrógeno, la energía que produce es limpia. Como he escrito en otra ocasión, ya hay más de 100 taxis en París que lo utilizan y en España se está terminando de construir la primera fábrica que lo produce, en el País Vasco, y está proyectada otra en Cataluña. No va a resolver todo el problema energético: según el Consejo del Hidrógeno, por los datos del proyecto “Hydrogenlogistics” sólo el 18% de la energía disponible en el mundo se obtendrá de esta fuente. Debemos seguir trabajando en otras que nos aseguren la independencia energética, hídrica, nuclear.

Por mucho que les pese a los que elaboraron y quieren cumplir la Agenda 30-50, seguiremos utilizando en el mix energético una parte de los productos derivados de los fósiles petróleo y gas. Aun así, con esta pequeña incorporación podría reducirse, según la empresa Bosch, 2,8 gigatoneladas de CO2 en la UE. No es sólo ésta la gran ventaja, es que se puede utilizar para automóviles, trenes, aviones, barcos, tractores, camiones, calefacción, electricidad… Para que esto sea realidad, Hydrogenlogistics ha desarrollado una tecnología flexible, segura y eficaz para abastecer a las estaciones de servicio, depósitos de fábricas y casas.

Otra característica a tener en cuenta es que en lugar de crear gases de efecto invernadero, lo que hace es utilizar como materia prima uno de ellos, el CO2. El defecto es que el hidrógeno no es abundante como gas, si lo es en el agua, por lo que es necesario la electrólisis para separarlo del O2 del agua. Una vez separado, se utiliza el carbono (C) para, combinándolo, obtener el combustible líquido e-fuel.

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