El TSJM debe decidir si el enclave es Bien de Interés Cultural o si el Gobierno Sánchez puede hacer la resignificación
Abogados Cristianos entrega más de 30.000 firmas a la Comunidad de Madrid para que Ayuso nombre BIC el Valle de los Caídos
El Gobierno de Pedro Sánchez continúa su ofensiva contra el Valle de los Caídos. Sin embargo, la sociedad civil no se rinde. Dos grandes iniciativas reflejan la lucha en defensa de este monumento: la Asociación en Defensa del Valle de los Caídos (ADVC) y la campaña de Abogados Cristianos para declarar el Valle como Bien de Interés Cultural (BIC).
La estrategia de la Asociación en Defensa del Valle de los Caídos
La ADVC lucha por la permanencia del conjunto monumental sin alteraciones ideológicas. El presidente de la asociación, Pablo Linares, destaca que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) debe decidir si la competencia para declarar el Valle como BIC corresponde a la Comunidad de Madrid o al Estado. Si el tribunal decide a favor de la comunidad autónoma, el monumento quedará protegido como Patrimonio Inmaterial, preservando su integridad.
Linares señala que el intento de resignificación impulsado por el ministro de Memoria Histórica, Ángel Víctor Torres, representa un ataque directo a la esencia conciliadora del Valle. «El Valle de los Caídos nació como un lugar de paz y reconciliación tras la Guerra Civil», afirma. Según Linares, la intención de Torres carece de fundamento histórico y persigue desmantelar el significado cristiano del enclave.
Las acciones legales: un frente de resistencia
La ADVC ha presentado alegaciones ante el TSJM para asegurar la competencia autonómica en la declaración del BIC. Además, recuerdan que el Valle pertenece a la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos y no al Patrimonio Nacional. Esta entidad, con personalidad jurídica propia, posee el complejo según el Registro de la Propiedad. Reconocer este hecho garantiza que el Estado no pueda intervenir arbitrariamente.
La sociedad civil toma la iniciativa
Por otro lado, la fundación Abogados Cristianos ha reunido más de 30.000 firmas para pedir a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, que declare el Valle como BIC. La campaña denuncia que el Gobierno de Sánchez pretende transformar el lugar en un centro de propaganda ideológica. La presidenta de la fundación, Polonia Castellanos, destaca que esta ofensiva busca borrar la identidad cristiana del monumento.
Las firmas entregadas exigen que Ayuso actúe en defensa del Valle. La declaración como BIC ofrecería una protección legal ante los intentos de resignificación del Gobierno. Para los promotores de la campaña, el cese del prior Santiago Cantera evidencia el asedio contra el carácter católico del recinto. «Han apartado al prior como si fuera un criminal de guerra«, denuncian desde la fundación.
El manifiesto que acompaña la recogida de firmas alerta sobre un posible efecto dominó si el Gobierno logra intervenir el Valle sin oposición: “Si Sánchez se atreve con la cruz más grande del mundo, ¿qué le impedirá actuar contra el resto de nuestros templos o símbolos cristianos?”, advierte el texto, que acusa al Ejecutivo de ser «abiertamente hostil con la fe católica».
Asimismo, Abogados Cristianos critica que la Comisión Interministerial encargada de la resignificación esté compuesta exclusivamente por miembros del Gobierno de Sánchez, lo que, a su juicio, invalida cualquier promesa de neutralidad. «Es un asalto disfrazado de gestión patrimonial», afirman.
Un símbolo bajo amenaza
La lucha por el Valle de los Caídos no se limita a la confrontación judicial. La sociedad civil considera que este monumento no solo representa un lugar de reconciliación histórica y de oración, sino también un símbolo de la identidad católica española. Ceder ante el Gobierno de Sánchez supondría abrir la puerta a futuros ataques contra otros lugares emblemáticos de la fe en España.
El Gobierno de Sánchez y su ministro de Memoria Histórica persisten en imponer una resignificación contraria a la esencia del Valle de los Caídos. Sin embargo, la sociedad civil no baja los brazos. La ADVC y Abogados Cristianos lideran la defensa del monumento con iniciativas legales y el apoyo de miles de ciudadanos. La lucha continúa para garantizar que el Valle mantenga su identidad y su función como lugar de paz, de oración y reconciliación.