El ministro Bolaños señalado por los jueces del colapso por la ley ‘solo sí es sí’

colapso judicial por la ley del solo sí es sí

Un colapso judicial, un caos fabricado que sirve de excusa para cambiar las reglas del juego en beneficio del propio Ejecutivo y la aprobación de la Ley Bolaños

El colapso judicial por la ley del «solo sí es sí» ya tiene fecha

El colapso judicial por la ley del solo sí es sí se acerca. Según más de un centenar de jueces especializados en Violencia sobre la Mujer, el próximo 3 de octubre el sistema se verá desbordado. Ellos culpan directamente al ministro de Justicia, Félix Bolaños, por no dotar de los medios necesarios a los juzgados que deberán asumir nuevas competencias.

Nuevas competencias sin medios: el caos anunciado

Los jueces advierten que la reforma impulsada por el Gobierno amplía de manera notable el ámbito de actuación de los juzgados de Violencia sobre la Mujer. Hasta ahora, su labor se centraba en casos de violencia machista en el marco de la pareja o expareja.

Con las modificaciones de la ley del «solo sí es sí», esos juzgados también deberán investigar delitos sexuales fuera de la relación afectiva, trata de seres humanos con fines de explotación sexual, matrimonios forzados y mutilación genital femenina.

«Todo advertido desde hace meses, lo dijimos, lo anunciamos y lo comunicamos. Pero de nada sirvió», lamentan los jueces en un comunicado. El colapso judicial por la ley del solo sí es sí se convierte, así, en un escenario inevitable.

Promesas incumplidas y falsas soluciones del Gobierno

El pasado 8 de marzo, en pleno Día de la Mujer, los jueces ya alertaron de la situación crítica. Entonces, el Ministerio de Justicia prometió la creación de un 50% más de plazas judiciales y dotar de recursos a los partidos judiciales más saturados.

Sin embargo, nada de eso se ha cumplido. «No sólo no se ha creado ese 50% de plazas prometido. Tampoco se han reforzado los juzgados como se anunció», denuncian los magistrados.

La única medida real, según ellos, ha sido recurrir a comisiones de servicio sin relevación de funciones. Eso significa que los jueces deberán cargar con más trabajo sin dejar de lado sus tareas habituales. El colapso judicial por la ley del solo sí es sí avanza con más fuerza.

El riesgo real: las víctimas desprotegidas

La consecuencia más grave de esta irresponsabilidad política recae directamente sobre las víctimas. Los jueces comparan esta falta de medios con los fallos en las pulseras antimaltrato: un sistema fallido que pone en riesgo a las mujeres que más necesitan protección.

«Asumiremos hasta donde podamos todas esas carencias para asegurar, en la medida de lo posible, el buen trato y la protección de las víctimas», afirman los magistrados.

Sin embargo, el colapso judicial por la ley del solo sí es sí no es solo un problema de gestión administrativa. Es un ataque directo a quienes más deberían estar protegidos por el sistema.

Bolaños en el punto de mira de los jueces

El ministro Félix Bolaños se ha convertido en el principal señalado por el colectivo judicial. Su gestión se considera ineficaz, improvisada y alejada de las verdaderas necesidades de los tribunales.

Aunque el Ministerio insiste en que se han tomado medidas —como la creación de 50 nuevas plazas judiciales y 42 de fiscales— los jueces denuncian que la realidad es bien distinta. Los refuerzos no han llegado y el tiempo se agota.

De hecho, los propios magistrados califican las promesas del Gobierno como «humo». Insisten en que el sistema judicial se encuentra al borde del colapso y que la entrada en vigor de las nuevas competencias precipitará la crisis.

Un caos provocado para imponer la “Ley Bolaños”

Cada vez más expertos en materia judicial señalan que el colapso judicial por la ley del solo sí es sí no responde solo a la ineptitud del Gobierno, sino a una estrategia deliberada. Con Félix Bolaños al frente, el Ejecutivo estaría generando este caos con un objetivo claro: justificar la necesidad de una gran reforma judicial.

La maniobra resulta evidente. Primero se saturan los juzgados con nuevas competencias sin medios suficientes, después se presenta la situación como insostenible y, finalmente, se ofrece la “solución milagrosa”: la llamada “Ley Bolaños”, una reforma diseñada a medida del Gobierno socialista.

La intención, según muchos juristas, no es reforzar la independencia judicial ni garantizar la protección real de las víctimas. Lo que se busca es concentrar el control político sobre la Justicia, debilitando la separación de poderes y reduciendo la autonomía de los magistrados.

En este sentido, el colapso judicial por la ley del solo sí es sí se convierte en una herramienta política, un caos fabricado que sirve de excusa para cambiar las reglas del juego en beneficio del propio Ejecutivo.

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