El país de Biden no sólo se ha aprovechado de la guerra, sino también de la crisis diplomática entre España y Argelia, sobre todo en materia energética. Se ha convertido en el primer proveedor de gas de España, desplazando a Argelia, y encima con un super caro gas natural licuado (GNL) extraído en gran medida con fracking o fractura hidráulica, que consiste en romper las rocas del subsuelo para extraer gas o petróleo, técnica de exploración que está prohibida aquí y en otros países europeos-, que cuesta más del doble que el gas procedente de gasoducto. Argelia ha quedado relegado al segundo puesto y Nigeria se ha situado en el tercero, mientras Rusia se ha mantenido en el cuarto lugar, pero enviando 1,5 veces más… y eso que Pedro Sánchez no iba a contribuir a que Vladimir Putin financiara la guerra.

El fracking o fracturación hidráulica, aunque ilegal, permitió que Estados Unidos se convirtiera en productor y lograra satisfacer gran parte de su demanda, como indica la EIA, además de enviar parte de la producción al exterior

Por otro lado, EEUU ha sido el segundo exportador de crudo a España en 2022, tras Nigeria y adelantando a México, según datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES). En total, nuestro país ha elevado sus importaciones de crudo un 13,2% el año pasado, hasta 63.596 kilotoneladas (kt) -o lo que es lo mismo, a 63,596 millones de toneladas- de 37 tipos de crudo procedentes de 21 países, frente a los 56,2 millones de toneladas de 2021. Nuestros tres principales suministradores de crudo en 2022 han sido Nigeria, con 8,123 millones de toneladas, un 20,9% menos que en 2021 y representando el 12,8% del total; EEUU, con 6,639 millones de toneladas (+62,1%), el 10,4% del total; y México, con 6,125 millones de toneladas (-19,9%), el 9,6% del total; seguidos de Brasil (+161,8%), Irak (+39%), Libia (-20,3%) y Arabia Saudí (+21,1%), entre otros. Por su parte, las importaciones de Rusia se han desplomado un 72,8%, hasta 698 toneladas, suponiendo sólo un 1,1% del total.

Y ojo, hoy domingo 5 de febrero entrará en vigor la prohibición de la Unión Europea de importar petróleo y sus derivados desde Rusia, lo que provocará el encarecimiento de los precios de la gasolina y del diésel. En España, estos carburantes ya acumulan subidas del 20% y del 16,7%, respectivamente, en el primer mes sin la bonificación de 20 céntimos del Gobierno, según datos del Boletín Petrolero de la UE. La gasolina y el diésel han acumulado cinco semanas consecutivas de aumentos en sus precios, que en la última han sido del 1,5% por litro para la gasolina de 95 octanos, hasta 1,66 euros de media, y del 0,95%, a 1,7 euros por litro para el gasóleo. Así, la gasolina es un 7,9% más cara que hace un año y el gasóleo se ha encarecido un 19,83%, pero ambos están por debajo de los máximos del pasado junio. Recuerden que Repsol, Cepsa, BP, Galp, Shell y Disa mantienen descuentos en combustibles, pese al nuevo impuesto a las energéticas que les ha colocado el Gobierno… y que varias compañías del sector llevarán a los tribunales.

De importador a exportador de gas

Estados Unidos fue el primer productor tanto de petróleo como de gas en 2020, último año del que ofrece datos la Agencia Internacional de la Energía. Aunque continuó importando crudo ese año, Estados Unidos ha reducido el número de barriles que trae desde el exterior, según la EIA.

Además, ha invertido su balanza comercial de gas natural. En 2017 pasó de ser importador a exportador, cubriendo la totalidad de la demanda del país con la producción interna, de acuerdo con la Administración nacional de Información Energética. De esta forma, pasó de ser un país mayormente importador a convertirse en productor y exportador, como se recoge en un análisis sobre las exportaciones estadounidenses de gas y petróleo de esquisto del Parlamento Europeo. Y la guerra de Ucrania, le está sirviendo para ganar mucho, mucho dinero además de mantener a otros países bajo su dependencia. Negocio redondo