Ayuso permite el hiyab y el adoctrinamiento ideológico en los colegios madrileños

Ayuso: ¿Política de Derechas o Continuidad Globalista?

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha conseguido que los medios de comunicación y parte de su electorado la perciban como una política de derechas beligerante con Pedro Sánchez. Su discurso aparentemente firme y su crítica abierta al Gobierno central la han consolidado como un referente en el PP, especialmente frente a la tibieza de Alberto Núñez Feijoó. Sin embargo, tras las palabras contundentes se esconden acciones que contradicen sus declaraciones.

La falsa firmeza de Ayuso

Ayuso ha criticado abiertamente las políticas educativas del Gobierno de Sánchez, tachándolas de «pura ingeniería social». Así, durante su intervención en el Fórum Europa, aseguró que su administración seguiría apostando por una educación «libre, plural y de calidad». No obstante, la realidad es diferente. El Gobierno regional sigue permitiendo el adoctrinamiento ideológico en las aulas, lo que pone en duda su postura beligerante contra la agenda izquierdista.

El caso de la profesora vetada

Hace apenas unos días, el PP de Ayuso vetó en la Asamblea de Madrid a una profesora amenazada por pedir el fin del velo islámico en las aulas. Esta decisión contradice directamente el discurso de Ayuso contra el adoctrinamiento, ya que la presidenta optó por condenar al silencio a quien denunció el avance del islamismo en centros educativos de la región. Las instituciones madrileñas parecen rendirse ante una ideología político-religiosa como el islamismo. Este caso refleja la contradicción inherente a la estrategia de Ayuso: mientras se declara defensora de los derechos y libertades, su administración se suma a las políticas globalistas.

La promoción del islamismo: un mal extendido en el PP

El caso de la profesora no es un hecho aislado. La estrategia del PP en Madrid refleja un patrón que se repite en otras comunidades gobernadas por el partido. La promoción del islamismo en el ámbito educativo y social se ha convertido en una constante bajo gobiernos populares que, temerosos de ser acusados de «islamofobia», prefieren ceder terreno antes que enfrentarse a las exigencias de ciertos colectivos. Esta situación pone de manifiesto una incoherencia fundamental en el discurso de Ayuso: su proclamada defensa de los valores occidentales se diluye cuando se tiene que enfrentar a aquellos que perpetúan la discriminación bajo el paraguas del multiculturalismo.

¿Realmente alternativa a Feijoó?

Mientras que Feijoó mantiene una postura ambigua frente al Gobierno socialista, Ayuso intenta presentarse como una figura firme y crítica. Pero sus decisiones reflejan otra realidad: continuidad con las políticas globalistas y de género que tanto dice combatir. Este doble discurso crea confusión entre los votantes que buscan una oposición clara y sin fisuras al socialismo de Sánchez.

El fenómeno Ayuso demuestra cómo el PP se adapta al discurso izquierdista cuando conviene. Ayuso representa esa estrategia híbrida que promete firmeza en los discursos pero cede ante el globalismo y la izquierda en la práctica. Los votantes, deslumbrados por sus frases efectistas, olvidan que, en lo esencial, Ayuso y Feijoó coinciden en mantener el rumbo globalista y la ideología de género-woke. Esta deriva no es más que un reflejo de la conversión del PP en una fuerza política acomodada al poder, que renuncia a liderar un verdadero proyecto alternativo frente a la hegemonía ideológica de la izquierda.

El espejismo de la oposición

Mientras tanto, la estrategia de Ayuso sigue siendo efectiva en el plano mediático. Sus discursos son replicados una y otra vez como si representaran un contrapunto firme a Sánchez. Sin embargo, basta rascar un poco en su gestión para descubrir que su gobierno también fomenta políticas identitarias, migratorias y educativas que no se diferencian sustancialmente de las del PSOE. Esta paradoja convierte a Ayuso en un símbolo de la incapacidad del PP de romper con el marco mental que la izquierda ha impuesto en el debate público.

El problema no radica solo en el liderazgo de Feijoó, sino en una estrategia política que Ayuso también sigue. La presidenta madrileña ha logrado venderse como una alternativa conservadora cuando, en realidad, su gestión refleja la misma continuidad con la agenda globalista y de género que caracteriza al PP. Este engaño es efectivo en el corto plazo, pero perjudica a aquellos que buscan un proyecto verdaderamente conservador en España.

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1 comentario en «Ayuso permite el hiyab y el adoctrinamiento ideológico en los colegios madrileños»

  1. Ayuso, la defensora de las cañas y las patatas bravas, es un fraude. Recuerden q le importa más Sillicon Valley q el Valle de los Caídos y así siempre.

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