Impresionantes testimonios en el Congreso de EEUU que pone rostro a la sustracción de órganos de bebés abortados

Algunos bebés abortados se venden como experimentos científicos.

Impresionante testimonio de la congresista Marjorie Taylor Greene en el Congreso de los EEUU.

En primer lugar señaló que no se puede  llamar al aborto como “cuidado de la salud de las mujeres” y, para ello dedicó los primeros 10 minutos de una audiencia en el Congreso a describir gráficamente los diferentes tipos de abortos y mostrar fotografías de los instrumentos utilizados en los procedimientos.

Ese fue solo el comienzo de una audiencia llena de testimonios, fotografías y videos espantosos.

«Realmente no hablamos de aborto cuando hablamos de salud reproductiva de la mujer. No creo que nada de lo que describí suene a atención de salud reproductiva. De hecho, es exactamente lo contrario”. Mucha gente se niega a hablar en absoluto sobre el aborto, afirmó.

Los niños abortados terminar siendo experimentos científicos

“Estamos hablando de lo que realmente es un aborto; es el asesinato de un niño. Es el asesinato de un ser humano. Y luego, ¿qué pasa con los seres humanos después de haber sido asesinados? dijo la Sra. Greene. Según testimonios, algunos terminan siendo experimentos científicos.

“A pesar de que constantemente quieren [los demócratas] hablar del llamado derecho reproductivo de las mujeres, que es el aborto, pero para ello tenemos que hablar realmente de qué es exactamente con el más mínimo detalle, porque eso es lo que es. Es verdaderamente sangriento, horroroso y bárbaro, pero aparentemente muy lucrativo. Y creo que ese es el lado más perturbador, aparte de que mata a un ser humano”.

Le dijeron a un trabajador que había bebés abortados en las cajas y le preguntaron si podían tener una caja para darles un entierro adecuado a los bebés. En el interior, encontraron los restos de 110 bebés del primer trimestre y cinco bebés de término posterior que parecían haber estado en el segundo y tercer trimestre. Pusieron nombre a cada uno, celebraron una misa fúnebre con un sacerdote católico y enterraron a los 110 bebés del primer trimestre en un cementerio.

Las mujeres se pusieron en contacto con la policía a través de un abogado porque los cinco bebés mayores parecían haber nacido vivos o haber sido sometidos a abortos por nacimiento parcial.

Pidieron a la policía que se llevara a los bebés, les realizara una autopsia y supieran si fueron abortados legal o ilegalmente. Si bien la policía recogió a los bebés, ese mismo día, el FBI arrestó a la Sra. Handy y la acusó de una violación de la Ley de Libertad de Acceso a las Entradas a las Clínicas (FACE) por un incidente ocurrido en octubre de 2020 en el mismo negocio de abortos, donde los activistas pro-vida realizaron una sentada. Por eso, la Sra. Handy y otras personas con cargos similares fueron declaradas culpables de violar la Ley FACE y han estado en una prisión federal durante siete meses, en espera de sentencia.

Cada uno enfrenta hasta 11 años de prisión por participar en esa sentada. Nadie ha sido acusado en relación con los presuntos partos parciales y abortos tardíos.

“Mis colegas están literalmente en la cárcel en este momento bajo la Ley FACE por sentadas pacíficas y totalmente no violentas que son similares a muchos otros movimientos de justicia social, y esas [otras] personas no enfrentan este tipo de cargos”, dijo la Sra. Bukovinac. . «Estamos viendo la militarización total de la ley».

La Universidad de Pittsburgh tiene una larga y bien documentada historia de investigación sobre bebés abortados. En un experimento del que se habla mucho allí, los científicos extirparon el cuero cabelludo de bebés que habían sido abortados a los cinco meses de gestación y cosieron la piel en el lomo de ratas de laboratorio, a las que luego les creció el pelo en la espalda. El experimento se financió con dinero de los Institutos Nacionales de Salud.

Gran parte del testimonio cubrió información conocida pero preocupante sobre la incómoda forma en que se monetiza el aborto en Estados Unidos.

La Sra. Greene dijo que la audiencia estaba destinada a comenzar a realizar cambios.

«El mayor cambio que es necesario hacer es: no debería haber ningún bebé sacrificado en el útero de su madre ni nacido parcialmente y sacrificado bárbaramente para que su cuerpo sea vendido«, dijo Greene. «No puedo imaginar a ningún estadounidense que no esté de acuerdo con eso».

Fuente: Beth Brelje | Epoch Times