Ante la imposición del globalismo de eliminar el dinero en efectivo, Suiza busca blindarlo mediante un referéndum

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El país helvético va hacer un referéndum para prohibir que la economía vaya por completo al dinero digital. La iniciativa ha conseguido hasta 57.000 firmas más de las necesarias para que se pueda refrendar.

Que las élites globalistas quieren eliminar el dinero en efectivo como paso para eliminar la soberanía de las naciones e implantar el dinero digital con el objetivo subyacente de control poblacional es una realidad cada vez más evidente. Pero ante estos planes siempre hay variables que se escapan y pueden hacer desbaratar los planes. Este es el caso de Suiza, que es el país con mayor apego al dinero en efectivo de todo el mundo.

De hecho, la media señala que los suizos mantienen unos 11.000 euros, al cambio, por persona en papel moneda. Unos datos que sorprenden si se comparan, por ejemplo, con Suecia, donde la media cae hasta los 500 euros en efectivo por persona.

Reacción ante el intento de creación de la versión digital de la moneda

El éxito de esta iniciativa, se necesitan 100.000 firmas para hacer un referéndum y consiguieron hasta 57.000 más, se debe al temor de que el dinero en papel desaparezca en algún momento y que todas las transacciones pasen a ser digitales, lo que consideran que aumentaría también el riesgo de ser vigilados. Y no es para menos, ya que cada vez son más los países que ponen coto al uso del dinero en efectivo, e incluso hasta fecha de defunción. Por eso, los suizos quieren votar para que el Gobierno reconozca el derecho al uso del efectivo mediante una ley que lo ampare. Además, también aseguran que es una manera de defender a las personas mayores, que están habituadas a pagar de manera física.

Los promotores de la consulta quieren incorporar una garantía constitucional para que el país siempre cuente con monedas y billetes de banco suficientes para realizar pagos, incluso en casos de ciberataque, de un fallo de los sistemas o de un gran apagón. “El efectivo es libertad y una prioridad absoluta para Suiza”, afirma el grupo suizo pro-efectivo en su página web. “Es contrario a los derechos humanos y a nuestro legado de libertad excluir a las personas que prefieren utilizar efectivo a una tarjeta”.

Para la mayoría de suizos, los pagos en efectivos son sinónimo de anonimato y privacidad. Cuando se hacen abonos con tarjetas de crédito o con sistemas de pago vinculado a grandes grupos tecnológicos (Google o Apple Pay), siempre quedan rastros de las transacciones.

Desde el portal Moneyland explican que: “a medida que ha avanzado la digitalización, también lo han hecho la ciberdelincuencia y el fraude online. Las cuentas en bancos suizos y las tarjetas de crédito son regularmente el objetivo de ciberdelincuentes y estafadores. El dinero en efectivo puede ser robado físicamente en un lugar, pero el ‘dinero digital’ puede ser robado en cualquier lugar y en cualquier momento”.

 

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