Almendritas, tiburones y otras faltas de decoro | Alejandra Soto

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

Saltaba hace unos días el escandaloso titular “El Gobierno saca a concurso el servicio de imagen para las ruedas de prensa de Moncloa. El concurso público ofrece un contrato de 19.541,50 euros al año, prorrogable hasta 80.750 euros en cuatro años” y todos nos poníamos las manos en la cabeza al grito de ¡Qué barbaridad! ¿Para qué gastan tanto en imagen? ¿Tan difícil les resulta presentarse decentemente frente a cuatro micrófonos?

Pues la respuesta es SI, y a las pruebas me remito.

Más allá de la ruborizante cantidad gastada en los tiempos que corren, resulta vergonzoso que entre todos los españoles tengamos que pagar por el cumplimiento del protocolo – o más bien decencia institucional mínima – que nuestros políticos se han negado a aprender desde que llegaron al poder. Miles de familiares han observado estos últimos meses como el Ejecutivo los deshumanizaba con un trato puramente estadístico de las víctimas e incluso hasta la comunidad internacional se lo ha tenido que pensar dos veces antes de concedernos ayudas para la gestión de la crisis, habida cuenta de la imagen dicharachera que transmitían nuestros gobernantes entre “almendritas” y “tiburones”.

Cuando el pasado mes de abril, en una de las sesiones de control al Gobierno, Casado le pidió al Presidente del Gobierno que comenzara a utilizar corbata negra, como símbolo de luto por los fallecidos (nada menos que 15.000 víctimas), Sánchez se lo tomó como algo trivial, una anécdota más sobre su preciosísima apariencia a la que no hacer ni caso. Por suerte para muchos no pasó inadvertida esta “dejadez”. Los estudiosos en la materia confirman que en la transmisión de un mensaje “cara a cara” el componente verbal roza el 30 % mientras que la comunicación no verbal asciende al 70 % y que en el caso de contradicción entre las palabras y “el cuerpo”, siempre debe optarse por el segundo . ¿Qué quiero decir con esto? Que si todos sospechábamos que a Pedro Sánchez, fuera de “su persona” no le importaba nadie más, con su disposición corporal lo pudimos confirmar. Gracias por tanto.

Críticas muy parecidas fueron surgiendo a medida que crecían en miles los muertos a causa del Covid, sin intención alguna por parte del Gobierno de declarar el luto nacional, mientras todos los países de nuestro entorno ya ondeaban sus banderas a media asta. Tres meses, más de 200.000 casos confirmados y 28.000 muertos (o tal vez 26.000, quién sabe, pues en esos extraños días de finales de mayo “desaparecieron” cerca de dos mil victima en 24 horas sin que nadie diera explicación alguna), se decretaron 10 días de luto por las víctimas del Coronavirus. Ni un minuto por fallecido. Ni eso podían darles. ¿Saben cuánto tardaron en decretar luto oficial por la muerte de Rubalcaba? ¿Y cuánto tiempo duró? Búsquenlo. Así están las cosas.


Pero no crean que esta macabra falta de decencia es exclusiva del Sr. Sánchez, porque resultaría digno de mencionar desde la mascarilla de Fredy Mercury de Fernando Simón, días antes de llegar a los 30.000 fallecidos, hasta el intento de Madrid Fashion Week que vivimos en el Palacio Real, el día del homenaje oficial de las víctimas del Covid, de la mano de la Presidente del Congreso, Meritxell Batet, y la del Senado, Pilar Llop, la una para ir una raja lateral completamente inadecuada para la ocasión y la otra, por “lucir” un vestido dorado y malva en el que directamente no entramos a comentar.

La desfachatez de este Gobierno ha sido constante desde su toma de posesión, la falta de tacto, de decoro, de educación al fin y al cabo, no han dejado de estar presentes en cada una de sus apariciones públicas, y el hecho de que ahora pretendan invertir en paliar dicha “apariencia” en vez de en un verdadero Comité de Expertos para combatir la pandemia, no hace sino evidenciar que su única estrategia es intentar que si “la esposa de César” no puede ser honesta, al menos que lo parezca.

Alejandra Soto Moreno | Abogada

alguna), se decretaron 10 días de luto por las víctimas del Coronavirus. Ni un minuto por fallecido . Ni eso podían darles. ¿Saben cuanto tardaron en decretar luto oficial por la muerte de Rubalcaba? ¿Y cuánto tiempo duró? Búsquenlo. Así están las cosas. Pero no crean que esta macabra falta de decencia es exclusiva del Sr. Sánchez, porque resultaría digno de mencionar desde la mascarilla de Fredy Mercury de Fernando Simón, días antes de llegar a los 30.000 fallecidos, hasta el intento de Madrid Fashion Week que vivimos en el Palacio Real, el día del homenaje oficial de las víctimas del Covid , de la mano de la Presidente del Congreso, Meritxell Batet, y la del Senado, Pilar Llop, la una para ir una raja lateral completamente inadecuada para la ocasión y la otra, por “lucir” un vestido dorado y malva en el que directamente no entramos a comentar. La desfachatez de este Gobierno ha sido constante desde su toma de posesión, la falta de tacto, de decoro, de educación al fin y al cabo, no han dejado de estar presentes en cada una de sus apariciones públicas, y el hecho de que ahora pretendan invertir en paliar dicha “apariencia” en vez de en un verdadero Comité de Expertos para combatir la pandemia, no hace sino evidenciar que su única estrategia es intentar que si “la esposa de César” no puede ser honesta, al menos que lo parezca. Alejandra Soto Moreno

Deja un comentario