Después de escribir en este mismo medio los artículos titulados “Sí, ya viene el PP… ¿y ahora qué?” y “Nos dejan elegir el títere pero no al titiritero?”, creo que queda sobradamente explicada la escasa fe que le tengo al sistema político español tal como funciona en la actualidad, y mi nula esperanza de que un cambio de Gobierno traiga también un cambio sustancial a la política patria.
Esto dicho, y como mero observador de la realidad política española, quiero centrarme ahora en un tema que me llama poderosamente la atención: la estrategia adoptada por el nuevo líder del Partido Popular, el Sr. Núñez Feijóo, consistente en repetir a los cuatro vientos y a todo el que lo quiera oír, que él lo que pretende, si gana las elecciones, es concluir un pacto de Gobierno con el PSOE.
La insistencia en el machacón mensaje transmite muchas cosas al electorado que éste no debería tardar en captar: la primera de todas, y no poco importante, la nula fe que tiene el candi4dato en obtener una franca victoria, error que se antoja de principiante. Nadie puede ir a una batalla diciendo que no la va a ganar: eso es de manual.
Íntimamente unida a la anterior, la segunda cosa que transmite el mensaje de Feijóo es la inexistencia de un programa de Gobierno propio del Partido Popular, el cual, lógicamente, sólo se perfilará y diseñará una vez que, con posterioridad a las elecciones, se alcancen y publiquen los acuerdos de Gobierno con el partido con el que quiere gobernar. En otras palabras, cuando el votante del Partido Popular vote Partido Popular, ¿sabrá realmente lo que está votando, o hará mejor en mirar al programa de otros partidos, y concretamente el de uno, para saber qué es lo que puede esperar de su voto al Partido Popular?
La tercera no es menos importante. El Sr. Feijóo hace donosa entrega de todo el electorado situado en la parte de su derecha, para con el que exhibe un sangrante y despectivo desdén rayano en el desprecio. Un desdén y un desprecio que si siempre es grave, lo es hoy, mucho más, cuando a la derecha del Partido Popular ya no existe, como siempre existió, un erial, sino una opción bien consolidada, que lo podrá hacer mejor o peor y obtener más o menos votos, pero que en todo caso, existe y representa a un amplio espectro electoral.
Con ser las anteriores consecuencias no poco importantes, existe una cuarta que no me lo parece menos, y que expreso en esta pregunta: el mensaje que se envía al votante del PSOE, auténtico e indisimulado objetivo de la estrategia, ¿es el adecuado?
Para dar respuesta a esa pregunta yo dividiría el posible electorado desencantado del PSOE en dos. Primero, el de los que estén muy desencantados con la actuación de su partido, probablemente más de los que se piensa: ¿es el mejor mensaje confirmarles que si votan PP va a seguir gobernando el PSOE? Lo más normal sería que optaran por la abstención, ¿no les parece a Vds.? O incluso por el famoso sorpasso y por votar opciones verdaderamente novedosas en un votante del PSOE, algo que, por cierto, ha ocurrido ya en otras convocatorias electorales.
Y ahora, aquellos votantes del PSOE que sólo están algo desencantados con la actuación de su partido. ¿El mensaje que les manda Feijóo no es el de “sigan vds. votando al PSOE con toda tranquilidad, que aquí viene el PP a corregir esos pequeños fallitos que están indisponiendo a Vds.”?
En resumidas cuentas, con este mensaje tan grosera como insistentemente repetido de que el PP viene a las elecciones para gobernar con el PSOE, ¿se puede esperar obtener un solo voto del PSOE, y menos aún los necesarios para compensar la sangría que dicho mensaje debería producirle al PP por su derecha?
Sólo un dato para pensar: en este país, -y por desgracia para todos-, nadie sabe ganar elecciones como lo hace el PSOE. Y cuando en anteriores convocatorias se vio en situación como aquella en la que se halla hoy el PP, jamás, pero jamás, le puso en la boca a su votante el supuesto “caramelito” de que si ganaba las elecciones “buscaría un pacto con el PP”. A lo mejor hacía bien Feijóo en aprender algo del PSOE. Aunque sólo fuera esto (y nada más).
Luis Antequera | Escritor
6 comentarios en «¿Alguien entiende la estrategia de Feijóo? | Luis Antequera»
Buenos días. Coincido plenamente con Usted. Servidor votante tradicional del PP, harto de esa estrategia, inaugurada por Aznar en su segunda legislatura, estoy cansado de ser engañado y de ver manipulado mi voto y confianza. Votaré a VOX.
El señor Feijóo es un sucesor de aquellos que, en el gobierno, «aggiornaron» al PP volcándolo a la izquierda, principalmente en los temas antropológicos tras sus postulados. Es como que da una vuelta de rosca a aquel proceso del señor Rajoy. El PP viene a ser un café, descafeinado; una cerveza, sin alcohol; un partido con otra alma. Feijóo expres un «buenismo» tras los dichos del señor Feijóo es contraproducente para su propio interés, tal como queda claro en el artículo de Antequera. De todas formas, los políticos profesionales contemporáneos buscan votos y, seguramente, hay un electorado conformista con la «cultura media» ya instaurada en España.
¿Necesitaban Vds. esa declaración para saber lo que es el PP?
¡¡¡No les bastan las repetidas «Homilías» de ese individuo (que se confiesa vascongado) en las que no habla de Sánchez, sIno de VOX al que insulta venga o no a cuenta, y cuyo nombramiento como «portacoz» anti Vox y antiespaña lo firmó el galleguista arrepentido?
Porfavor, Profesor Antequera machaque sobre el yunque (no el que dice Losantos) hasta que se rompa el martillo y no ESPAÑA.
ANDRÉS ORTEGA MONGE.
DNI.: O1322O22M.
(De Profesor Médico y ejercicio como Coronel idem.)
Solo nos queda Vox
El problema es que la «gente de bien» sólo oye críticas al gobierno, pero no que es lo que se va a hacer por parte del PP para corregir las causas por las que se critica al gobierno. Feijoo no sabe la que se le viene encima a nivel de derogación de leyes ideológicas que el Psoe nos ha metido para el cuerpo. Ya puede ir pensando en un ministerio sólo con ese cometido. Además tendría que crear un consejo de ministro paralelo que fuera elaborando medidas correctoras de los múltiples errores que ha cometido este gobierno, desde Exteriores a Defensa, pasando por Industria. ¿Lo está haciendo? Para mi que no. O sea que nos vamos a encontrar, si gana, con otro gobierno tipo Rajoy.
Feijóo no va a derogar una sola de las leyes ideológicas de Sánchez. Y no será por falta de coraje, sino por compartirlas plenamente, como por cierto hacen casi todos en el PP, no sólo él. Feijóo sirve al mismo señor al que sirve Sánchez, no tiene la menor divergencia con él por lo que se refiere a su modelo ético, antropológico, y social, preconiza exactamente lo mismo que él, a saber, agenda 2030, cambio climático, discriminaciones contra el varón, ideología de género, ministerio de igualdad, control poblacional, aborto, eutanasia… Por no ser, ni siquiera su programa económico es diferente, porque la implantación del modelo en cuestión requiere de muchos fondos públicos…