Trump prometió «rechazar esta doctrina maligna» y predijo que los regímenes comunistas finalmente residirán en el «montón de cenizas de la historia».
La Semana Anticomunista conmemora a los 100 millones de personas asesinadas por regímenes comunistas desde 1917. La proclamación del presidente Donald Trump, emitida el 7 de noviembre, rinde homenaje a las víctimas del totalitarismo comunista y reafirma el compromiso de Estados Unidos con la libertad, la fe y la dignidad humana.
“Esta semana, nuestra nación conmemora la Semana Anticomunista, un solemne recuerdo de la devastación causada por una de las ideologías más destructivas de la historia”, declaró Trump.
La fecha coincide con el Día Nacional de las Víctimas del Comunismo, jornada que recuerda los horrores provocados por los regímenes marxistas-leninistas desde la Revolución Bolchevique de 1917.
Una ideología nacida para destruir la libertad
La Semana Anticomunista busca alertar sobre los peligros de una doctrina que ha causado pobreza, opresión, cárcel, torturas ycrímenes en todo el mundo.
Inspirado en el Manifiesto Comunista de Karl Marx y Friedrich Engels, el comunismo eliminó estructuras familiares, destruyó la moral tradicional, la propiedad privada y prohibió la fe religiosa. En nombre de la igualdad, implantó sistemas totalitarios que esclavizaron a pueblos enteros. Quiso destruir a la persona y convertirlos en esclavos.
Trump recordó a “las personas capturadas por regímenes que buscaron borrar la fe, suprimir la libertad y destruir la prosperidad ganada con trabajo duro”.
Su mensaje resonó en toda América, especialmente en países como Cuba, Nicaragua y Venezuela, donde aún se sufren las consecuencias del comunismo.
La Semana Anticomunista subraya que ningún sistema puede reemplazar la voluntad de un pueblo libre.
El colapso soviético y la persistencia del peligro
Trump advirtió que la amenaza comunista persiste bajo nuevas formas. “Nuevas voces ahora repiten viejas mentiras, envolviéndolas en el lenguaje de la ‘justicia social’ y el ‘socialismo democrático’”,.
La advertencia cobra sentido en una época donde el discurso comunista reaparece disfrazado de progresismo y justicia climática. El socialismo del siglo XXI y la Agenda 2030 reproducen los mismos dogmas que destruyeron naciones enteras.
Las nuevas tácticas del comunismo global
El comunismo no ha desaparecido; se ha adaptado. Los regímenes comunistas emplean campañas de desinformación, manipulación mediática y retórica divisiva para sembrar caos en las democracias.
La Semana Anticomunista pone el foco sobre esa estrategia: infiltrar Occidente con consignas que apelan al resentimiento social.
El comunismo en cifras: 100 millones de muertos
Los datos históricos no admiten ambigüedad. Más de 100 millones de personas murieron bajo regímenes comunistas:
- 60 millones en China bajo Mao Zedong
- 20 millones en la Unión Soviética de Stalin
- 2 millones en Camboya bajo Pol Pot
- Millones más en Corea del Norte, Cuba, Vietnam y Laos
Hoy, 1.500 millones de personas siguen viviendo bajo sistemas comunistas. En China, el Partido Comunista mantiene un férreo control desde 1949. Emplea la censura, la persecución religiosa y la sustracción forzada de órganos para doblegar a los ciudadanos.
La Semana Anticomunista recuerda a esas víctimas y denuncia la maquinaria de opresión que aún persiste.
Trump: “Rechazamos esta doctrina maligna”
En su proclama, Trump reafirmó “Estados Unidos rechaza esta doctrina maligna y mantiene su compromiso con sus principios fundacionales”, afirmó el presidente. “Honramos a las víctimas manteniendo viva su causa y asegurándonos de que el comunismo y todo sistema que niega los derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad encuentren su lugar en el basurero de la historia.”
Estas palabras resonaron como un manifiesto moral frente a un mundo cada vez más complaciente con las tiranías ideológicas.
La Semana Anticomunista no es solo un gesto simbólico; representa una declaración de guerra moral contra toda forma de colectivismo opresivo criminal.
La Fundación Memorial de las Víctimas del Comunismo
Entre las instituciones que mantienen viva la memoria de los oprimidos, destaca la Fundación Memorial de las Víctimas del Comunismo, con sede en Washington.
Su misión es clara: educar, recordar y advertir. En su comunicado oficial, la entidad declaró: “El comunismo siempre ha sido, y siempre será, incompatible con la libertad, la prosperidad y la dignidad de la vida.” “Recordamos que, si bien promete igualdad y liberación, solo ha robado a las personas sus derechos y libertades más básicos.”
Una advertencia para Occidente
Mientras el régimen comunista de China se consolida como potencia económica, impulsa su modelo de control estatal, exportando censura y vigilancia digital. Europa, atrapada por el globalismo y la corrección política, se muestra cada vez más vulnerable ante esa influencia.
España, cada vez más cercana a China y con partidos abiertamente simpatizantes del comunismo, olvida las lecciones de la historia. La ideología marxista reaparece en discursos que atacan la propiedad privada, la familia natural y la fe cristiana. Y los pueblos que olvidan su pasado repiten sus tragedias.
Memoria, libertad y responsabilidad
La Semana Anticomunista proclamada por Donald Trump no solo honra a las víctimas del comunismo; defiende la verdad frente a la manipulación ideológica.
Reivindica los valores eternos de la civilización occidental: la familia, la fe, la libertad y la propiedad. Rechaza toda forma de totalitarismo, ya venga de la izquierda radical, del globalismo o del relativismo moral.
Trump lo resumió con firmeza: “Ninguna ideología, ya sea extranjera o nacional, puede extinguir la libertad.”
Esa es la lección que España y el mundo deben recordar. El comunismo no murió con la caída del Muro de Berlín. Cambió de rostro, pero no de esencia.
La Semana Anticomunista nos llama a la resistencia moral y cultural frente a quienes pretenden destruir la libertad en nombre de la igualdad.




