Sánchez relega por completo al núcleo que le acompañó desde 2017: Lastra, Calvo o Juanma Serrano pierden su sitio en el PSOE y el reconocimiento de su pasado junto al presidente.
Es sabido que Pedro Sánchez está dando un golpe de estado institucional para convertirse en presidente de la república federal -plurinacional- socialista y atea de España. Pero como buen estratega, tiene un plan B por si le falla: ser el secretario general de la Alianza Atlántica –la elección es el 1 de octubre de 2024-. Y en estos movimientos que está haciendo usa a sus compañeros de viaje como simples peones que puedo usar y tirar según su conveniencia.
Movimientos que está dando: Defenestración de su guardia pretoriana para subir a Montero y Bolaños
El primero de ello, es la elección de María Jesús Montero para pilotar el post-sanchismo y a la que ha ascendido hasta ser la vicepresidenta primera del Gobierno y la número dos del PSOE.
Pero además, y para que Montero no tenga problemas en el control del partido, Pedro Sánchez ha dado un giro de 180 grados al centro de poder en el PSOE. Y se ha desprendido de la que fue su guardia pretoriana más fiel: Adriana Lastra, Carmen Calvo, Juanma Serrano, Maritcha Ruiz Mateos… No sólo están fuera de cualquier núcleo de decisión y, ahora, del reparto de cargos del presidente, sino que muchos de los diputados cercanos a ellos cuando gobernaban Ferraz han sido fulminados o enviados a provincias. Casos como el de Felipe Sicilia, Omar Anguita o María Márquez (ahora en Andalucía).
Todos estos cambios han propiciado el ascenso de María Jesús Montero y Félix Bolaños, que son los que llevan las riendas del partido junto a Óscar López. Es cierto que del viejo núcleo de Sánchez resiste Santos Cerdán.
Lastra contra Santos Cerdán
El choque entre Lastra, Calvo y otros con Cerdán durante sus tiempos en Ferraz fue evidente. Y la debacle del 28-M fue quizá el último intento de Lastra y compañía por poner en la diana al secretario de Organización del PSOE. Cerdán resistió. Y fue el encargado de hacerse la foto con Carles Puigdemont para desbloquear la investidura. Aquella con el mural gigante del referéndum ilegal del 1 de octubre del 2017 en un despacho de Bruselas.
“Esa foto acompañará siempre con Cerdán”. “De tal manera que si Sánchez lo tiene que sacrificar alguna vez, lo hará como ha hecho con Lastra, Calvo, Ábalos y otros”.
Este grupo fue el que acompañó a Sánchez en las primarias del 2017 y en su camino hacia la moción de censura del 2018. Ellos ostentaron el poder, pero lo perdieron muy rápido.
La salida de Lastra de la portavocía y el ascenso de Bolaños y María Jesús Montero también ha sido un calvario para los que le acompañaron en el Congreso. Un caso llamativo es el de Felipe Sicilia, impulsado por la propia Lastra en Andalucía. Sicilia llegó a ser portavoz de la ejecutiva federal del PSOE. Pero se quedó fuera de las últimas listas y ha regresado a su puesto de agente de Policía Nacional, colocado eso sí en el Tribunal Constitucional.
Sánchez saca a Serrano de Correos
Lastra, Ábalos y Calvo están refugiados ahora en el Congreso como diputados rasos. La ex vicepresidenta y el ex ministro con apariciones televisivas que les permiten mantener cierta presencia mediática, pero poco más.
La investidura de Sánchez ha traído consigo cambios que han afectado de lleno a dos personas que han acompañado al presidente desde sus tiempos en las Juventudes socialistas de Madrid. Juanma Serrano, su primer jefe de gabinete apartado en 2018 para colocar a Iván Redondo, ha sido fulminado de Correos. Y está a la espera de alguna de las famosas recolocaciones de Sánchez. Serrano ha tenido un mandato convulso al frente de la empresa. Y no ha dejado un buen recuerdo entre los sindicatos.
Por último, Maritcha Ruiz Mateos, ex dircom del PSOE y siempre ligada a la figura política de Sánchez, ha sido destituida como presidenta del Hipódromo de la Zarzuela. Era el refugio de casi seis cifras en la nómina que le encontró Sánchez tras despedirla de Ferraz y situar a Ion Antolín en su lugar. Ruiz también está a la espera de destino.
Pedro Sánchez necesita manos libres para poder sus próximos movimientos: Presidente de la república plurinacional o secretario general de la OTAN. Y para ello necesita dos personas de su máxima confianza como son María Jesús Montero y Félix Bolaños. Aunque otras fuentes señalan que Montero y Bolaños son mucho más que personas de plena confianza sino que, además, pertenecen a la misma «mafia». Y ahí lo dejamos.
(Con información de VozPopuli)
2 comentarios en «El «Cesar» Sánchez purga a su guardia pretoriana para entregar el poder a Montero y Bolaños en su plan B»
Pedro Satánchez el Melindroso o el Plagiario cambia todo para que nada cambie. Es el Gatomalo. Como todos los Presi-dientes que hemos padecido.