1 de cada 10 viudas en el mundo vive en la pobreza, denuncia Manos Unidas

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La ONG Manos Unidas acaba de recordar el abandono y discriminación que afrontan muchas mujeres viudas en el mundo; y señaló cómo las está ayudando a superar esta situación.

Manos Unidas señaló que “según diversas organizaciones internacionales, en el mundo hay cerca de 258 millones de mujeres viudas”, de las que “1,4 millones son niñas”. De este grupo, “una de cada diez viudas en el mundo vive en la pobreza”.

violencia y “malos tratos o abusos”

Manos Unidas denunció que en diversos países del mundo las viudas sufren violencia y “malos tratos o abusos”, en especial en  África y Asia, donde muchas son culpadas por la muerte de sus esposos, separadas de sus hijos y despojadas de sus bienes y derechos como viudas. Esta condena “resulta paradójica” en lugares donde “el matrimonio precoz sigue siendo una costumbre arraigada y se  casa a las niñas con hombres que les doblan o triplican la edad”.

En la India, por ejemplo, las viudas que son condenadas por la familia, son “despojadas de sus propiedades” y se ven forzadas a mendigar en las calles para “hacer frente a sus gastos” y mantener a sus hijos.

Las mujeres que enviudan “no tienen derecho a heredar tierras ni vivienda, está mal visto que salgan a buscar un empleo formal y, más aún, que rehagan su vida, salvo que sea con algún familiar de su marido fallecido”, indicó. En muchos casos este rechazo se debe a que los familiares del esposo buscan “heredar” todos los bienes, explicó.

La ONG señaló que la situación es similar en África, donde “según el Banco Mundial, una de cada 10 mujeres africanas mayores de 14 años es viuda”, indicó. En diversas sociedades del continente, las mujeres que enviudan pierden los derechos sociales y económicos que logran al casarse, e incluso a sus hijos, que pasan a integrar la familia del esposo.

Indicó que muchas viudas “son expulsadas de sus hogares y comunidades” y son “acusadas de brujería, que es una de las formas de marginación y exclusión social más crueles”, y otras ven como única salida a la marginación y la pobreza recurrir a la práctica ancestral del “levirato”, que es casarse con los hermanos o familiares del esposo fallecido.

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