6 factores que describen el estado actual de China

6 factores que describen el declive actual de China

Al acercarnos a la mitad del año 2025, es evidente que este año se ha caracterizado por la turbulencia, la incertidumbre y una desesperación cada vez más profunda para muchos en la China comunista.

Seis fenómenos reflejan mejor el estado actual del país: la decadencia, la competencia feroz, las luchas políticas, el movimiento de “huir”, los actos de violencia aleatorios y el movimiento de “acostarse en el suelo”.

Revelan la erosión de la confianza y un creciente sentimiento de desilusión y malestar entre la población.

Rechazar

Para muchos en China, 2025 es el año más difícil en casi tres décadas, con numerosos sectores de la sociedad experimentando una recesión significativa. El mercado inmobiliario es el ejemplo más notable.

A finales de mayo, el precio mínimo promedio de transacción de terrenos residenciales había caído casi un 50 % en las ciudades de segundo nivel y casi un 40 % en las de tercer nivel. Estos precios se calculan dividiendo el coste total del terreno entre la superficie total edificable legalmente, lo que proporciona una medida del coste de adquisición de terrenos para los promotores.

Los gobiernos locales, que dependen en gran medida de la venta de tierras para obtener ingresos, vieron cómo esta corriente vital prácticamente desaparecía, lo que paralizó sus finanzas.

La recesión económica se evidencia en la disminución del gasto de consumo. Entre las señales de la contracción de la demanda interna se incluyen las guerras de precios en el sector de los vehículos eléctricos, el cierre generalizado de pequeños negocios y la disminución de las ventas de productos de lujo como cosméticos, relojes de alta gama y bolsos de diseño. Además, muchas empresas extranjeras están reduciendo sus operaciones o abandonando el país por completo.

Los recortes salariales han afectado a empleados de diversos sectores, como bancos, sociedades de valores, administraciones públicas y empresas públicas y privadas. Además, la tasa de desempleo entre los recién graduados universitarios está en aumento, lo que lleva a muchos a anticipar el desempleo después de graduarse.

Sin embargo, el declive más significativo no está relacionado con la economía, sino con la confianza pública en el régimen. Entre los ciudadanos comunes y los funcionarios gubernamentales, muchos han perdido la esperanza en el Partido Comunista Chino (PCCh). Ninguna retórica optimista ni ningún estímulo económico puede revertir esta situación. La erosión de la confianza ha provocado fugas de capitales y salidas de la bolsa, lo que plantea quizás la mayor crisis de legitimidad que el PCCh haya enfrentado jamás.

Competencia feroz

La competencia excesiva dentro de la misma industria ha sido un problema de desde hace mucho tiempo bajo el régimen comunista, lo que ha llevado a luchas internas y agotamiento interno.

Este año se ha observado un aumento notable en el cierre de diversos negocios, incluyendo restaurantes, peluquerías, tiendas de té, salones de belleza y concesionarios de automóviles. Si bien la recesión económica es un factor importante, la competencia interna también ha desempeñado un papel vital. Hay demasiados negocios compitiendo por una demanda limitada, lo que los ha llevado a competir entre sí de maneras cada vez más insostenibles. Como resultado, muchos están pasando por dificultades, lo que finalmente ha llevado a cierres, y el deterioro de la economía no ha hecho más que agravar esta situación.

Luchas políticas y luchas internas

Las luchas internas entre los principales funcionarios comunistas del PCCh son uno de los acontecimientos más sensibles y trascendentales de este año, particularmente evidente en la purga militar en curso.

Lo que comenzó a fines de 2023 como una amplia ofensiva contra la Fuerza de Cohetes, inicialmente dirigida contra funcionarios de alto rango considerados desleales al líder chino Xi Jinping, dio un giro dramático en la segunda mitad de 2024. En un sorprendente cambio, las últimas purgas se han dirigido contra los aliados de Xi, lo que sugiere un debilitamiento de su control del poder.

Según fuentes confiables que hablaron con disidentes chinos en el extranjero, el papel de Xi se ha vuelto principalmente ceremonial. Hay cada vez más indicios de que los altos funcionarios del PCCh han llegado a un consenso: Xi pronto será destituido oficialmente del poder.

Este inesperado cambio de poder se ha convertido en la característica definitoria del panorama político de China en 2025.

Movimiento ‘Correr’

Esta situación describe la tendencia creciente de los ciudadanos chinos a intentar abandonar el país por cualquier medio disponible.

Tras los draconianos confinamientos de tres años impuestos por el PCCh a causa de la COVID-19, un número creciente de personas intentó emigrar a Estados Unidos, algunas incluso cruzando ilegalmente a pie la frontera sur. Pero con el regreso del presidente Donald Trump a la Casa Blanca, esa vía está prácticamente cerrada.

En los últimos años, algunos chinos también intentaron establecerse en Canadá permaneciendo más tiempo del permitido por sus visas de turista y solicitando asilo político. Sin embargo, Canadá también ha endurecido sus políticas de visas.

Ahora, Tailandia y Malasia han surgido como nuevos destinos para los chinos de ingresos medios que esperan sumarse al movimiento “huir”.

Para las personas más ricas, Japón se ha convertido en un destino cada vez más atractivo en comparación con muchos países occidentales, gracias a su visa de gerente de negocios relativamente accesible.

Esta visa no exige dominio del japonés, títulos académicos ni límite de edad. En cambio, los solicitantes deben invertir un mínimo de 5 millones de yenes (aproximadamente 35.000 dólares) en una empresa japonesa, registrarla y obtener un espacio físico de oficina.

Además, la empresa debe contar con al menos un empleado a tiempo completo que sea ciudadano japonés, residente permanente, cónyuge o hijo de un ciudadano japonés o residente permanente, o extranjero con residencia de larga duración. Los solicitantes pueden traer a sus familiares si su plan de negocios es aprobado.

Independientemente de su estatus socioeconómico, muchos chinos están abandonando el país. Esta tendencia pone de relieve la cruda realidad de un gobierno opresivo, donde la creciente presión obliga a la gente a tomar medidas drásticas.

Actos de violencia aleatorios

Otro fenómeno preocupante es el aumento de ataques aleatorios en los últimos dos años.

Muchos chinos, atrapados por penurias abrumadoras o víctimas de injusticias, no tienen salida para sus quejas. Trágicamente, la violencia suele surgir cuando arremeten para expresar su dolor. Los siguientes eventos podrían estar relacionados con esto.

El 27 de enero, en Bozhou, provincia de Anhui, un sedán atropelló a una multitud, hiriendo a varias personas.

El 23 de marzo, un hombre atacó con arma blanca frente a un supermercado en Shaoxing, provincia de Zhejiang, atacando a los transeúntes al azar. Se informó que varias personas resultaron heridas. Un internauta publicó videos del incidente en redes sociales que podrían resultar perturbadores para algunos espectadores.

Apenas unos días después, el 26 de marzo, en Anyang, provincia de Henan, un taxi circulaba de forma errática por la calle, atropellando a peatones y vehículos. Algunas fuentes afirmaron que peatones y repartidores de comida murieron. Un internauta publicó un video en redes sociales que podría resultar perturbador para algunos espectadores.

Las autoridades censuraron rápidamente la información sobre estos incidentes.

‘Acostado en posición horizontal’

Este movimiento, iniciado por jóvenes en China en los últimos años, es una respuesta al agotamiento social, donde los individuos se retiran del frenesí competitivo y adoptan un estilo de vida más lento y minimalista.

Ha surgido un nuevo término para describir a quienes llevan el concepto de «estar en la cama» al extremo: los jóvenes de los «Cinco Noes». Estas personas eligen conscientemente no comprar una casa ni un coche, evitan las compras innecesarias y renuncian al matrimonio y a los hijos. Su objetivo es minimizar los gastos al máximo.

A medida que la economía continúa deteriorándose, este distanciamiento pasivo de las expectativas sociales se ha generalizado. En esencia, la sociedad china parece haber perdido su vitalidad.

No hay esperanza de recuperación bajo el régimen comunista del PCCh

Estas miserias son el resultado de décadas de gobierno comunista junto con una economía en continuo debilitamiento.

El PCCh esperaba estimular la economía mediante un modelo de circulación interna, incentivando a la gente a gastar sus ahorros restantes. Sin embargo, esta estrategia ha fracasado porque China carece de un sistema de seguridad social o bienestar social fiable. Al tener menos ingresos, la gente tiene demasiado miedo de gastar. En consecuencia, el consumo se ha estancado y la economía se ha sumido en un estancamiento más profundo.

Como resultado, todos los logros obtenidos durante años de reforma y apertura se han agotado a día de hoy.

Además, el modelo de gobernanza del PCCh es perjudicial para la sociedad, especialmente en tiempos de crisis. Los intentos fallidos de aferrarse al poder —como la implementación de la draconiana política de cero COVID durante la pandemia, la adopción de una diplomacia desleal y la autorización del crecimiento descontrolado de la burbuja inmobiliaria— han perjudicado gravemente a la sociedad china.

Peor aún, el Partido ha erosionado la brújula moral de China. La deshonestidad, la traición y el oportunismo se han vuelto cada vez más comunes, generando un clima generalizado de desconfianza mutua en la vida cotidiana. En 2025, las consecuencias de esta degradación de décadas han llegado a su punto álgido.

Si el PCCh continúa en el poder, los ciudadanos comunes se enfrentarán a años cada vez más difíciles.

Escrito por Alexander Liao a través de The Epoch Times,

Comparte con tus contactos:

Deja un comentario