Indignante: Von der Leyen hace apología del cambio climático con la tragedia de la gota fría en España

Mientras apoya el derribo de presas, Von der Leyen hace uso político y sectario de la tragedia en España de la gota fría: «Es la dramática realidad del cambio climático»

“Ursula, la gente está muriendo en España, y vienes a hablar del cambio climático. A ver si te enteras, es la gota fría de todos los años”

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha aprovechado las devastadoras lluvias que anualmente azotan el levante español con la denominada «gota fría» para hacer apología del cambio climático. Mientras el fenómeno meteorológico de la «gota fría» golpea anualmente  con mucha intensidad varias zonas de la costa mediterránea, la radical globalista de la agenda 2030, Von der Leyen, ha afirmado que se trata de una «dramática realidad del cambio climático» que exige mayor preparación y recursos. Es una prueba de cómo la presidenta mezcla intencionalmente un fenómeno meteorológico recurrente en la zona con los argumentos de cambio climático, con una carga ideológica que no responde a los hechos históricos ni meteorológicos del área.

El fenómeno de la «gota fría» en el Mediterráneo español

Cada año, con la llegada del otoño, el levante español experimenta la llamada gota fría, un fenómeno meteorológico cíclico que desencadena fuertes precipitaciones y temporales en la costa mediterránea. La gota fría no es un fenómeno nuevo; por el contrario, está bien documentado y forma parte del clima histórico de esta región. Sin embargo, con el auge del discurso radical climático en la esfera pública, algunas autoridades y medios han comenzado a presentar estos fenómenos locales como indicios del cambio climático global.

La declaración de Von der Leyen al respecto fue indignante al hacer una apología del cambio climático a costa de la gota fría: «Ésta es la dramática realidad del cambio climático y tenemos que prepararnos para hacerle frente en toda la Unión y con todas las herramientas a nuestra disposición», según recoge la Gaceta, al anunciar la activación del sistema de satélites Copérnico para ayudar a coordinar a los equipos de rescate.

La manipulación ideológica del cambio climático por parte de los globalistas

Declaraciones como las de Von der Leyen se alejan de un enfoque técnico y científico de la meteorología, acercándose a una visión ideológica y sectaria de los radicales climáticos.

“Ursula, la gente está muriendo en España, y vienes a hablar del cambio climático. A ver si te enteras, es la gota fría de todos los años”, exclamó un residente afectado en redes sociales, reflejando el sentir de la población que vive de cerca estos episodios y los conoce desde siempre como parte de su clima local .Y es que Von der Leyen y a otros líderes europeos adoptan una postura alarmista que, lejos de ofrecer soluciones reales, utiliza estas tragedias para avanzar una agenda climática.

La gota fría es un fenómeno conocido por los habitantes del levante español, quienes ven en las declaraciones de la presidenta de la Comisión Europea una manipulación política que explota un evento trágico para promover su agenda.

La destrucción de presas: una decisión acorde a la hoja de ruta de la agenda 2030

Este enfoque también plantea una cuestión sobre la eficiencia de las infraestructuras hidráulicas que, en lugar de protegerse y adaptarse para mitigar estos fenómenos, se han visto afectadas por políticas de la agenda 2030 que favorecen su demolición. Ursula von der Leyen ha manifestado su apoyo al Gobierno español en su plan de derribar más de 560 presas y embalses, en lo que califican como una estrategia de «devolución de la naturaleza a su estado original».

En efecto, Ursula von der Leyen, del Partido Popular Europeo, ha apoyado el derribo permanente de infraestructuras hídricas acometido por el Gobierno de Pedro Sánchez con la connivencia del PP. Un respaldo que está de acuerdo a la agenda 2030.

En los últimos años, España ha liderado la demolición de embalses y presas en Europa, con un número aproximado de 560 estructuras destruidas en dos décadas. El argumento tras esta política es el de renaturalizar los cauces fluviales, eliminando los obstáculos que afectan los ecosistemas y devolviendo la naturaleza a su estado original. Es un claro error, especialmente en un país como España donde las lluvias pueden ser extremadamente intensas en ciertas épocas del año y donde, además, persiste una alta necesidad de abastecimiento de agua.

La destrucción de presas no solo reduce la capacidad de almacenamiento hídrico en el país, sino que disminuye la capacidad de resistencia frente a fenómenos como la gota fría, que afecta de manera directa las zonas costeras. Las presas actúan como reguladores naturales, evitando el desbordamiento de los ríos y mitigando el impacto de las inundaciones en las áreas residenciales y agrícolas.

Una agenda climática ideológica

La postura de Von der Leyen refleja el predominio de una agenda climática «fanática y radical» que mezcla el cambio climático global con fenómenos específicos de ciertas zonas geográficas. Las «orejeras ideológicas» impiden a la presidenta y a su equipo ver la realidad en su contexto: no todo fenómeno meteorológico tiene relación directa con el cambio climático. Este enfoque ideologizado tiende a ignorar las soluciones prácticas a nivel local en favor de una narrativa sectaria e ideologizada que no responde a los desafíos específicos de cada región.