Vergüenza | Jose Antonio Ruiz de la Hermosa

No ha mucho, “la ministra de igualdad”, y no se me han olvidado las mayúsculas, gritaba en las Cortes, en Telecuatreros o la Secta, esa misma palabra para definir determinadas circunstancias que se referían a medias, que no ha completar su ministerio. Curiosa palabra que recuerda más a un sacerdocio que a lo que esta gente…, mejor no lo pongo que son de denuncia fácil, sobre todo con los juzgados que llevan juezas jóvenes y de reciente adjudicación. Decía que: ¡Vergüenza lo de esta semana!

Si, semana de vergüenza, y vergonzosa actitud de los medios de incomunicación y sus esbirros. No sé si se han molestado en vigilar las radios, televisiones y digitales afectos al Régimen, que son la inmensa mayoría, pero cuando yo vi venir el aluvión, eché mano del cronómetro, y a escribir reseñas de: programas, tiempos, nombres de los seudo informadores y también de los de las genuflexiones al poder.

Tras una semana de intenso trabajo, por causas ajenas a mi voluntad, pues, resulta que los becarios y los plumillas, dícese de los que escriben sin mucho acierto y rigor en panfletos y medios del Régimen, pues eso que los que, a razón de 1.500 euros al mes de media, que tienen que compartir piso en Malasaña con otros de sus características y, que si no fuera por ser como son, y escribir o dialogar radio televisivamente lo que dicen, estarían sirviendo copas, no digo dónde porque también es judiciable. ¡La gran noticia de la semana es, ni más ni menos, que los cinco años, el cumple impresionante de cómo, saltándose nuestros derechos como ciudadanos, nos encerraron y nos obligaron a ponernos una vacuna! Y, además, el entonces vicepresidente, con el aplauso del presidente del desgobierno, se autotituló jefe de las “Residencias de la Tercera Edad”, de esos edificios y quien los habitaba, aunque ahora parece ser que no, que estamos tontos cuando echamos mano de la hemeroteca.

Pero no vamos aquí a echar mano de una de las muchas que hizo el vice de hace cinco años, porque ya hubo, hay y habrá tiempo de pedir explicaciones. Y si la Justicia existe, que lo dudo mucho, sobre todo en este país, debería pagar y con creces sus tropelías. Pero no va hoy de eso, sino de la vergüenza que da conmemorar esas tropelías como si fueran la victoria de la Libertad, encerrarnos en casa, mientras los “diputados sociolistos” utilizaban exclusivamente restaurantes de pro, o se iban de hoteles especiales con las jessicas de turno a esparcir, y nunca mejor dicho, esos polvos blancos que proceden de la zona ecuatorial de Sudamérica.

Esta semana, cronómetro en mano, hemos comprobado cómo más del cincuenta por ciento de los espacios televisivos, o de audición, se dedicaban a contarnos lo sucedido, eso sí, obviando cosas tan interesantes como lo del autoproclamado jefe de las residencias, el retraso en hacer esa obligatoria encerrona en casa para después del 8 de marzo, porque el 8 de marzo era imprescindible celebrarlo o cualquiera de los otros temas. Por supuesto, a los plumillas de 1.500 euros al mes, se les ha olvidado que recientemente el desgobierno alemán ha reconocido que la causa del Covid 19 provenía de un laboratorio secreto en una ciudad China y no del murciélago que fue comido por un pangolín y que acabó en una comida típica de restaurante chino. Bueno del Servicio Secreto Alemán, del nortemericano en el informe que ha desenterrado Robert F. Kennedy Jr. Y muchos más que están saliendo y van a salir. De eso, los plumillas ni miajita.

Por eso digo que me enerva y embarga la vergüenza de ver a los plumillas con lo del aniversario luctuoso, como si alegre fuera o fuese y, sobre todo, que haya servido el feliz cumpleaños para tapar las vergüenzas de quien está a sueldo, no solo dinerario como las subvenciones de cientos de millones a los medios, que no son pseudo medios, y que tanto deben, que esta semana se les han olvidado algunas cosillas, como por ejemplo la continuación del asunto “David Sánchez” o como diablos se llame. Affaire que continúa su curso sin detenerse, a pesar de que están en ello, pero que nos ha traído alguna sabrosa noticia, también lo que el juez Peinado va destapando “piano-piano” y que promete y muchas cosas más que ni siquiera intuimos, pero que acabarán saliendo. Aunque no sé para que, pues el cobarde pueblo de este país no reacciona, ni por esas.

Finalmente, lo que más me da vergüenza, es el poco, pero suficiente conocimiento del idioma inglés que poseo. Eso sí, a pesar de lo poco más que suficiente, para ver las noticias de las televisiones, “no subvencionadas” de Norteamérica o de cualquier otro lugar del “Mundo-Mundial”. Noticias e investigaciones periodísticas que a veces me parecen de otros mundos, y no de este donde creo vivir. Pues las cosas que me cuentan, con bastante mala baba de uno que no es santo de mi devoción, pero los plumillas acabarán consiguiendo que lo sea, que es el señor Trump. Y de otros que, a fuer de patriotas, no precisamente de España, piensan en sus respectivos terruños y en quien los habitan, tratando de llevar el agua a su molino y no siendo subvencionados, ahora me refiero a los políticos, por terceros países como China o Marruecos.

Por favor plumillas, entiendo que os jugáis el pan, pero no cuesta tanto, por lo menos, mentir un poco menos, o ser un poco más veraces. Y ahí lo dejo.

José Antonio Ruiz de la Hermosa es, de primera formación, Sanitario y Capitán retirado de Sanidad Militar. Después, historiador, escritor y divulgador. Actualmente dirige en Decisión Radio varios programas de divulgación histórica y “La Cortina de Humo” sobre la actualidad nacional.