Escalada de ataques contra Cristo y la religión: La cristofobia avanza en España
La cristofobia en España sigue en aumento, con ataques cada vez más frecuentes y graves contra la fe católica y sus símbolos más sagrados. El reciente asalto a la iglesia de Nuestra Señora de la Vega, en Arroyo de la Encomienda (Valladolid), donde se profanó el sagrario y se robaron las sagradas formas, es un ejemplo alarmante de esta escalada.
El Arzobispado de Valladolid ha denunciado la profanación como «un hecho de especial gravedad que supone una ofensa para el Señor y para la Iglesia Católica». Según expertos, estos ataques no son meros actos de vandalismo, sino que en muchas ocasiones las hostias consagradas robadas son utilizadas en rituales satánicos, lo que agrava la gravedad del hecho.
Cristofobia en aumento: ataques cada vez más violentos
El incremento de estos ataques no es un caso aislado. El auge de la cristofobia en España coincide con un contexto de hostilidad creciente hacia los valores cristianos. Cada vez se registran más episodios de violencia contra iglesias, sacerdotes y creyentes. En los últimos años, numerosas parroquias han sido objeto de pintadas blasfemas, profanaciones de sagrarios y ataques directos a sacerdotes y religiosos.
Lo más preocupante es la impunidad con la que se cometen estos actos. La mayoría de los autores no son identificados ni procesados, lo que ha llevado a algunos sectores a señalar una preocupante permisividad por parte de las autoridades que miran hacia otro lado o los minimizan. Esta falta de respuesta firme solo alienta a que estos actos sigan proliferando.
Mientras que otros colectivos reciben protección institucional inmediata ante cualquier agresión o falta de respeto, la persecución a los cristianos se trivializa o se justifica con discursos progresistas que buscan erradicar la influencia de la Iglesia en la sociedad. La libertad religiosa, un derecho fundamental, está siendo pisoteada con la complicidad de ciertos sectores políticos y mediáticos.
Un llamado a la defensa de la fe
El robo de las sagradas formas en Arroyo de la Encomienda no es solo un acto criminal, es un ataque directo contra la fe. No se puede tolerar que las iglesias sean atacadas impunemente, que los símbolos cristianos sean objeto de escarnio y que la sociedad permanezca indiferente ante la creciente persecución religiosa.
Es hora de reclamar mayor seguridad en los templos, de denunciar cómo los valores cristianos están siendo atacados sistemáticamente y de exigir a las autoridades que actúen con contundencia para frenar esta ola de cristofobia. La sociedad debe reaccionar antes de que sea demasiado tarde.
Un hecho de especial gravedad
El Arzobispado de Valladolid, en respuesta al ataque, ha convocado un acto de desagravio durante la Misa del segundo domingo de Cuaresma en la Iglesia de Nuestra Señora de la Vega. «Exhortamos al conjunto de la Iglesia en Valladolid a orar en desagravio por este acto sacrílego, así como a cuidar la celebración de la Eucaristía y la reserva del Santísimo Sacramento en el Sagrario, que es la presencia misma de Jesucristo tras la consagración del pan y el vino, convertidos en su Cuerpo y su Sangre», ha declarado la institución eclesiástica.
Estos actos de expiación buscan reparar el daño espiritual causado, pero también sirven para recordar a los fieles la gravedad de estos atentados contra la fe.
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