Los temas que le obligan a impartir transmiten a los niños que los seres humanos pueden nacer en el cuerpo equivocado.
«Me trataron como a una delincuente y como si fuera un peligro por expresar mis creencias cristianas»
Glawdys Leger, profesora de lenguas modernas de Reino Unido, se ha quedado sin trabajo. Hasta ahí podría ser un caso normal en las relaciones laborales. ahora bien, las causas no han sido laborales sino ideológicas
¿La causa?
Negarse a adoctrinar y manipular a los niños impartiendo lecciones «extremas» sobre LGTBI. La mujer, de 43 años, denunció que fue tratada como una «delincuente» al no querer enseñar ese contenido «lleno de carga ideológica» a los alumnos del séptimo año.
Según explica el Centro Jurídico Cristiano (CLC), que apoya a la mujer, declaró que la materia escolar que le obligaban a enseñar incluía «contenido extremo» sobre identidad de género, con temas que empiezan a sugerir a los niños que los seres humanos pueden nacer en el cuerpo equivocado e introducían «identidades de género falsas» como pansexual, asexual, intersexual y transgénero.
Además de estos contenidos, las enseñanzas animaban a todos los grupos de edad a apoyar a la comunidad queer. El CLC aseguró que la maestra quiso aplicar su objeción de conciencia sobre el contenido de la lección, puesto que ella no se veía en la labor de poder enseñar el contenido a los alumnos. Sin embargo, sus preocupaciones fueron «desechadas e ignoradas».
La escuela en la que ella trabajaba, que forma parte del Aquinas Church of England Education Trust, denunció a la maestra ante la Agencia Reguladora de Profesores (TRA) tras recibir quejas. Aún no se sabe qué pasará, pero si el organismo regulador falla en su contra, Leger se expone a ser expulsada y a no poder volver a impartir clases.
Declaraciones de la maestra
Antes de la audiencia la profesora denunció que la trataron «como a una delincuente y como si fuera un peligro por expresar mis creencias cristianas». «No puedo, en conciencia, enseñar o decir cosas que creo que son contrarias a mi fe».
Al hilo recalcó que ella nunca discriminaría a nadie, pero la escuela obligaba a los profesores a promover, enseñar y celebrar cosa que ella no podía hacer. Sin embargo, a pesar de sus palabras y de intentar defender su fe y su manera de dar clase, un portavoz del Aquinas Church of England Education Trust comunicó que promovemos los valores británicos fundamentales» y «la tolerancia hacia las personas de distintas creencias».
Al Reino Unido se le presupone un país desarrollado y civilizado, donde priman los derechos y libertades de los ciudadanos, tales como, por ejemplo -y entre otros- el derecho a la libertad de expresión, opinión y a manifestar las propias creencias. Pero estamos en un momento en que la imposición lgtbi, la censura y la represión ha impregnado a toda la sociedad. Supone un nuevo ejemplo de la dictadura que ejerce el lobby LGTBI, que exige libertad en todos los órdenes para sus miembros pero luego se la niega a los demás… si discrepan de sus postulados.