Se desarrolla como combustible por las materias orgánicas, desechos agrícolas o de los campos, montes y bosques no trabajados y limpiados. El poder de la biomasa es la electricidad u otra forma de energía calorífica, neutra en carbono, generada a partir de esos residuos que de otro modo serían desperdiciados en vertederos, quemados abiertamente o dejados como forraje para incendios forestales, con todo lo que ello implica de pérdidas de árboles y campos, sin olvidar las vidas humanas y que sufrimos ya casi todos los meses, que tenemos que pagar todos vía impuestos.
Existen diferentes tipos de biomasa. Una generada por la naturaleza y otra por el ser humano: biomasas agrícolas, biomasas forestales, biomasas ganaderas, biomasa industrial, la madera, el papel; granos que no fueron utilizados como alimento para personas o animales se usan como biocombustibles o para la generación de electricidad. Como ejemplo tenemos excedentes que se utilizan como las cáscaras de almendras o los restos de una poda. Es una fuente renovable de combustible para producir energía, porque residuos siempre existirán producidos por el ser humano: de molienda y recursos forestales. Los bosques debidamente gestionados y limpiados tendrán más árboles, y siempre tendremos cultivos y la materia biológica residual de esos cultivos. No debemos olvidar los caminos por los que se transitaba y que hay que limpiarlos y recuperarlos.
Una central de biomasa puede ser uno de los medios para recuperar el rural, además de producir energía eléctrica y calorífica. En la construcción, y haciendo limpieza para recoger la biomasa, ya se dispone de pueblos preparados para vivir en la etapa de construcción, con personas que necesitan alimentarse, disponer de un centro médico cercano y de fácil transporte. Yendo más lejos, un bar restaurante lo emplearían muchos. Todo seguiría sirviendo para los trabajadores de la central y de los que vayan recogiendo los residuos que se necesitan para que funcione. No es la panacea, pero sí es un medio más para recuperar la España vaciada. Lo que nos dará un poco más de independencia de la energía y productos que ahora importamos. Los campos se deben volver a cultivar, la central de biomasa ayudaría mucho a que fuese una realidad
Jacinto Seara | Científico y escritor