Un saludo innecesario | Pilar Castañon

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Mientras  el diablo disfrazado con traje oscuro vende España  a los que la quieren descuartizar, otros, pensando que esto es un partido de baloncesto o de fútbol dan la mano al ganador, acallando su conciencia con una simple frase. Pero lo que se juega no es tener el primer puesto en la Champion, lo que se ha jugado es España, su unidad, el esfuerzo que se hizo para llegar a la concordia de los españoles buscando los puntos de encuentro, el consenso que se logró con la Constitución, la libertad, la educación, y con todo ello, la vida de los españoles y ante ese acto, no se puede dar la mano porque no se lo merece.

Dar la mano, como hizo el Sr. Feijóo, es reconocer al ganador, y  al que gana con artimañas y mentiras, no se le puede considerar ganador.  Ha roto las reglas del juego y al tramposo se le hecha del juego, como al que copia se le expulsa del examen, porque no se puede prometer jurar y hacer cumplir la Constitución al mismo tiempo que se vende el país al independentismo. Una premisa y su contrario no son lo mismo, precisamente son lo contrario, y nunca podrán tener el mismo valor.

Así que,  mientras unos dan la mano, en la calle, el pueblo, jóvenes y personas mayores unidos, se da cita todos los días, de forma pacífica, pero con valentía, pidiendo cordura, coherencia, y sobre todo, la verdad, nada más que la verdad.

Desde pequeños nos dicen que no hay que mentir, los mandamientos nos instan, como mandato, a no tomar el nombre de Dios en vano, y quizás por el miedo a la justicia divina, se eliminó hace tiempo la jura de los cargos públicos ante la Biblia, y ya solo se promete, y sin Biblia, porque  prometer ¡da igual!

Pero “no levantar falsos testimonios ni mentir” es universal, no solo porque sea el octavo mandamiento de la ley de Dios, sino porque es  básico para la convivencia, la confianza y el respeto  en las relaciones personales y sociales, y lo que es para las personas también es para las instituciones que están constituidas precisamente por esas personas. Aunque podemos decir que incluso más para estas útlimas, ya que tienen un compromiso de servicio público y, fruto de ese compromiso, una responsabilidad con un mayor número de personas.

La verdad era el punto de partida y base de las reglas del juego para la confianza y las relaciones,  la palabra dada de otras épocas, como se solía decir, “iba a misa”, y esta era suficiente. Pero lo que hacía a las personas respetables, ha desaparecido.

Tener a Pedro Sánchez de presidente es como tener un padre borracho y mentiroso que cada día se acuesta con una mujer distinta para sentirse adulado, como un pavo real, y luego les va dejando pagas, en detrimento de la comida de su familia, a los que castiga a trabajar para pagar a sus prostitutas y encima les da capones. De un padre así te puedes separar, como decía Ramiro de Maeztu, “ser es defenderse”, pero  de un gobierno como el nuestro, solo puedes huir fuera de España, o echarle.  El problema es que quien tiene el poder para hacerlo, no lo ha ejercido durante años, y ahora le toca al pueblo defenderse.

«Esta amnistía no será un ataque a la Constitución, sino una muestra más de su fortaleza y vigencia.» – Pedro Sánchez (Discurso de investidura)

Pensar que la frase anterior tiene sentido es  atentar contra la inteligencia  de una gran parte de los españoles.

Pilar Castañon | Directora y fundadora de la revista Woman Essentia

1 comentario en «Un saludo innecesario | Pilar Castañon»

  1. Son tal para cual. El padrastro Feijóo habría hecho lo mismo, o parecido. Aunque no hiciera ley de amnistía como tal, decretaría un indulto general o muchos individuales, que a efectos prácticos es casi lo mismo. No se borran los antecedentes penales, pero se ataca la separación de poderes igual, y se indigna igualmente a la población.

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