Los delitos de odio y la discriminación contra los cristianos están aumentando en toda Europa.
Un nuevo informe documenta más de 2.400 incidentes en 2023 y pone de relieve la creciente intolerancia y las restricciones a la libertad religiosa
Un reciente informe del Observatorio sobre la Intolerancia y la Discriminación contra los Cristianos en Europa (OIDAC Europa) ha sacado a la luz una escalofriante realidad: la persecución a los cristianos en Europa está en aumento. Durante 2023, se documentaron 2.444 incidentes en 35 países europeos, un dato que refleja cómo la cristofobia está creciendo a un ritmo preocupante, con ataques que van desde vandalismo y violencia física hasta restricciones a la libertad religiosa. Según Remix News, el panorama no muestra signos de mejora, y el miedo se está extendiendo entre los creyentes, que cada vez dudan más en manifestar públicamente su fe.
Un fenómeno en auge: los números que no se pueden ignorar
El informe de OIDAC Europa detalla un amplio abanico de delitos de odio contra los cristianos, desde la profanación de iglesias hasta el vandalismo sistemático y los incendios provocados. Aunque aún no alcanzan la violencia extrema que sufren los cristianos en África o Asia, estos ataques tienen un fuerte impacto en la libertad religiosa y en la convivencia social.
Los números son contundentes:
- Francia, con cerca de 1.000 incidentes, lidera esta lamentable lista. Los ataques incluyen la destrucción de iglesias y cementerios y al menos 84 agresiones directas a personas.
- En el Reino Unido, se reportaron más de 700 incidentes, un 15 % más que en 2022. Uno de los casos más sonados fue la condena de una persona por rezar en silencio frente a una clínica de abortos, lo que ilustra la creciente hostilidad hacia las expresiones públicas de fe.
- Alemania, con un alarmante incremento del 105 %, registró 277 delitos de odio en 2023 frente a los 135 del año anterior. Según OIDAC, este número es solo la punta del iceberg, ya que al menos 2.000 actos de vandalismo no fueron denunciados oficialmente.
La directora general de OIDAC, Anja Hoffmann, señaló que la subnotificación de estos casos agrava aún más el problema, destacando el importante número de casos que no se denuncian. Instó a los gobiernos a adoptar medidas más proactivas para proteger a las comunidades cristianas y garantizar que los delitos motivados por el odio se documenten y se aborden con precisión.
Formas de ataque: una violencia multifacética
El 62 % de los incidentes registrados en el informe corresponde al vandalismo, seguido de incendios provocados, amenazas y violencia física. Aunque menos frecuentes, también se han reportado intentos de asesinato y homicidios relacionados con el odio a la fe cristiana.
Además, la autocensura entre los cristianos está alcanzando niveles sin precedentes. Según el informe, más del 60 % de los creyentes sienten que deben ser cautelosos al expresar su fe en público. Este dato contrasta fuertemente con 1981, cuando el 83 % de los cristianos aseguraban sentirse libres para manifestar sus creencias.
El problema se agrava con restricciones impuestas por los gobiernos europeos, como la prohibición de procesiones religiosas o la presión para secularizar festividades cristianas tradicionales. Estas medidas, aunque no siempre califican como delitos de odio, contribuyen al alejamiento de los valores cristianos en Europa.
Francia: el epicentro de la cristofobia
Francia, históricamente considerada un bastión de la fe católica, se ha convertido en el foco principal de estos ataques. Las iglesias son blanco constante de profanaciones y destrucciones, mientras que los creyentes enfrentan una hostilidad que socava los valores fundamentales de libertad y tolerancia.
Regina Polak, representante especial de la OSCE para la lucha contra el racismo, la xenofobia y la discriminación, describió los crímenes de odio contra los cristianos como un “mensaje de exclusión” que afecta no sólo a las víctimas sino a la sociedad en su conjunto.
El impacto psicológico y social
El aumento de estos delitos no solo tiene consecuencias materiales, sino también emocionales y psicológicas. Cada ataque refuerza el miedo entre las comunidades cristianas, debilitando su capacidad para practicar su fe libremente. Esta atmósfera de inseguridad podría estar llevando a un éxodo de creyentes o al abandono de prácticas religiosas por parte de quienes temen ser víctimas de agresiones.
El silencio de las instituciones y la respuesta de los creyentes
A pesar de la gravedad del problema, el silencio de muchas instituciones europeas es ensordecedor. Los cristianos no solo enfrentan ataques físicos, sino también una creciente indiferencia ante su sufrimiento. La inacción ante estos delitos no solo perpetúa la violencia, sino que también envía el mensaje de que los cristianos no merecen la misma protección que otros grupos religiosos.
Por otro lado, muchas comunidades cristianas han comenzado a movilizarse, exigiendo mayor protección y visibilidad. Sin embargo, las iniciativas siguen siendo insuficientes para contrarrestar el nivel de violencia y discriminación.
Una Europa en peligro de que le arranquen su alma
El aumento de los ataques a los cristianos en Europa no es solo un problema de seguridad, sino una amenaza a los valores fundacionales del continente. La cristofobia no solo atenta contra los creyentes, sino también contra el legado cultural y espiritual de Europa, va contra la esencia misma de Europa.
Es imprescindible que los gobiernos europeos tomen medidas para proteger a las comunidades cristianas y garanticen que la libertad religiosa sea respetada. Como advierte Remix News, la pasividad ante esta situación podría tener consecuencias devastadoras: una Europa que abandone sus raíces está condenada a perder su identidad y su cohesión.
Comparte en Redes Sociales |
Evita la censura de Internet suscribiéndose directamente a nuestro canal de Telegram, Newsletter |
Síguenos en Telegram: https://t.me/AdelanteEP |
Twitter (X) : https://twitter.com/adelante_esp |
Web: https://adelanteespana.com/ |
Facebook: https://www.facebook.com/AdelanteEspana/ |