Un incendio da la mejor cortina de humo | José Antonio Ruiz de la Hermosa

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Esta semana hemos visto en nuestra tierra española lo que podía haber sido un gran desastre, pero igual que se confabularon todos los elementos necesarios para crear la tormenta perfecta, es decir, altura del edificio, materiales inflamables y viento fuerte y racheado, se confabuló el tiempo-espacio para que una serie de elementos -y no solo lo digo por los protagonistas, que lo son y de primera calidad-, sino por los hechos, sucesos y lugares en los que todo ha sucedido.

 

Vayamos con los elementos- Para empezar, traíamos varios acontecimientos heredados de la semana anterior, como por ejemplo el tema de los asesinatos de los guardias civiles en Barbate con todo lo realizado por la cúpula del Ministerio del Interior: La Guardia Civil, a nivel de las bases de la misma, es decir los guardias y los suboficiales, sobre todo, estaba totalmente indignada con lo sucedido; con el tratamiento en los funerales, pues es increíble la actitud del ministro y de sus adláteres, sobre todo el general que manda de facto la Guardia Civil y, que, según las ordenanzas no solo es correa de transmisión de las órdenes políticas, sino también responsable y una especie de tutor de los derechos y deberes de los miembros del Cuerpo.

 

Pero, por desgracia, cada día más, y como muestra aquellas declaraciones de otro general de la Guardia Civil durante la pandemia, en la que reconocía que nos espiaban, y, además, le preocupaba mucho el que hubiese obstáculos que no le permitieran a él y sus secuaces el poder seguir haciéndolo. Este general es un ejemplo de lo que hay, de lo que hay en la Guardia Civil, en la Policía y en el Ejército, cuando en las hombreras llevas estrellas de cuatro puntas, bastones y sables, o las ramas pringosas que desvirtúan la fuerza y convierten a los que mandan por delegación de los políticos en los agentes que tienen que servir y proteger a los ciudadanos.

 

Pero tiene su explicación. Para empezar, el choteo con la Constitución. Ya les he explicado en repetidas ocasiones que, cuando yo estuve en la Academia Militar, el profesor de legislación nos dijo: “…//… No hace falta que se sepan la Constitución de memoria…; Basta con que la digan de memoria…//…”. Y claro, ahí me equivoqué cuando pensé que era un mensaje para los “aspirinos”, los militares de técnicas y conocimientos logísticos. Que va, ese mensaje se ajusta a la perfección para los que en especial que aspiran a ser generales o súper-comisarios. Les queda claro, ¿o no?

 

Más de “cortinas de humo”. Otro escándalo, el de “Koldo”, que no sé porque se llama así, cuando debiera llamarse de Pedro, pues este individuo que dice no conocer al fulano en cuestión, aunque existen montones de fotos de ambos en la actitud propia de amiguetes. Estaba calentando mucho la situación política pues obligaba a los socios de desgobierno a plantarse en forma de don Tancredo o a cantar las verdades del barquero. Al final, ni lo uno ni lo otro, pues la situación no da para mucho más, pues como dijo la sartén al cazo: “apártate que me tiznas”. Y es que si alguien tuviese los reaños de tirar de la manta, no habría que tapar tanto guisado, no desaguisado, pues muchas habas han cocido desde 1975, e incluso antes. La depredación de España, creo que la llaman, cuando debieran llamarla “el saqueo”.

 

Y de todo esto, pues volvemos a lo de siempre. Recuerdo cuando yo era joven a Felipe González y amigos defendiendo a los saharauis y demás perseguidos por los desgobiernos como el de Marruecos. ¿Qué paso de aquello? También es fácil de responder: Los intereses, sobre todo las de las cuentas en Suiza o cualquier paraíso fiscal. Esa es la respuesta, aunque ahora son otros los que han dado definitivamente la espalda a ese pueblo saharaui que fue engañado y lanzado contra el resto del pueblo español, incluso en forma de terrorismo. Bueno, ¡terrorismo!, tampoco es tan raro, o alguien me puede decir ¿Cómo empezaron los chicos de Bildu? En fin, no sé cómo no se les cae la cara de vergüenza a todos estos políticos, no solo a los de izquierdas, que, dentro de unos días, cuando fragüe bien les traigo de otros que van de santos.

 

Y en lo anterior, en Marruecos está el tema. Yo solo voy a preguntar. ¿Por qué 45.000 millones de ayudas a Marruecos cuando aquí tenemos un déficit de casi dos billones de euros que vamos a pagar los españolitos de nuestros impuestos? ¿Por qué se regalan a Marruecos, vehículos de dos, cuatro y más ruedas para uso policial y militar, mientras los vehículos de nuestra guardia civil se caen a pedazos de viejos, obsoletos y con averías a manta? ¿Por qué se regalan a Marruecos lanchas de vigilancia costera por valor de muchos millones cuando aquí los guardias salen a patrullar con lanchas neumáticas de bazar chino? No me respondan. Prefiero que lo haga Begoña o Pedro.

 

Por todo lo anterior, es por lo que digo que una espesa “Cortina de Humo” que las emisoras de televisión y radio han tendido sirve para tapar todo lo que yo comento un suceso trágico que ha afectado a gente normal, gente de la calle, del pueblo. Y esta gentuza del desgobierno se ha apuntado rápidamente a la lágrima fácil. Y de paso, a que los medios de comunicación, tan solo 451 millones en subvenciones en dos meses, hayan convertido las programaciones en monotemáticas. Cojan un reloj y cuenten en los podcasts la duración de lo de Valencia y lo de las otras noticias. Noventa por ciento, contra apenas 10% de lo demás, y por lo demás, apenas si hay algo de lo que hemos escrito para ustedes antes. Y ahí lo dejo…

 

José Antonio Ruiz de la Hermosa es, de primera formación, Sanitario y Capitán retirado de Sanidad Militar. Después, historiador, escritor y divulgador. Actualmente dirige en Decisión Radio varios programas de divulgación histórica y “La Cortina de Humo” sobre la actualidad nacional.

2 comentarios en «Un incendio da la mejor cortina de humo | José Antonio Ruiz de la Hermosa»

  1. Un nuevo 11-M de esa mafia criminal de ladrones, asesinos y traidores llamada psoe. Piensa mal y acertarás, y con esta escoria aún más. No existe la casualidad sino la causalidad. Unos auténticos miserables amorales. El tiempo lo terminará sacando a la luz.

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