Un grupo de epidemiólogos rechaza el confinamiento de la población

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No todos los científicos están a favor de los confinamientos generalizados de la población como estrategia para superar la pandemia de covid-19. 

La epidemióloga de Oxford Sunetra Gupta y los profesores de Medicina Martin Kulldorff (Harvard) y Jay Bhattacharya (Standford) llevan meses alzando la voz en favor de una «protección focalizada» que permita blindar a las personas mayores y demás grupos vulnerables. También defienden la cuestionada «inmunidad de rebaño». Sobre todo entre los jóvenes.

«Hay muchas cosas que no sabemos de la covid-19, pero algo que sí sabemos es que hay una enorme diferencia en la mortalidad según la edad. No es que los jóvenes no se contagien, pero son principalmente los mayores quienes mueren por esta enfermedad. Las personas de más de 70 años tienen un riesgo de morir mil veces mayor que los niños«, explicó Kulldorf a mediados de septiembre en una entrevista para el diario argentino Infobae.

España y la segunda ola

Las cifras registradas en España durante la segunda ola sostendrían este discurso. Según los datos del Ministerio de Sanidad y del Instituto de Salud Carlos III recogidos el pasado fin de semana por Servimedia, el 66% de los contagiados en septiembre tiene menos de 50 años, pero el 86% de los fallecidos supera los 70. 

La estadística pone de manifiesto que la edad media de los contagiados ha caído notablemente respecto a primavera y que el colectivo que más paga las consecuencias continúa siendo la tercera edad.

El dilema entre los científicos parece estar en cómo emplear los recursos en luchar contra la pandemia. A la espera de la vacuna contra la covid-19 y en base a recomendaciones sanitarias, la mayoría de gobiernos apuestan por confinar a la población de forma generalizada. 

Kulldorff, Gupta y Bhattacharya no están de acuerdo y han decidido plasmar sus argumentos a través de un manifiesto que ya ha recabado más de 100.000 firmas de profesionales médicos, académicos y del público en general.

Inmunidad de rebaño en jóvenes

El escrito lleva el título de Declaración de Barrington, en honor a la ciudad de Massachusetts donde ha sido redactado, y promueve que el virus se propague entre los grupos de bajo riesgo con la esperanza de lograr cierta «inmunidad colectiva», es decir, de alcanzar una cantidad suficiente de la población resistente a la enfermedad que sofoque la pandemia.

Los autores, ahora de tournée por los principales medios y cadenas de televisión británicos y estadounidenses, argumentan que los cierres y restricciones de por la covid-19 están teniendo «efectos devastadores» en la salud pública al interrumpir las consultas rutinarias y perjudicar la salud mental. Inciden además en que son las personas más desfavorecidas las que soportan la mayor carga.

«Existe una especie de percepción de que detrás de los confinamientos generalizados de la población a causa de la pandemia está la comunidad científica. Pero entre mis colegas de enfermedades infecciosas, la mayoría estamos a favor de una estrategia enfocada en proteger a las personas mayores y de alto riesgo y de que los más jóvenes reanuden su vida con mayor o menor normalidad», aseguró Kulldorff esta semana en Fox News.

Nació en Suecia y reside en EEUU, donde ejerce como profesor y ha desarrollado nuevos métodos estadísticos y epidemiológicos para vigilar enfermedades infecciosas.

Los impulsores de la autodenominada Declaración de Barrington defienden que vienen «tanto de la izquierda como de la derecha» y que han dedicado sus carreras «a proteger a las personas». «Si las políticas de confinamiento actuales siguen en vigor hasta que se disponga de una vacuna se producirá un daño irreparable», advierten.A medida que aumenta la inmunidad en la población, afirman, disminuye el riesgo de infección para todos, incluidos los grupos vulnerables. «El objetivo debería ser minimizar la mortalidad y el daño social hasta que alcancemos la inmunidad colectiva», reclaman.

Su apuesta es que «aquellos que tienen un riesgo mínimo de muerte vivan sus vidas normalmente para desarrollar inmunidad al virus a través de una infección natural, mientras se protege mejor a los que están en mayor grado riesgo», plantean.

Ni teletrabajo ni coles cerrados

La estrategia ideal para Kuldorff y compañía pasa porque todas las personas tomen «medidas sencillas de higiene, como lavarse las manos y quedarse en casa cuando están enfermos, para reducir el umbral de inmunidad colectiva». «Las escuelas y universidades deben estar abiertas a la enseñanza presencial. Deben reanudarse las actividades extracurriculares, como los deportes», dicen.

Plantean también que los adultos jóvenes de bajo riesgo trabajen con normalidad en lugar de hacerlo desde casa. «Deben abrirse restaurantes y otros negocios. Deben reanudarse las artes, la música, el deporte y otras actividades culturales», piden.

«Tres meses o tal vez seis es tiempo suficiente para que se acumule suficiente inmunidad… y que los vulnerables puedan reanudar sus vidas de forma normal», comentó la epidemióloga de Oxford Sunetra Gupta en el mismo programa de Fox News.

Si bien lo autores del manifiesto rechazan la «politización» de la discusión sanitaria, este lunes acudieron a la llamada del Secretario de Salud de Estados Unidos, Axel Azar. En la reunión también estuvo presente Scott Atlas, el nuevo asesorfavorito del presidente Donald Trump y con una perspectiva más laxa frente al virus.

El entorno del mandatario estadounidense tradujo la reunión con el ‘lobby’ de epidemiólogos como un «refuerzo a la estrategia de la Administración Trump de proteger agresivamente a los vulnerables mientras se abren escuelas y lugares de trabajo».

Las críticas: «Suecia falló»

Sin embargo, otros científicos y académicos cuestionan los postulados recogidos en la llamada Declaración de Barrington. El profesor Anthony Costello, exdirector de un área de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y experto en salud global del University College de Londres, ha recordado que esa fue la estrategia de Suecia y que falló. 

Costello afea la «falta de datos» sobre cuánto dura la inmunidad a la que hacen referencia los epidemiólogos críticos y sobre cuáles son sus proyecciones de muerte frente a los beneficios económicos. Otros científicos advierten que el uso de mascarillas y el rastreo, que se han revelado como medidas efectivas para detener la propagación de covid-19, no aparecen mencionados en todo el manifiesto. 

«Puedo entender sus preocupaciones y sus objetivos, pero no tienen muy claro cómo llevarán a cabo su propuesta de ‘protección focalizada'», opina Julian Tang, profesor de ciencias respiratorias Universidad de Leicester. Su reacción ha sido recogida junto a la de otros científicos por la organización Science Media Centre.

«Ese tipo de protección se utiliza cada año durante la temporada anual de gripe: vacunamos a los grupos vulnerables e incluso a los niños que tienen contacto con ellos», continúa el doctor Tang. «Pero todavía no tenemos estas vacuna y antivirales para la covid-19, no tenemos herramientas adicionales para ayudar con este enfoque de ‘protección focalizada'», concluye.

(Marina Alia. Voz Populi)

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