Sánchez sigue la hoja de ruta que le marcan las élites globalistas de eliminar el sector primario. Tras los ataques al sector agrario ahora viene el sector pesquero.
La traducción para los pescadores y consumidores será una reducción de las capturas y una subida del precio del pescado.
Sánchez sigue la hoja de ruta que le marcan las élites globalistas de eliminar el sector primario que está en la diana de sus ataques. Primero han sido los ataques al sector agrario con un claro objetivo de eliminar el campo español. Ahora viene el sector pesquero. Y el primer paso será poner trabas al sector pesquero para reduzcan las capturas y como consecuencia de ello, aumentará el precio del mismo.
«Anteproyecto de Ley de modernización del control y la inspección y lucha contra la pesca ilegal».
Y en este contexto está el «Anteproyecto de Ley de modernización del control y la inspección y lucha contra la pesca ilegal». Se trata de una iniciativa ya aprobada por el Consejo de Ministros el 27 de diciembre de 2022 pero que no pasó el corte definitivo en el Parlamento. Se trataba de una ley pensada para apretar las tuercas ecologistas a la pesca. Las elecciones en Galicia han pasado y ahora el PSOE ha decidido rescatar este anteproyecto para elevar el control 2030 de este campo alimentario.
¿La excusa?: adaptarse a Europa…
«Este proyecto venía a completar a la posterior Ley 5/2023, de 17 de marzo, de pesca sostenible e investigación pesquera y tenía como objetivo revisar y modernizar los sistemas de control e inspección como garantía del cumplimiento de la Política Pesquera Común (PPC)», señala ahora el PSOE.
Según el PSOE, hay que rescatar la tramitación del anteproyecto porque un nuevo reglamento europeo exige cambios. Y, por ello concluye el PSOE que, por todo ello, el Grupo Parlamentario Socialista insta ahora al Gobierno de España a impulsar la tramitación de una nueva ley que adecúe la normativa española a las modificaciones introducidas por la normativa europea para el control y la inspección de la actividad pesquera.
… pero subyacen otras razones: la agenda 2030
Lo cierto es que si la reforma que se plantea fuese exclusivamente para adaptarse a una norma imperativa de la UE no haría falta que el PSOE instara nada: es de obligado cumplimiento y punto. Por lo tanto, la reforma parece abocada a una ampliación discrecional de los controles en la pesca bajo el pretexto del reglamento europeo.
Hay que recordar que la UE no quiere que la pesca se libre de la Agenda 2030. Según Bruselas no es ecológica y debe restringirse. Y, en esa línea, la Comisión Europea ha adoptado ya su «propuesta de posibilidades de pesca para 2024 para el Mediterráneo y el Mar Negro». La propuesta «promueve la gestión sostenible de las poblaciones de peces en el Mediterráneo y el Mar Negro y cumple con los compromisos políticos asumidos en las Declaraciones de MedFish4Ever y Sofía».
La traducción para los pescadores y consumidores será una reducción de las capturas y una subida del precio del pescado.
Se trata, pues, de medidas que se establecieron «con el objetivo de alcanzar a más tardar el 1 de enero de 2025 el rendimiento máximo sostenible (MSY), es decir, la cantidad máxima de pescado que los pescadores pueden sacar del mar sin comprometer la regeneración y la productividad futura de la población». Y ello supone una reducción de la pesca. Y la eliminación de puestos de trabajos pesqueros. Y el aumento de precios para los consumidores.
Fuente: Carlos Cuesta | Libre Mercado
